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Su respiración se agitaba. Tenía miedo. Argentina miraba como el viento rugía detrás de la ventana ¿Eso lo asustaba? No, el hecho de que alguien estaba durmiendo a su lado lo había pertubardo. Se hizo más chiquito en su lugar y ocultó su cabeza en las mantas.

_soy yo _.

En la oscuridad y silencio de aquella habitación un suave susurro cerca de sus cabellos le provocaron un escalofrío.

U.R.S.S se encontraba a su lado, no estaba bajo las mantas y sus pies salían predominantemente por su gran altura en la cama tan chica. Acariciaba uno de los brazos del menor mientras miraba su pelo sobresalir de las mantas.

_¿Te asusta? _.

Una sonrisa adornó su rostro al ver un movimiento en las sabanas, posiblemente negando con la cabeza. Su mentón lo apoyó en su cabellos y cerró sus ojos.

_¿Alguna vez te dije el porque te puse aquel nombre? _.

Se acomodo mejor en aquella cama mientras jugaba con alguno de sus cabellos.

_En la edad de plata... _. Como le gustaba decir él la época donde los demás países dejaron de existir, Si. Así era la historia para Argentina, solo ellos dos eran los únicos países en aquel escabroso mundo. _Conoci a un muchacho igual que tú. Era mi amigo...murió en un bombardeo, por eso te llame así. _.

El menor escuchaba cada susurro. Cada palabra.

_Август...Я тебя люблю // Augusto...te amo _. Terminó por decir a lo bajo y de forma lenta salió de aquella cama y habitación ajena, dejando en la cama un chico con varias preguntas.

Pasaron los minutos y hasta que oyó los pasos lejos de su puerta se dignó a sentarse en la cama con una incomodidad en su cuerpo y mente, ¿Qué había sucedido?

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Amaneció y a primera hora Argentina se vestía, ¿A donde iría? hacia Moscú, fue invitación de U.R.S.S quien lo levantó a gritos para que se preparara.

Volteo y pudo ver en la puerta un hombre elegante observando. Argentina solo se apuró en abotonar su abrigo. El contrario se posó frente al gran espejo, mirándose. Argentina se posó al lado suyo y ahora ambos se miraban al espejo. Observaba sorprendido, no por su diferencia de altura que era notoria, sino por sus tan llamativos colores, los de su bandera. Él con su cabellos celestes como el cielo y un sol radiante dando su hermoso color de ojos. Por otro lado U.R.S.S con su rojo fuerte, como la sangre y un parche con su hoz y martillo.

_Estas más alto... _. Dijo interrumpiendo su pensar.

_si _.

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Las calles estaban llenas, raro para ser tan temprano, en una cafetería ambos países pasaban un momento tranquilo, o bueno, U.R.S.S leía su periodico mientras Argentina miraba a alguien. Una muchacha con su pelo rubio suelto estaba del otro lado de la calle, sonriéndole."Hermosa" Llego a pensar. Nunca había hablado con una chica y un cosquilleo en su estómago lo exalto.

_oye _. Rápidamente miró al contrario. No vaya a ser que se enterara. _Ire a pagar la cuenta _. Dijo mientras bajaba el diario.

Sus ganas de hablar con ella crecieron y apenas el mayor volteo salió directo a la calle. No podía juzgarlo, crecer en un ambiente solitario te hace desear conocer gente, es necesario para todos. Quedó frente ella y...el parecido con el hombre que tanto quería lo llenó de nostalgia,

Sus delicadas manos agarraron las suyas y sus ojos verdes como el olivar lo cautivaron.

_Август... _. Su nombre entre sus labios...se sentía como un suave relajo.

La miraba con sus más ensoñados ojos, parecía como un sueño.

_я Никита... _. Dijo con una sonrisa.

Nikita. "Victoria" en ruso.

_Te estuve esperando _.

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𝚄𝙽 𝚅𝙸𝙴𝙹𝙾 𝙼𝚄𝙽𝙳𝙾 𝙿𝙰𝚁𝙰 𝚄𝙽 𝙿𝙰𝙸́𝚂 𝙽𝚄𝙴𝚅𝙾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora