El regreso de Daphne a Alfea estuvo marcado por la reflexión y el deseo de enfrentar sus sentimientos y temores de frente. Mientras caminaba por los pasillos familiares del colegio, una mezcla de nerviosismo y determinación la guiaba hacia el despacho de Farah. Antes de llegar, una voz conocida resonó en el aire.
—Así que eres Daphne, la reina de Domino. ¿Qué te trae de vuelta a Alfea después de tanto tiempo?
Daphne se volvió para encontrarse con Stella, quien andaba junto a Bloom, una joven de cabellos rojos que la miraba con curiosidad. Aunque no había razón aparente para que Daphne sintiera una conexión inmediata, una chispa de reconocimiento parpadeó en sus ojos.
—Sí, soy Daphne. Vine a visitar a Farah y asegurarme de que todo esté en orden en el colegio —respondió Daphne, sin revelar aún sus pensamientos más profundos.
Stella asintió, aceptando la explicación de Daphne, sin sospechar la verdad que yacía bajo la superficie. Daphne decidió no revelar su relación probablemente fraterna con Bloom en ese momento, prefiriendo explorar sus sentimientos y asegurarse de que sus sospechas eran ciertas antes de tomar cualquier acción.
Al llegar al despacho de Farah, Daphne se encontró con la directora completamente sola. Esta levantó su vista de los documentos al verla.
—Daphne, has vuelto rápido.
—Farah, necesito hablar contigo. Lamento la forma en que me fuí antes.Farah asintió, apreciando la sinceridad de Daphne.
—Está bien. Pero, ¿qué pasa? Te noto...Daphne respiró hondo antes de responder.
—Vi a Bloom, y mi magia resonó con la suya. Farah, estoy casi segura de que es mi hermana. La conexión es innegable.Los ojos de Farah reflejaron asombro y comprensión.
—Daphne, eso es increíble. ¿Cómo lo sabes?Daphne explicó los detalles de la conexión mágica que experimentó al ver a Bloom, compartiendo sus pensamientos más íntimos con Farah. Antes de que pudieran profundizar más en la revelación, Saul irrumpió en el despacho sin tocar la puerta, con una expresión de urgencia.
—Lo siento, Farah, Daphne, pero hay un problema. Necesitamos que vengan de inmediato.
Farah y Daphne intercambiaron miradas rápidas antes de seguir a Saul hacia la nueva crisis que se avecinaba en Alfea. El destino de Bloom, las conexiones perdidas y las emociones entrelazadas debían esperar momentáneamente.
El bosque de Alfea, normalmente un lugar lleno de serenidad, se transformó en un escenario inquietante mientras Saul guiaba a Farah y Daphne hacia la barrera que delimitaba el territorio del colegio. Más allá, en la penumbra del bosque, se vislumbraba una figura familiar. Ben estaba arrodillado entre los restos de lo que parecía haber sido un quemado reciente.
—Ben, ¿qué sucedió aquí? —preguntó Saul con seriedad, mientras Daphne y Farah observaban con preocupación.
Ben se puso de pie, mirándolos con gravedad.
—Encontré restos de carbón en el cadáver del granjero. Parece que sabemos de qué podría tratarse... No estoy seguro. Pero esta escena es prácticamente inconfundible —aseguró señalando el cadáver que se encontraba ante ellos.
Daphne frunció el ceño, su percepción mágica confirmaba la presencia de que un quemado había estado en la zona, además de haber asesinado al granjero. Farah, por otro lado, mostraba resistencia a aceptar la realidad.
—No pueden ser quemados. Estamos en Alfea, estamos protegidos por la barrera. Y acabamos con todos ellos.
Saul suspiró, consciente de la negación de Farah frente a la posibilidad de una amenaza.
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DAPHNE (Farah Dowling)
RomanceTras la desaparición del rey Oritel, la reina Marion y la princesa menor, Bloom. El reino de Domino quedó en manos de la hija mayor de los reyes, Daphne.