ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ

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Dejo caer el lápiz de mi mano al tiempo que veo la silueta de Nick ingresando por la puerta de mi habitación. Rápidamente me siento en mi cama a la espera de que diga algo.

—¿Y? —pregunto al ver que permanece en silencio —¿Lograste saber algo?

—es cierto... El padre Blackwood está organizando todo para casarse con tu madre.

Suelto un suspiro al tiempo que me dejo caer sobre la cama.

—esto es horrible.

—¿Realmente lo crees? —pregunta sentándose a mi lado —oí que los casará el antipapa, la mayoría de las brujas ni siquiera llegan a conocerlo.

Lo miro en silencio para después tomar una almohada cercana y ponerla en mi rostro para gritar con fuerza. Nick me quita la almohada y la acomoda bajo su cabeza al tiempo que se recuesta a mi lado.

—debes estar feliz por tu madre —me mira seriamente.

—se que no debo entrometerme en su vida romántica, pero estamos hablando del padre Blackwood... No puedo permitir que se casen.

Nick pasa su brazo detrás de mi cabeza acercándome un poco más a él. Se que sueno como una entrometida, que debería alegrarme por qué mamá está “reconstruyendo” su vida luego de haber estado con el hombre que se hace llamar mi padre, pero no podía dejar de pensar que el padre Blackwood tiene un plan detrás de todo esto. Mamá se casa con él por el poder que tiene al ser el sumo sacerdote, pero ¿Que recibe el padre Blackwood a cambio? Porque obviamente no es algo que hace por amor. Quizás piensa que de esta forma nos mantendrá controlados, después de todo la familia Spellman es conocida por ser un dolor de culo para el consejo infernal, comenzando por la excomunión de tía Hilda al ser parte de un bautizo ante el falso dios, el delito de Ambrose al intentar quemar el Vaticano, las reiteradas veces que Sabrina ha estado en contra de las festividades infernales, y mi reciente deseo de contradecir al padre Blackwood sobre un líder varón en la academia.

La idea de realizar un hechizo en contra del sumo cruza mi mente, habían cientos que podrían funcionar en este momento, podría desterrarlo, herirlo, hacerlo desaparecer o incluso matarlo sin que nadie se de cuenta.

Las horas en la oscuridad comienzan a desesperarme, el sueño parece no querer aparecer y mi mente no hace más que crear posibles escenarios de como arruinar una boda. La respiración de Nick dormido a mi lado es lenta y tranquila, su semblante es relajado y su brazo me rodea con fuerza. Lentamente muevo su mano con cuidado de no despertarlo y me levanto de la cama para dirigirme a mi escritorio, tomo uno de los libros de hechizos y comienzo a revisar hoja por hoja en busca de algo que pueda servirme.

—Faye —escucho la voz de Ambrose detrás de mi.

Rápidamente me giro encontrándolo parado en medio de mi habitación cubierto de sangre mientras una expresión de miedo decora su rostro.

—¿Qué...? —lo miro confundida.

—esta muerto —murmura Ambrose mirando un punto fijo en el suelo.

—¿Quién? —pregunta Nick despertando.

—guardaba sus aposentos y había sangre —susurra Ambrose sentándose en mi cama manchando todo de sangre —por Satán, el antipapa está muerto. No recuerdo como, porque o que...

Al oír el nombre del antipapa rápidamente miro a Nick que me mira seriamente.

Esto es malo, realmente malo.

—no fui yo —Ambrose niega rápidamente en el momento que centramos nuestras miradas en él —deben creerme.

—claro que te creemos —digo mirándolo.

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora