7 / 01 / 1981 Kamenniki, U.R.S.S
_¡что я должен сделать! // qué debería hacer! _.
La mujer gritaba eufórica al hombre frente suyo, el cual solo pensaba en lo que había escuchado en la carta, la que estaba en manos de la mujer. Lloraba expresando el dolor y preocupación a su marido, la noticia que lo llevarán al muro de Berlín para ser guardia la destruyó por completo.
_¿Почему они забирают тебя у меня, у твоей семьи? // por qué te alejan de mi, de tu familia? _.
Ksenia, Nikita, sus hijas cruzaron su mente. La tristeza se convirtió en furia. ¿Cómo se atrevió? Su jefe, quien confió, quien creó un vínculo durante las guerras que vivieron juntos, lo haya traicionado de esa manera.
_Я не хочу терять еще одного человека, которого люблю...// no quiero perder a otra persona que amo... _. Su voz sonaba quebrada, rasposa, como si las palabras costaran salir de su boca.
Alejandro se limitaba a verla.
Apretó con fuerza el papel con enojo al darse cuenta que no decía nada.
Reprimió el impulso de pegarle una cachetada y salió de aquella oficina secando sus lágrimas, tirando la carta al suelo.
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_¡¿как ты смеешь, ублюдок?! // cómo te atreves bastardo?! _.
Alejandro estaba del otro lado de la llamada queriendo que todo sea un malentendido.
Reía mientras apoyaba sus pies en la mesada. _¿ты думаешь, я не знаю, как ты внедрил капиталистические идеи в моего сына? // crees que no se como le metiste ideas capitalistas a mi hijo? _.
Apretó el teléfono con furia. No podía creer lo extremista que podía llegar a ser.
_Он всегда говорит, он мне все рассказал // él siempre habla, me cuenta todo... _.
La llamada se cortó, miro sus boletines con sus pertenencias. Debía irse en poco tiempo solo faltaba lo más terrible, despedirse.
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El ambiente era asfixiante en aquel tren. La luz que traspasaba las maderas gastadas podían predecir que ya era otro día, varios hombres jugaban cartas, escribían para sus familias o simplemente descansando en camas improvisadas con sacos militares.
El tiempo allí no parecía existir , las horas y días pasaban, algunos más rápidos que otros pero no importaba mucho y más cuando sabían de su destino.
Alejandro estaba sentado sobre un baúl escuchando la radio. En Berlín el clima llegaba a ser mucho más cálido que en sus países natales, tal vez era lo único bueno que podía esperar de aquel viaje tan agotador. Pensaba en todas las cartas que debía escribir para sus hijas, esposa y hasta para su amigo Augusto.
Augusto...¿Qué estará haciendo, se habrá enterado de su ausencia?
Cerró sus ojos y apoyó su cabeza en la pared del tren, usó su ushaka para tapar sus ojos dejando a algunos de sus mechones rubios sobresalir.
Su siesta se vio interrumpida por los cánticos de algunos hombres al pasar una canción en la radio. Tenían coordinación pero su entonación sin duda daban a desear.
- Vyhodila na byereg Katyusha -
Repetían al unísono.
_Имбецилы, мы не идем против нацистов! _. Gritó uno de los hombres en el tren. Conocido por su fluido aleman y descendencia de aquel pais, sus cabellos negros como la noche bien peinados hacia atras resaltaan entre las melenas rubias y castañas de los demas.
Su enojo era notable y la falta de sueño también. Estaba cansado y el estorbo de los otros no ayudaban.
_No crean que vinieron después de que media Europa fuera liberada. _. Término por decirles.
_ohh, pero qué tan poco patriotismo.. _.
_el alemán ya se enojo _.
Decían mientras miraban al hombre recostado sobre un colchón improvisado.
_lamento que tu pueblo ya no tenga tu gran lider _. Dijo mientras con su dedo improvisaba un bigote como el de Adolf Hitler.
Las risas de los demás no se hicieron esperar. Él solamente con su gorro militar tapó su rostro y siguió con su siesta.
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𝚄𝙽 𝚅𝙸𝙴𝙹𝙾 𝙼𝚄𝙽𝙳𝙾 𝙿𝙰𝚁𝙰 𝚄𝙽 𝙿𝙰𝙸́𝚂 𝙽𝚄𝙴𝚅𝙾
Historical Fiction¿Qué harías si estuvieras desde que naciste encerrado con un hombre que te oculta del exterior? Escapar, obvio, es instinto querer vivir de otra manera, ver las cosas de otra manera, sentir las cosas... de otra manera. Argentina vivió con U.R.S.S d...