La atmósfera en el despacho de Farah estaba cargada de tensión mientras Daphne, Farah, Ben y Saul revisaban detalladamente los documentos y pergaminos esparcidos por la habitación. Las velas parpadeaban, proyectando sombras danzantes sobre las paredes, reflejo de la gravedad de la situación que investigaban.
—Esto es perturbador. Quien sea que haya creado los quemados tiene un conocimiento oscuro y profundo de la magia prohibida —mencionó Ben, señalando uno de los pergaminos.
Farah asintió, frunciendo el ceño.
—Necesitamos descubrir cómo han llegado a Alfea y quién está detrás de esto.Justo cuando estaban profundizando en sus investigaciones, una ráfaga de viento agitó los pergaminos, llamando la atención del grupo. Ben se dirigió a la ventana y miró hacia el horizonte. Entonces, Aisha, una compañera de Bloom, irrumpió con urgencia.
—¡Directora Dowling! —exclamó Aisha, jadeando. —Tenemos un problema. Bloom ha ido al primer mundo a través de un portal en el viejo cementerio.
La noticia cayó como una losa sobre el grupo. Daphne, Farah, Ben y Saul intercambiaron miradas de preocupación. La Magia de Daphne se agitó, revelando la inquietud en su interior.
—¡Tengo que ir a por ella! —declaró Daphne, desplegando sus alas con rapidez y saliendo volando por la ventana del despacho.
Farah, sin dudarlo, se puso de pie y salió corriendo del lugar siguiendo el rastro del hada en el aire seguida por Saul y Ben.
Cuando llegaron al lugar, la magia del portal aún reverberaba en el aire. Daphne miró con determinación hacia el horizonte.
—Siento algo. Bloom está en peligro. ¡Debemos encontrarla!
Con un impulso poderoso, Daphne se elevó en el aire, surcando el cielo con una velocidad sobrenatural. Farah, con la mirada fija en Daphne, sintió una corriente de energía mágica emanando de ella. Sin más opción que correr, persiguió a Daphne mientras esta volaba a toda velocidad.
Bajo ellas, el paisaje del primer mundo se convertía en un borrón, la velocidad de Daphne casi inalcanzable. Farah luchaba por mantener el ritmo, pero cada vez estaba más lejos de Daphne, quien estaba centrada en su conexión mágica con Bloom.
En su carrera, Ben y Saul se esforzaban por seguir el ritmo, pero la distancia entre ellos y las dos hadas se ampliaba. La urgencia del momento llenaba el aire, mientras la magia de Daphne las guiaba hacia donde Bloom se encontraba.
Finalmente, Daphne descendió con rapidez en un área boscosa. Farah, sin aliento, llegó unos momentos después. A lo lejos, entre los árboles, vieron a Bloom, pero algo más oscuro se movía tras ella.
—¡Daphne, cuidado! —gritó Farah al ver la sombra que se acercaba.
Daphne reaccionó al instante. Enfrentaron a un quemado. La batalla fue intensa, la luz del fuego de Daphne chocando contra la oscuridad de varios quemados. Farah se unió a la lucha, utilizando su magia para proteger a Bloom.
El bosque resonaba con los sonidos de la batalla, cada destello de fuego y oscuridad iluminando la oscura noche. Ben y Saul llegaron a tiempo para ayudar, enfrentándose valientemente a las criaturas emergentes.
Daphne, Farah y el grupo trabajaron en armonía para repeler a los quemados y asegurarse de que Bloom estuviera a salvo. La magia del fuego de Daphne danzaba con la magia de la mente de Farah, creando un escudo protector alrededor de todos.
Finalmente, los quemados se retiraron ante la fuerza combinada del grupo. Bloom, aún temblorosa, miró a Daphne y Farah con gratitud.
—Gracias por salvarme. ¿Quiénes son ustedes?
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DAPHNE (Farah Dowling)
RomanceTras la desaparición del rey Oritel, la reina Marion y la princesa menor, Bloom. El reino de Domino quedó en manos de la hija mayor de los reyes, Daphne.