ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ

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Limpio el pincel en el trapo para después tomar otro más pequeño y untarlo en la pintura y pintar en el lienzo frente a mi. Nuevamente la sombra de un hombre era parte de la pintura, pero está vez era distinto, la silueta poco a poco tomaba forma aunque el rostro aún parecía estar detrás de una cortina de humo.

Una sensación de sentirme observada recorre mi espalda, miro mi alrededor en busca de alguien pero estaba completamente sola. De la nada escucho los gruñidos de Az haciendo que me gire hacia él notando como se pone en posición de ataque mientras mira fijamente hacia la puerta de mi baño.

—¿Que ves Az? —pregunto mirándolo confundida —¿Hay alguien ahí?

Me ignora completamente sin apartar la mirada de la puerta, lentamente me levanto del taburete pero apenas doy un paso al frente unos golpes en mi puerta me asustan haciendo que de un pequeño brinco.

—Faye... —murmura Sabrina asomando su cabeza.

Miro una última vez a Az notando como camina hacia mi cama para recostarse en ella sin quitarle la mirada a la puerta del baño.

—¿Esta todo bien? —Sabrina me mira confundida.

—si —asiento levemente —¿Ocurre algo?

—necesito tu ayuda —me pide ingresando a mi habitación al tiempo que cierra la puerta detrás de ella —el alma de Tommy está atrapado en el limbo...

—no sigas —la interrumpo —se donde quieres llegar, y no, no te ayudaré a ir al limbo... Lo siento, pero está vez no estoy de tu lado.

—solo debes cuidar mi cuerpo mientras paso al otro lado...

—ya dije que no —la miro molesta —me metiste en un problema con todos. Mamá está molesta conmigo, puede que una bruja del aquelarre muera e incluso puede que el padre Blackwood se entere y eso sería mucho peor para nosotras.

—no me importa el aquelarre o el padre Blackwood —niega rápidamente —me importa Harvey y su hermano.

—¡No todo giro en torno a ti! —alzo la voz perdiendo la paciencia —¡A mi sí me importa el aquelarre!... ¿Si quiera has pensado en lo que nos hace a nosotros? ¿A tu familia?. Para nosotros si importa el aquelarre, no tenemos una segunda vida a la que huir cuando todo está mal, para nosotros solo hay magia y cuidamos de ella, pero tú solo ves por ti misma, no piensan en el agujero al que nos metes a todos, a mamá, tía Hilda, Ambrose, a mí... Cabas nuestra tumba y ni siquiera te preocupas de eso.

Sabrina me mira en total silencio para después simplemente salir de mi habitación dando un portazo. Quizás no ocupé las palabras adecuadas, quizás gritarle no era la solución, pero todo lo que dije me hacía sentir un peso menos en mis hombros como si lo hubiera estado guardando por años y por fin hoy me desahogaba. Podía sentir el enojo aún dentro de mí, después de todo lo que ha pasado ya no quería seguir cometiendo errores que acabarían cavando mi propia tumba. Es mi familia y siempre estaría para ella, pero aunque para Sabrina no es nada, para mí el aquelarre es lo más importante, seguir al señor oscuro es lo más preciado, es lo que he aprendido hacer durante toda mi vida, jamás he tenido dos caminos como ella, para mí solo existe uno, el camino oscuro.

Me siento nuevamente en el taburete para seguir con mi pintura en un intento de despejar mi mente y hacer desaparecer mi enojo. De la nada Az comienza a hacer ruidos para después levantarse de mi cama y salir corriendo de mi habitación, confundida salgo detrás de él para encontrarlo golpeando la puerta de la habitación de mamá con su pata.

Lentamente acerco mi oído a la puerta escuchando unos golpes extraños, abro la puerta encontrando a mamá golpeándose la espalda con un látigo mientras sus ojos derramaban unas lágrimas. Sin pensarlo corro hacia ella para tomar su mano y quitarle el latigo pero se resiste.

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora