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Meses más tarde. En el majestuoso palacio de Domino, los preparativos para el baile anual estaban en pleno apogeo. Daphne, a pesar de los recientes acontecimientos y las preocupaciones que la acosaban, sabía que cancelar el evento no era una opción. Los monarcas de los otros reinos esperaban ansiosos esta reunión, y era su deber asistir.

Invitó, como cada año al profesorado de Alfea y Torre de nubes a acompañarla, especialmente a Farah y Griffin, buscando el apoyo y la compañía de aquellos en quienes confiaba. Mientras se preparaba para la celebración, Calliope, su consejera y amiga de confianza, la ayudaba con los detalles del atuendo.

—Daphne, entiendo tus preocupaciones, pero este baile es una oportunidad para mostrar la unidad y la fuerza de Domino ante los demás reinos. No dejes que las sombras del pasado oscurezcan este evento.

Daphne suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad.

—Lo sé, Calliope. Pero con todo lo que ha sucedido, no puedo evitar sentirme insegura.

Calliope ajustó un mechón de cabello de Daphne con delicadeza.

—La corona no solo representa el poder, Daphne, también simboliza la capacidad de enfrentar los desafíos con valentía. No estás sola; cuentas con amigos que te respaldan.

Mientras Calliope la alentaba, Farah, Saul y Ben ingresaron a la habitación. Farah se acercó a Daphne con una sonrisa reconfortante.

—Vas a brillar esta noche, Daphne. Y estamos aquí para apoyarte.

Saul y Ben asintieron en acuerdo, expresando su solidaridad. Daphne se sintió agradecida por tenerlos a su lado.

—Gracias a todos. Necesito su apoyo más que nunca.

Con esfuerzo y determinación, Daphne se vistió con un vestido que reflejaba la elegancia y la gracia que se esperaban de una reina de Domino. Mientras observaba su reflejo en el espejo, sintió una mezcla de nerviosismo y resolución.

—Estás deslumbrante, Daphne. Ningún desafío puede opacar tu luz —comentó Farah con una mirada llena de admiración cuando ya ambas se encontraban a solas con Calliope.

Farah, mientras acompañaba a Daphne a prepararse para el baile, no pudo evitar preguntar sobre Bloom.

—Daphne, ¿vas a presentar a Bloom esta noche ante los reyes?

Daphne, entre los ajustes finales de su atuendo, contempló la idea con reflexión.

—Es una decisión importante, Farah. Presentarla en un evento tan significativo podría traerle claridad sobre su origen, pero también podría abrumarla.

Farah asintió, entendiendo la complejidad de la situación.

—Lo sé, pero ella ya siente que no encaja aquí. Puede ser el momento perfecto para que entienda y encuentre su lugar.

Daphne tomó una pausa, sopesando las palabras de Farah.

—Tienes razón, hablaré con ella y si le parece bien... Haré el anuncio durante el baile.

La determinación brilló en los ojos de Daphne mientras Farah le sonreía, reconociendo la valentía de su decisión.

—Estoy segura de que Bloom lo entenderá, y todos estarán aquí para apoyarla.

Con la resolución de revelar la verdad sobre Bloom, Daphne se preparó para enfrentar el baile con un propósito claro en mente. Mientras los reinos se unían en celebración, la reina de Domino estaba lista para compartir un capítulo crucial de su historia.

Daphne continuó terminando de arreglarse junto a Calliope cuando Farah se marchó, pues también debía prepararse para la velada.

Farah descendió las majestuosas escaleras del salón de baile de Domino, ataviada en un vestido que resplandecía como un rayo de luz lunar. Daphne, esperándola al pie de las escaleras, quedó sin aliento al verla.

DAPHNE (Farah Dowling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora