Mientras Daphne caminaba por el santuario oculto de Alfea en busca de alguna señal, de alguna respuesta, sintió bajo su bota una ligera resistencia. Al inclinarse para inspeccionar, notó una baldosa ligeramente suelta. Intrigada, decidió investigar más a fondo. Con cuidado, arrancó la baldosa, revelando una abertura oculta en el suelo. Bajo ella, unas escaleras desconocidas se extendían en la penumbra.
La curiosidad y la intriga se apoderaron de Daphne mientras descendía por las escaleras. El aire se volvía más denso, y el sonido de sus pasos resonaba en el espacio subterráneo. Al llegar al final, se encontró en una cámara secreta, decorada con antiguos símbolos mágicos.
—¿Qué es este lugar? —se preguntó en voz baja, explorando cada rincón de la sala oculta.
La tenue luz que se filtraba por grietas en las paredes revelaba jeroglíficos antiguos y artefactos mágicos. Daphne se dio cuenta de que había descubierto algo perdido en la historia de Alfea, algo que estaba destinado a permanecer oculto hasta ahora.
Decidió explorar más a fondo, con la sensación de que estos pasadizos secretos podrían albergar pistas cruciales sobre los eventos misteriosos que rodeaban a Alfea y a su los demás reinos.
La magia en el aire era palpable, y Daphne se debatía entre la fascinación y la incertidumbre. ¿Adónde conduciría ese portal? ¿Qué misterios o peligros aguardaban al otro lado? La curiosidad se apoderó de ella, impulsándola a considerar la posibilidad de cruzar esa frontera mágica.
El resplandor del portal titilaba, invitándola a aventurarse en lo desconocido. Daphne, sin embargo, vacilaba en dar el paso. Los ecos de historias antiguas y advertencias resonaban en su mente, recordándole que algunos portales podían llevar a dimensiones inexploradas o lugares peligrosos.
En un momento de valentía, Daphne decidió arrostrar lo desconocido. Extendió la mano hacia el portal, sintiendo la energía mágica palpitar bajo sus dedos. Sus pensamientos se mezclaban entre la emoción de la exploración y la prudencia instintiva.
Antes de dar el paso audaz hacia el portal, la imagen de Farah se materializó en la mente de Daphne, como un faro que la guiaba incluso en medio de lo desconocido. La conexión con ella la llenó de determinación, y decidió posponer su travesía a lo desconocido.
Con pasos decididos, Daphne retrocedió del portal, sintiendo el latido de su corazón que resonaba con fuerza. La idea de explorar ese lugar fascinante se desvaneció temporalmente frente a la urgencia de compartir su descubrimiento con Farah.
Regresó al santuario oculto en Alfea con la excitación palpable en su ser. Al llegar al despacho de Farah, la encontró inmersa en la lectura de un antiguo grimorio. Con ojos brillantes, Daphne compartió emocionada y sorprendida la revelación del portal y lo que podría aguardar más allá.
Farah, al escuchar la historia de Daphne, expresó un cóctel de emociones: asombro, fascinación y un deje de cautela. Ambas se sumieron en una charla sobre las posibilidades y los riesgos de aquella puerta mágica.
Con una mirada seria, Daphne confesó a Farah sus sentimientos encontrados.
—Farah, tengo esta extraña intuición de que el portal no conduce a un lugar seguro, pero mi corazón me impulsa a cruzarlo. Es como si una fuerza mágica me llamara, y no puedo ignorar esta sensación.Farah, con una expresión reflexiva, sostuvo la mano de Daphne con firmeza.
—Entiendo que sientas esa llamada, pero también quiero que tengas precaución. No sabemos qué nos espera al otro lado, y tu seguridad es lo más importante para mí.A pesar de la inquietud en su interior, Daphne sonrió y apreció la preocupación de Farah.
—Prometo ser cautelosa, y te prometo que regresaré a salvo. Pero siento que este portal tiene respuestas que necesitamos, respuestas sobre nuestro pasado y nuestro futuro.Daphne miró a Farah con seriedad, sus ojos revelando una mezcla de determinación y preocupación.
—Farah, hay algo más. Siento que mi madre está conectada de alguna manera a este portal. Como si hubiera una conexión entre su desaparición, los quemados y este lugar oculto.Farah asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—Si hay alguna conexión con tu madre, debemos descubrirla. Pero recuerda, estamos juntas en esto. No importa a dónde nos lleve este portal, enfrentaremos lo que sea juntas.Daphne miró a Farah con seriedad y cariño.
—Farah, esto es algo que debo hacer sola. No puedo permitir que te arriesgues. Tienes la responsabilidad de cuidar de Alfea, de Bloom y de todo lo que amamos. No me perdonaría poner en peligro tu vida.Farah asintió, aunque no sin resistencia.
—Entiendo, Daphne, pero no me gusta la idea de que enfrentes esto sola. Si hay algo peligroso detrás de ese portal, deberíamos encontrar una solución juntas.Daphne le sonrió con gratitud.
—Lo sé, Farah, pero siento que es algo que debo hacer por mí misma y por mi madre. Pero te prometo que volveré. Mantendré nuestra conexión fuerte, y cada paso que dé, lo haré pensando en ti.Farah miró fijamente a Daphne, con una mezcla de preocupación y determinación.
—Daphne, no quiero que vayas. No quiero que te pongas en riesgo. Hay demasiadas incógnitas detrás de ese portal.Daphne tomó las manos de Farah con cariño.
—Lo sé, mi amor, pero tengo que hacerlo. Siento que hay respuestas importantes al otro lado, y mi intuición me dice que esto está conectado de alguna manera con mi madre y con todo lo que está sucediendo. No puedo ignorar ese llamado.Farah apretó las manos de Daphne, luchando con sus propios temores.
—Pero, Daphne, ¿y si algo te sucede? No puedo soportar la idea de perderte.Daphne la abrazó con ternura.
—Lo entiendo, Farah, pero también sé que no puedo ignorar esta llamada. Es algo que debo hacer. Y debo hacerlo ahora. Podría desvanecerse podría... Prometo que tomaré todas las precauciones posibles y que volveré a salvo. Confía en mí.Farah la miró con ojos llenos de amor y preocupación.
—Te amo, Daphne. Haz lo que sientas que debes hacer, pero por favor, ten cuidado.
—Dale esto a Bloom —dijo Daphne sacando una carta. —Y cuida de Stella, temo que su madre la hostigue demasiado. Y de las demás como siempre lo has hecho. Por favor avisa a Calliope y haz que Griffin venga a investigar las runas y símbolos, es buena en ello. Sé que descifrará muchas cosas. Farah. Te quiero. Te quiero mas de lo que imaginé que se podía querer a alguien. Te prometo que pase lo que pase encontraré la manera de volver a ti.
—Te quiero Daphne —dijo Farah uniendo su cabeza con la de la reina de Domino mientras una lágrima rodaba por su mejilla.Daphne le dio un beso suave en los labios antes de marcharse. Farah observó con el corazón apretado, deseando que Daphne regresara sana y salva de ese lugar desconocido.
Farah siguió a Daphne hasta donde se encontraba el portal y observó con un nudo en el estómago mientras Daphne cruzaba, y sus pensamientos se enfocaron en la esperanza de un pronto reencuentro.
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DAPHNE (Farah Dowling)
RomanceTras la desaparición del rey Oritel, la reina Marion y la princesa menor, Bloom. El reino de Domino quedó en manos de la hija mayor de los reyes, Daphne.