ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ

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Salgo del baño acomodando mi cabello detrás de mis orejas mientras me dirijo a mi cama, desde que bebí el brebaje de hervor y borboteo no he parado de vomitar una y otra vez. Mi estómago ruge por algo de comer pero la sensación de pensar en comida vuelva a darme náuseas.

La puerta de mi habitación se abre en el momento que me cubro con las mantas y tía Hilda aparece con una pequeña botella entre sus manos.

—cariño... —murmura acercándose a mi.

—creo que vomitare otra vez.

—por eso te traje esto —dice dejando la botella sobre mi mesita de noche —es para tu estómago.

—gracias —le sonrío levemente.

Tomo la botella y le doy un gran sorbo sintiendo cómo alivia el picor de mi garganta.

—ahora descansa un poco —murmura acomodando las mantas sobre mi —mañana te prepararé tu desayuno favorito.

Besa mi frente con cuidado para después salir de mi habitación dejándome nuevamente sola. Me acomodo en la cama para dormir, pero el sonido de la ventana abriéndose llama mi atención, me giro esperando ver a Gus pero en cambio veo a Nick entrar por ella.

—¿Cómo te sientes? —pregunta acercándose hasta sentarse a mi lado en la cama.

—mi garganta duele por vomitar tanto —murmuro mirándolo —no creí que vendrías.

—necesitaba saber que estabas bien.

Golpeo levemente la cama a mi lado invitándolo a acostarse. En segundos lo veo quitarse los zapatos y la chaqueta para recostarse junto a mi. Apoyo mi cabeza en su pecho al tiempo que pasa su brazo alrededor de mi cuerpo acercándome a él.

—te traje esto —murmura mostrándome una botellita con un líquido rojo —te ayudará a eliminar el brebaje que bebiste.

—¿Es una de tus pociones? —pregunto subiendo la mirada a su rostro.

—la hice antes de venir aquí.

—la beberé luego —murmuro tomando la botella para dejarla en mi mesita de noche —acabo de beber un brebaje que hizo tía Hilda.

Vuelvo acomodarme en sus brazos al tiempo que siento su mano acariciar mi cabello con delicadeza.

—¿Te quedas conmigo hoy? —pregunto.

—claro.

Lentamente cierro mis ojos hasta quedarme completamente dormida entre sus caricias y las pociones para dormir profundamente.

Abro mis ojos sintiendo una mosquito volar cerca de mi rostro, golpeo el aire con mis manos intentando espantarla pero en segundos cientos de moscas me rodean. Rápidamente me siento en la cama viendo a un demonio parado en la esquina de mi habitación con un cuchillo en su mano.

—ay no, ¿Otra vez?

terjento fuogo icote exigo —aparece Nick desde el baño haciendo que el demonio desaparezca.

Me levanto de la cama para correr a la ventana y cerrarla de golpe.

—¿Dijiste otra vez? —pregunta Nick mirándome confundido —¿Ya te ha ocurrido antes?

—si, ratas y murciélagos —murmuro soltando un suspiro mientras camino nuevamente a mi cama.

—ratas, murciélagos y moscas —murmura sentándose frente a mi —en la monarquía del infierno hay tres reyes de las plagas, no son demonios menores y es difícil invocarlos, soy el mejor estudiante de conjuro y aún así no podría invocarlos solo.

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora