Entro a mi habitación quitándome la chaqueta para lanzarla al suelo, camino a mi cama para recostarme en ella sintiendo en segundos a Az acostándose a mi lado. Estiro mi mano hacia él acariciando con delicadeza su cabeza mientras que en mi cabeza se repite una y otra vez lo sucedido está noche como si se tratase de una película.
Siento el sonido del seguro de la ventana abriéndose, rápidamente me giro hacia ella viendo a Nick entrar por ella. Me acomodo en la cama pegando mi espalda en el respaldo para después doblar mis pierna dejándole espacio para que pueda sentarse frente a mi.
—hoy hice algo que no creía que podía —murmuro iniciando la conversación.
—salvaste al pueblo —dice sentándose frente a mi.
Miro hacia el lienzo aún en el atril, la pintura de la sombra del hombre sigue ahí, ¿Debería contárselo a Nick? ¿Debería contarle de la sombra y de como estuve a menos de un metro del señor oscuro?. Aún podía sentir su garra en mi mentón y sus ojos oscuros mirándome fijamente.
—¿Esta todo bien? —pregunta tomando una de mis manos.
Asiento levemente mientras me levanto de la cama y me dirijo al atril para tomar el lienzo y dejarlo junto a los demás para después taparlo con una sábana blanca cuando una pregunta que no me ha dejado en paz cruza por mente eliminando todo lo demás.
—¿Que es lo que sientes por mí? —pregunto de la nada. Si confiaría en él necesitaba primero saber sus intenciones conmigo.
Un pequeño silencio nos inunda por completo.
Le estoy dando la espalda por lo que no podía ver su rostro y en cierta forma así era mejor. Tenía esa pregunta de hace días queriendo salir de mi boca, pero siempre pasaba algo haciendo que me arrepienta de hacerla.
De la nada siento sus manos posarse en mis hombros para luego hacerme girar hacia él quedando a tan solo unos centímetros el uno del otro. Lentamente subo mi mirada a sus ojos, solo es más alto por unos pocos centímetros, pero en este momento no podía evitar sentirme pequeña frente a él. Sus ojos oscuros se fijan en los míos al tiempo que siento su mano posarse en mi cuello justo bajo mi oído, y antes de que pueda percatarme el espacio entre nosotros desaparece, sus labios se pegan a los míos en un beso completamente diferente a los anteriores que nos hemos dado, este era dulce, tierno e incluso delicado.
—me estoy volviendo completamente loco por ti Faye Spellman —murmura sobre mis labios —siento más de lo conveniente. Te veo y nosé porque razón, pero quiero intentarlo todo contigo.
Me alejo unos centímetros para mirarlo directamente a los ojos, sus palabras parecían ser sinceras. Y sin darme cuenta una sonrisa decoraba el rostro de ambos.
Esas eran todas las palabras que necesitaba para terminar de caer completamente rendida a sus pies.
[...]
Termino de cepillar mi cabello para luego dejar el cepillo a un lado. Hoy había sido el último día de clases en la academia antes de iniciar las vacaciones por el Solsticio de invierno, lo que significaba pasar un tiempo alejada del aquelarre, incluyendo Nick.
—otro más —lo escucho decir detrás de mí.
Me giro notando como mira hacia la ventana en donde cuatro psicopompos estaban posados.
—es hora de despedirnos —murmuro mirándolo al tiempo que me levanto de mi asiento.
—amaría poder besarte... —dice pasando su mirada por mi cuerpo.
Bajo mi mirada a mi pijama compuesto por un short algo pequeño junto con una camiseta pegada a mi cuerpo.
El sonido de otro psicopompo hace que ambos miremos a la ventana, sin más nos despedimos para luego verlo desaparecer frente a mi sin antes escuchar un comentario respecto a mi pijama haciéndome reír.