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El fin de curso en Alfea marcó el cierre de un año lleno de desafíos y descubrimientos. La escuela estaba más animada que nunca, y la sensación de alivio y logro se podía percibir en el aire. Aunque la amenaza de los quemados se había disipado, el misterio detrás de su origen aún intrigaba a Daphne, Farah y al equipo de especialistas.

En el campus, Bloom y sus amigas, Aisha, Stella, Musa y Terra, decidieron emprender un viaje al primer mundo para conocer a los padres adoptivos de Bloom y revelar la verdad sobre sus orígenes y su magia. La partida fue un emocionante capítulo para todas, y Alfea se despidió de ellas con alegría y buenos deseos.

Días después, Daphne también se preparó para visitar el primer mundo. Su destino: el hogar de los padres adoptivos de Bloom. Mientras se dirigía hacia allí, reflexionó sobre cómo cambiarían las cosas después de esta revelación.

Finalmente, en la acogedora casa en el primer mundo, Bloom y Daphne se reunieron con el señor y la señora Peters. Las emociones estaban a flor de piel, pero la verdad necesitaba ser revelada. Bloom compartió su historia, desde su llegada a Alfea hasta el descubrimiento de su verdadero linaje. Los padres de Bloom escucharon atentamente, procesando la asombrosa verdad que se revelaba ante ellos.

Después de la revelación de Bloom, Daphne tomó la palabra. Explicó quién era y cómo, después de años de separación, se habían vuelto a encontrar en Alfea. La sorpresa en los rostros de los padres adoptivos de Bloom se transformó en asombro y, finalmente, en aceptación.

La jornada se prolongó con conversaciones profundas y reflexivas. Las lágrimas y risas se entrelazaron mientras se compartían historias familiares y se creaba un puente entre dos mundos que habían permanecido separados durante mucho tiempo.

Al final del día, en el atardecer que pintaba el cielo con tonos cálidos, Daphne regresó a Alfea, donde la esperaba Farah, llevando consigo la aceptación y el entendimiento de sus orígenes.

Daphne regresó a Alfea, donde Farah la esperaba con expectación. La intriga en los ojos de Farah era palpable, y Daphne, con una sonrisa, se dispuso a contar con todo lujo de detalles cómo fue su encuentro con los señores Peters, los padres adoptivos de Bloom.

En el despacho de Farah, Daphne relató cada momento, desde la llegada a la casa en el primer mundo hasta las emociones compartidas en la conversación. Farah escuchaba atentamente, captando cada matiz de la historia, mientras la conexión entre ellas se fortalecía con cada palabra.

Ambas esperaron con impaciencia al día siguiente, cuando Bloom y sus amigas regresarían de su viaje al primer mundo. La emoción llenaba el aire mientras se preparaban para dirigirse al palacio de Domino. El verano estaba a punto de comenzar, y el reencuentro con Bloom y la promesa de tiempo juntas creaban un ambiente de anticipación.

El sol brillaba en el cielo cuando las chicas regresaron. Abrazos y risas llenaron el aire mientras compartían sus experiencias. Después de compartir las emocionantes historias de Bloom, todas se dirigieron al palacio de Domino, donde pasarían el resto del verano.

La llegada al majestuoso palacio fue un momento de alegría y asombro. Las estancias se llenaron de risas y conversaciones animadas. Las hermanas compartieron la emoción de estar juntas nuevamente, y Alfea se convirtió en un hogar lejos de casa para Bloom y sus amigas.

El verano en Domino prometía días de exploración, aprendizaje y, sobre todo, la creación de recuerdos imborrables. Daphne, Farah, Bloom y sus amigas se embarcaron en nuevas aventuras, con el cálido abrazo del verano acogiendo cada paso que tomarían juntas en los días por venir.

A medida que avanzaban por los pasillos iluminados por destellos mágicos, Stella sintió que la conexión entre ella y Daphne se volvía más sólida. En un momento de confidencia, Stella dejó escapar un suspiro, como si llevara consigo una carga que necesitaba soltar.

DAPHNE (Farah Dowling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora