Llegar a un nuevo país totalmente diferente es un cambio duro, pero no imposible, al menos podía hablar el mismo idioma, aunque las palabras tenían diferentes connotaciones y el vecindario le recordaba un poco a su antigua casa. Niños de su edad o posiblemente un poco más mayores miraban todo con gran curiosidad y una leve sonrisa fue donde empezó a sentirse muy nervioso ¿Podría ser amigo de alguno de ellos o estaría igual de solo como en Argentina? Era una pregunta constante en la cabeza de Lionel Messi. Sintiendo como sus días transcurrían con un poco de pesar al notar que era la burla del vecindario y terminó repitiendo esas conductas de aislamiento donde inventaba miles de excusas para no salir de su habitación o al menos eso creía, hasta que una tarde de regreso al colegio pudo ver a dos chicos almorzando unos tacos.
Fue inevitable no sonreírle a uno de ellos.
Y ese día pudo conocer a Guillermo Ochoa, un chico dos años mayor que él que vivía a varias cuadras del mismo vecindario. Que amaba el tema de astronomía así como ir al circo por las noches, ambos compartían un mismo dolor interno de tener familias sumamente religiosas, aunque veían el lado bueno. Se encontraban todos los domingos en misa convirtiéndose muy cercanos que terminaron en la misma clase de catequismo y los sábados eran sus días favoritos para encontrarse sin miedo a ser juzgados por estar en la casa de Dios y todos observaban esa amistad con normalidad sin imaginarse que nacía un amor entre ellos que traspasaba la fraternidad.
¿Qué tenía de malo estar enamorado de un hombre?
¿En realidad era pecado amar a Lionel Messi?
¿En verdad es un pecado amar a Guillermo Ochoa?
Messi siempre se cubría los oídos cuando escuchaba como sus padres discutían a gritos o como su hermano mayor, siempre buscaba como apuñalarlo con sus comentarios misóginos que quebraban un poco su alma.
— Eres un fenómeno, Lionel. Por eso nuestros padres siempre están discutiendo... Por tener un hijo varón con la condición de procrear. Papá tiene razón eres una aberración —
Noches como esa terminaba llorando en silencio a la par que trataba de esconder sus llantos en las almohadas, pero su ángel de la guardia siempre llegaba en el momento justo para limpiar sus mejillas y no podía sonreír feliz cuando Guillermo le besaba la frente cada vez que entraba a su habitación a través de la ventana y se preocupó al notar una mejilla morada en el rostro de su amado quién siempre evitaba hablar de las disputas con su padre cuando estaba ebrio y llegaba con la amante en turno.
Era en esos momentos donde Guillermo se preguntaba ¿Por qué su madre seguía soportando todo aquello? ¿Viviendo en un lugar sin amor? Pero esos pensamientos desaparecían cuando la sonrisa de ese bello argentino alumbraba la oscuridad en su mente.
— No eres una aberración, mi querido Lionel, Eres perfecto tal y como eres... recuérdalo siempre —
— ¿En verdad lo crees, Guille? —
— Claro que sí, te quiero Lionel Messi y siempre será así... —
— También te quiero.... Y siempre será así... —
Lionel Messi obtuvo su perdida en un cielo de color rojo y nubes negras, viendo como algunos chicos pasaban para difundir y multiplicar historias falsas acerca de su Guillermo, su recompensa fue la seducción de alguien que se hace llamar amigo y aunque se negó en más de una ocasión tuvo que ceder ante el miedo y pavor de morir.
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Lazos perversos
FanfictionEl mundo de Lionel Messi se viene abajo cuando uno de sus mejores amigos muere en un extraño "accidente". La situación emocional del chico empeora al pasar los años y los fantasmas del pasado regresan en busca de venganza. Descubre que ha crecido en...