Bajo las escaleras junto con Az encontrando a ambrose parado en la puerta de entrada junto a un mortal vestido de minero. Confundida me paro a los pies de la escalera y me apoyo en el barandal al tiempo que As corre hacia la sala en un intento de no ser visto por el mortal.
—que bien, vas disfrazado de tu futuro —Ambrose mira de pies a cabeza al chico.
El castaño mira un segundo a mi primo para después mirarme y regalarme una pequeña sonrisa en forma de saludo, pero rápidamente su mirada viaja a la parte alta de las escaleras en donde Sabrina estaba parada con un vestido de novia.
—¿Ese es...? —la miro confundida.
—un vestido de novia —Ambrose termina la oración por mi.
—no planeas escaparte y casarte en secreto, ¿No? —pregunto mirando seriamente a la rubia.
Sabrina niega rápidamente con una sonrisa a medida que baja los escalones hasta llegar frente a su novio que no dejaba de recorrerla con la mirada de pies a cabeza.
—es mejor que se vayan antes de que lleguen tía Hilda y tía Zelda —dice Ambrose —o si no se comerán vivo a Harvey y tú arderás en llamas azules.
—¿Llamas azules? —pregunta el mortal mirándonos confundidos.
—solo bromea —dice Sabrina con una risa nerviosa.
Sonrío levemente al tiempo que la rubia se lleva a su novio de la mano.
—no bromeaba —murmura Ambrose caminando hacia la sala.
Río levemente mientras lo sigo. Me siento en el sofá junto a Az y enciendo la televisión para buscar alguna película entre los canales, aún era temprano, la hora de las brujas sería dentro de dos horas así que tenía tiempo de al menos ver algo antes de tener que subir a mi habitación para cambiarme de ropa y prepararme para el bautismo de Sabrina en el bosque.
A los minutos Ambrose deja un bowl de palomitas entre nosotros, tomo un puñado para luego llevarlo a mi boca. La pantalla de la televisión se va a negro haciendo que logre ver por el reflejo un ave parado en la ventana detrás de nosotros. Confundida me giro encontrando un cuervo negro mirándome fijamente. Lo ignoro por completo para volver a girarme a ver la televisión pero el sonido de la puerta de entrada abriéndose llama mi atención.
—Faye! Sabrina! —grita mamá desde la entrada.
—iré a mi habitación —digo mirando a Ambrose.
Rápidamente me levanto del sofá y corro hacia la habitación contigua esperando que mamá o tía Hilda no me vean, no quiero tener que explicarles cómo Sabrina se fue a una fiesta a pocas horas de su bautismo oscuro.
Una vez que escucho sus voces en la sala hablando con Ambrose, corro hacia la entrada para subir las escaleras y dirigirme a mi habitación. Camino hacia mi armario y saco un vestido negro para comenzar a arreglarme.
Me siento frente a tocador al tiempo que levanto una de mis manos haciendo que la radio se enciende y la música inunde mi habitación. Comienzo a maquillarme a medida que tarareo la canción de fondo.
—querida, ¿Estás lista? —pregunta mamá entrando a mi habitación.
—solo necesito unos minutos —la miro de reojo.
—bien, apresurate —me mira seriamente —el aquelarre nos espera en el bosque.
Me mira una última vez para luego salir de mi habitación dejándome sola nuevamente. Intento apresurarme en maquillarme logrando estar lista en unos pocos minutos. Tomo mi chaqueta y salgo de mi habitación para luego bajar a la primera planta en donde mamá y tía Hilda me esperaban.