ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴜɴᴏ

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Después de unos días completamente extraños me encuentro una vez más como de costumbre sentada en mi habitación frente a un lienzo con la imagen del señor oscuro.

La obra resultó ser perfecta, y aunque aún me sentía algo culpable por la herida en el rostro de Dorcas, haber actuado con Nick había sido una de las mejores cosas, el problema vino después, cuando luego de la visita inesperada del señor oscuro en la iglesia profana no podía dejar de sentirlo observándome desde la oscuridad todo el tiempo como si estuviera juzgando cada uno de mis movimientos.

El sonido del reloj me saca de mis pensamientos. Rápidamente levanto de mi silla para ir por el y apagarlo, en un par de minutos me encontraría con Nick en el bar de Dorian y ya estaba llegando tarde.

Me arreglo lo más rápido que puedo y una vez que estoy lista tomo mi chaqueta y me paro en medio de mi habitación.

Lanuae magicae —murmuro haciendo un movimiento con mis manos.

En cosa de segundos aparezco en lo alto de las escaleras del bar de Dorian. Busco con mi mirada a Nick hasta encontrarlo parado junto a la barra mientras bebe y ríe con Dorian. Sin más me acerco a él.

—creí que no vendrías —Nick me mira con una pequeña sonrisa.

Dorian deja un vaso frente a mi para luego alejarse. La verdad es que estar en este lugar rodeada de hombres no era la definición de comodidad, pero a Nick le gustaba estar aquí y a mi me gusta acompañarlo.

A los pocos minutos Nick me arrastra al centro del bar para comenzar a bailar al ritmo de la música. Siento su mano tomar la mía para luego hacer girar alrededor de él para después pegarme a su cuerpo y comenzar a bailar de una forma más lenta.

Sus manos presionan mi cintura al tiempo que las mías se acomodan en su nuca haciendo que nuestros rostros se acerquen al punto de rozar nuestras narices con delicadeza. Sonrío inconscientemente cuando siento como deja un pequeño beso en la comisura de mis labios.

Me hace girar nuevamente haciendo que pegue mi espalda contra su pecho al tiempo que sus manos se aferran a mi cintura guiando mis movimientos. Doy un paso adelante alejándome de él para comenzar a bailar sola, me muevo al ritmo de la música mirando de vez en cuando a Nick que solo me recorría con la mirada de pies a cabeza.

De la nada se acerca a mi pegando nuevamente nuestro cuerpos al tiempo que apoya una de sus manos en mi nuca para acercarme a él y besarme. Sus labios se mueven lentamente sobre los míos para luego comenzar a moverse hasta llegar a mi oído.

—hay muchas personas aquí, vamos a un lugar más tranquilo —susurra haciendo que una corriente suba por mi espalda.

Sin esperar respuesta Nick me toma de la mano y me guía hasta un pasillo vacío en donde me acorrala contra la pared para besarme un vez más.

—vienen las Lupercales —murmura de la nada —¿Me elegirás?

—no creí que participaras.

—participaremos —me corrige —será divertido.

Lo miro en silencio al tiempo que el sonríe levemente y comienza a besar mi cuello. No creía que participar en las Lupercales era algo que le interesaría justo en este momento. En el mundo de las brujas todos saben el propósito principal que es prácticamente pasar la noche con otro brujo en el bosque, pero al estar en pareja creí que ser parte de la festividad era algo completamente innecesario.

Al cabo de una hora me encuentro nuevamente en mi casa. Acomodo mi cabello mojado a un lado para luego enrrollar mi cuerpo con una toalla.

La posibilidad de participar en las Lupercales junto a Nick se repetía en mi mente, si aceptaba sería la primera vez que soy parte de ella, pero aunque quisiera, hay una leve posibilidad que ni siquiera nos toque juntos.

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora