Daphne miró a Bloom con preocupación en sus ojos. Guiándola hacia un rincón más apartado de la escuela, Daphne decidió abordar las inquietudes que había percibido en la expresión de su hermana.
—Bloom, necesito que me cuentes todo lo que ha pasado en Alfea mientras yo estuve ausente. Empieza por Farah, por favor —dijo Daphne, sintiendo un nudo en el estómago.
Bloom asintió, sus ojos revelando la carga de secretos y preocupaciones acumulados durante esos meses.
—Farah desapareció misteriosamente poco después de tu partida. Muchos dicen que huyó, pero yo no lo creo. Algo no está bien, Daphne. Además, Rosalind tomó el mando de Alfea, apoyada por la reina Luna de Solaria. Parece que ambas tienen intenciones maliciosas —explicó Bloom, con tono grave.
Daphne frunció el ceño, digiriendo la información. La desaparición de Farah y el ascenso de Rosalind no eran coincidencias, y la implicación de la reina Luna complicaba aún más la situación.
—Esto no puede ser solo una casualidad. ¿Has intentado averiguar qué está pasando realmente? —preguntó Daphne, su mente trabajando para entender la magnitud de la situación.
Bloom asintió, suspirando.
—He intentado, pero algo oscuro está en juego, y no puedo descubrirlo por mi cuenta. Necesitamos tu ayuda, Daphne. —Bloom miró a su hermana mayor con determinación.
Daphne apretó los puños, comprometiéndose a desentrañar los misterios que envolvían a Alfea.
—Haré todo lo posible para ayudar, Bloom. Pero primero, necesitamos encontrar a Farah y descubrir la verdad detrás de la situación en Alfea.
—Las chicas y yo nos marchamos esta noche.
—¿Qué? —preguntó Daphne con incredulidad.Bloom miró a Daphne con determinación, sabiendo que cada palabra pesaba en la difícil decisión que estaba a punto de tomar.
—Saul fue encerrado en Polaris, y esta misma noche nos embarcamos en una misión para rescatarlo. —Las palabras de Bloom resonaron con una mezcla de valentía y preocupación. —Es la última conexión que tenemos con Farah.
Daphne se quedó en silencio por un momento, asimilando la nueva información. La situación en Alfea era más complicada de lo que había imaginado, y ahora, con la noticia del encarcelamiento de Saul, sentía que la oscuridad se cernía sobre ellos.
—Bloom, sé que es peligroso, pero estoy dispuesta a ayudar. No podemos dejar que las sombras se apoderen de Alfea y afecten a las personas que amamos, pero debes saber varias cosas antes.
—Tengo que prepararme, no tenemos tiempo.
—He encontrado a mamá.Las palabras resbalaron por los labios de Daphne dejando a Bloom completamente paralizada.
—¿Qué?
—La he mandado al palacio de Domino. Llegará en unas horas. Calliope me avisará. Estará más segura allí. Y papá... También está encerrado en Polaris. Desconozco si está vivo.Bloom tuvo que tomarse unos segundos para procesar debidamente la información que captaban sus oídos.
—Quiero conocerla, más que nada en el mundo. Pero prometí que salvaría a Silva y lo haré. Iremos a Polaris y sacaremos a Silva y descubriremos cómo está papá.
—Sí —dijo Daphne tomando la mano de Bloom. —Pero tus amigas no vienen. Porque si te pones en peligro sé que seré capaz de sacarte de ahí a cualquier costo y de cualquier manera. No puedo estar pendiente de otras cinco adolescentes con todo lo que tengo encima. Habla con ellas. Necesito ojos y oídos aquí.Bloom asintió, agradecida por el apoyo de su hermana.
—Descuida, lo entenderán.
—Bien. Te avisaré cuando nos vayamos.Bloom sonrió, sintiendo que, con la unión de su familia, podrían enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Daphne devolvió la sonrisa, consciente de que se avecinaban tiempos difíciles.
La oscuridad envolvía el antiguo cementerio mientras Daphne y Bloom se preparaban para la partida. Un majestuoso dragón de Domino, con escamas brillantes, aguardaba pacientemente. Daphne había sido avisada de que su madre al fin se encontraba sana y salva en el palacio de Domino y un enorme peso de había quitado de su pecho. Pero aún quedaban otros varios.
—Estoy lista, Daphne. Vamos a traer de vuelta a Saul y descubrir qué ha pasado con nuestro padre. Necesito respuestas.
—Yo también...
—Cuando volvamos encontraremos a Farah —dijo Bloom tratando de soñar tranquilizadora.
—Sí, lo sé. Tengo a mis dragonas y a mis tropas buscándola —dijo tratando de evitar mostrar a su hermana el nudo que se acumulaba en su garganta.
—Daphne...
—Sube al dragón, iremos más rápido volando y también será más seguro. Está adiestrado, me seguirá.Bloom asintió, subiendo al dragón con torpeza y acomodándose en la espalda del imponente ser. El dragón extendió sus alas, levantándose con elegancia en el cielo nocturno.
Daphne comenzó a volar a una velocidad casi irreal mientras el dragón la seguía de cerca con Bloom sujeta a sus escamas con fuerza.
La vastedad del desierto de hielo en Polaris se extendía ante Daphne y Bloom cuando descendieron. Bloom miró a su alrededor, confundida por la aparente falta de señales de vida.
—¿Daphne, dónde estamos? No veo nada, solo hielo interminable. —Bloom frunció el ceño, buscando respuestas en el paisaje helado.
Daphne, en cambio, exudaba confianza. Con paso seguro, se dirigió a un punto específico del suelo con determinación. Cuando estuvo en el lugar adecuado, pronunció unas palabras antiguas y misteriosas. En ese instante, el hielo bajo sus pies se abrió, revelando unas escaleras descendentes.
—Este es el camino hacia el interior de Polaris. Estas tierras ocultan secretos profundos. Ven, Bloom, te mostraré lo que se esconde en las sombras del hielo. —Daphne extendió la mano hacia su hermana, invitándola a seguir.
Bloom, aún asombrada por el cambio repentino, siguió a Daphne por las escaleras. A medida que descendían, una luz tenue iluminaba el camino, revelando una compleja red de pasadizos subterráneos. Daphne explicaba la historia de Polaris, sus antiguas leyendas y cómo su madre la había preparado para entender este lugar mágico.
—Aquí es donde los secretos de Polaris se entrelazan con nuestra historia. Debemos avanzar con cuidado y determinación. —Daphne guiaba a Bloom, anticipando lo que encontrarían más adelante.
Las hermanas se adentraron en los misterios de Polaris, explorando pasajes y cámaras de hielo que susurraban historias olvidadas. Rostros congelados de antiguos guerreros o delincuentes en celdas heladas.
—¿Están muertos? —preguntó Bloom.
—No todos, la magia de las hadas es poderosa. Muchos resisten aunque congelados como si estuvieran en algún estado de estasis. Pero los especialistas no suelen correr con la misma suerte. Ellos no poseen Magia interior que les mantenga con vida y acaban muriendo. Al igual que muchos monstruos de por aquí, o criaturas irreconocibles. Es por eso que es urgente sacar a Saul cuanto antes.
—¿Sabes dónde está? —preguntó Bloom mientras seguían avanzando en lo que parecía una explosiva on de rostros y cuerpos congelados a cada paso.
—Andreas dijo que hacía poco y a los nuevos y sin Magia los dejan en una zona hasta que se congelen por completo y mueran. Si tenemos... Si tenemos suerte aún podremos salvarlo.
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DAPHNE (Farah Dowling)
RomanceTras la desaparición del rey Oritel, la reina Marion y la princesa menor, Bloom. El reino de Domino quedó en manos de la hija mayor de los reyes, Daphne.