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Eunice corre desesperada a abrazar a su hija, lo hace con el vestido de novia. Había estado llorando hacía un par de minutos atrás, no comprendía por qué Karl hacía eso, arruinar un día importante en su vida.
—Kai, Deberías estar en casa descansando, no aquí en la estación de policía con la bebé— dice Wayne.
—No puedo quedarme quieta sabiendo que Eddie está en problemas. Necesito estar aquí para él, y King también necesita estar conmigo— mira a ambos con determinación.
—Entendemos tu preocupación, Kai. Pero estar aquí con la bebé no cambiará la situación de Eddie. Deberías ir a casa, descansar y cuidar de King en un ambiente más cómodo— la voz de su madre es suave.
—Además, estamos aquí y nos aseguraremos de mantenerte informada sobre cualquier novedad de Eddie. No tienes que hacer esto sola. Siempre han tenido nuestro apoyo.
—Está bien, supongo que tienen razón. Pero por favor, manténganme informada sobre lo que sucede con Eddie— lo dice llena de dudas, dejarlo, lo siente como una traición a la compañía incondicional.
—Por supuesto, Kai. Te prometemos mantenernos en contacto y hacerte saber cualquier actualización tan pronto como la tengamos— dice su madre.
— Vamos, te llevaremos a casa. Todo estará bien— dice Wayne, poniendo una mano en el hombro de Kai.
La chica finalmente cede ante la insistencia de Wayne y Eunice, consciente de que necesita descansar y cuidar de King en un entorno más tranquilo. Juntos, se dirigen a casa, con la esperanza de que pronto lleguen noticias positivas sobre Eddie. Muy dentro de ella, sabe que su padre y Sam tienen algo que ver, y odia tener que seguir pagando por problemas de ellos.
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Kai entra hasta su casa, se dirige hacia Lia, quien se ha quedado nerviosa esperando noticias de Eddie.
—Lia, ¿podrías cuidar un momento de King? Necesito cambiar mi ropa y hacer algo importante— dice la chica, dejando el bolso sobre la mesa para desplomarse en el sofá, una vez siente comodidad, no puede evitar el llanto.
Lia va donde ella y la abraza.
—Por supuesto, Kai. No te preocupes por King, yo me encargaré de ella. Lamento lo que pasó.
—Papá no sólo odia a Eddie, sino a mí y a King. Lo que hace no tiene perdón.
—Lo sé...su padre es mi hermano. Creo que ser un imbécil va en la sangre— dice la chica— Pero ya verás que será un mal momento. Sólo debes ser despierta, tu padre si hizo esto, fue porque no quiere que King tenga el apellido Munson, quiere manchar sus papeles para persuadir a la corte, para no emparentar a una bebé con un chico que no está limpio.
—Lo sé...—suspira la chica. Sube rápidamente a su habitación, se cambia de ropa y se prepara mentalmente para la difícil conversación que está por venir. Después de unos minutos, se despide de Lia y de King y sale de casa.
