El Cuarto jinete y su caballo pálido

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Muerte

Robert Lewandowski miraba todo con una gran sonrisa y es que las noticias enfocaban su rostro, la justicia internacional había hecho su trabajo y bueno, realmente no los culpaba en lo absoluto hasta admite que fue divertido estar en ese lado lleno de luz. Ahora debía saldar su deuda de vida y le era leal al primer jinete; recordaba perfectamente como hace dos años conoció al verdugo de Pedro prometiéndole la venganza ante la perdida de su querido Pablo Gavira.

Te pido paciencia, vengaremos la muerte de nuestro querido Pablo. Te lo juro

Fue la única petición que le solicitó y lo cumplió al pie de la letra.

Zidane junto con Lionel Messi estaban presentando un reporte, aunque el argentino en cada momento se mostraba con el corazón roto ante la perdida de Reus y en sus momentos de soledad lloraba en silencio e ignoraba por completo a todos, quería realizar su duelo solo por primera vez; Robert aun tenía que realizar un encargo más antes de regresar por completo a las sombras y si algo odiaba era no cumplir con los caprichos del joven Guillermo.

Era increíble como el pasado se había encargado de encontrar a sus viejos amigos del circo e iniciar con la tan anhelante justicia. Tan bizarro el mundo y perder al amor de su vida en un fatídico asesinato solo por mero placer era algo que jamás iba a perdonar.

Desde muy joven Robert se había unido al circo y jamás imaginó encontrar la familia que tanto añoraba, España era su lugar favorito, pero donde le robaron el corazón, fue en México. Por un momento creyó que estaba enamorado de Guillermo Ochoa que siempre lo invitaba a las funciones y por un corto lapso aborrecía a Lionel Messi. Todo cambio cuando el joven español Pablo Gavira llegó con su familia a la ciudad y aunque tenían una diferencia de años eso no impidió que ambos cayeran enamorados perdidamente.

Robert tenía apenas 18 años cuando llegó a Mérida

Pablo a los diez años se puso muy feliz de conocer a su destinado y es que gracias a esos dos chicos que siempre lo defendían de esos molestosos vecinos que se burlaban de su condición y es que Pablo siempre se preguntó ¿qué tenía de malo que un hombre procreara? Lionel Messi era quién siempre cargaba a Pablo entre sus brazos, le susurraba palabras bonitas mientras Guillermo tocaba la puerta con todo su cuerpo adolorido y entregaban al menor a su madre quién siempre les agradecía por defender a su hijo, pero sin saber que Pedro era quién torturaba a su propio mellizo.

Pablo siempre miraba maravillado el espectáculo de Robert y cuando llegó la separación abrupta, se juraron su reencuentro dentro de algunos años cuando el joven español tuviera la mayoría de edad. Ambos juraron vengar la muerte de su amigo, aunque lamentablemente, Gavira fue abusado y vendido por su propio hermano por unas cuantas monedas, por celos, envidia y su muerte no solo afectó a Robert... también a los padres que al enterarse que Pedro era responsable de ello no dudaron en cometer suicidio dos días después de su funeral.

Robert recuerda perfectamente esa ultima carta de Pablo rogando vengar la muerte de Guillermo, la de sus padres e inclusive la propia, aunque ese odio le condenara al infierno — Nos encontraremos inclusive ahí, mi hermoso conejito — susurró sintiendo como dos lagrimas caían por sus mejillas al recordar esos días gloriosos con sus amigos.

Pablo jugando después de las funciones con Lionel y Guillermo bebiendo una lata de refresco hablando de miles de cosas sin sentido con Miguel Herrera frente a ellos o como Santiago abrazaba con fuerza a Guillermo al mirarlo como el hermano que siempre deseo o cuando Antonella jugaba con los cabellos de Lionel al punto de realizarle unas bonitas trenzas.

Karla e Hirving le enseñaban al español algunos trucos y esas noches, siempre las llevará en el corazón.

Robert abrazando a Pablo y cuando cumplió la mayoría de edad pudo al fin darle un tierno beso, bajo el sol de Barcelona cuando se reencontraron después de tantos años. Pablo entregó su pureza y vivieron unos cortos días de felicidad e inclusive aun sentía los nervios de hacer oficial su relación aun con la diferencia de edad que ambos tenían.

Lazos perversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora