Lazos perversos

Ángel

Nota autora: les recuerdo las etiquetas, para que no me funen.

¿Sabes dónde está el niño?

¿Sabes dónde está el niño?

¿Sabes dónde está el niño?

Sentir unos pasos detrás mientras trotaba no era nada alentador ni mucho menos escuchar esa maldita pregunta. Solo se detuvo y se giró lentamente en espera de encontrarse con alguien, pero solo estaba las hojas moviéndose, señal de que el otoño estaba cerca en Mérida y solo frunció el ceño. Tal vez su esposa tenía razón y estaba teniendo mucho estrés en estos últimos días, sobre todo cuando deseaba evitar recordarlo...

La ciudad era un gran caos por primera vez.

Su corazón latía con desespero al sentir que era observado, pero al mover sus ojos, no había nadie cerca ni mucho menos visible.

— Es mejore regresar, ya es tarde... Sandra me debe estar esperando... — se dijo así mismo Andrés Guardado.

Caminó por las calles vacías del Fraccionamiento Altabrisa, una zona donde la seguridad era mayoritaria al resto de la ciudad ya que era la zona donde vivían la gente con mayor posición económica, debería ser relativamente tranquila ¿Cierto?

Pero para Andrés Guardado, no lo sería.

Podía ver todas las casas con las luces encendidas y algunas que otras risas, solo faltaba caminar una cuadra más para disfrutar de la noche con sus hijos. Sandra le había cocinado su platillo favorito y ansiaba poder disfrutar la noche a su lado, tratando de calentarse mutuamente a través de besos y acaricias.

Principito... el pasado te hará volar la cabeza.

Y el corazón de Andrés latió con fervor y miedo al escuchar ese sobrenombre que al voltear abrió los ojos abruptamente, segundos después el asfalto se llenó de la sangre del tapatío; recordando a un viejo conocido quién yacía en la oscuridad de una tumba sin visitar. Su cabeza cayó al suelo junto con el cuerpo, aquel extraño solo sostuvo por los rizados cabellos aquella cabeza para caminar con toda la calma del mundo hasta los aposentos de Guardado y no dudó en aventar la cabeza por la ventana rompiendo los cristales.

Sonrió al escuchar el grito aterrador de la ahora viuda.

Y esa noche el cuerpo sin cabeza del gran médico Andrés Guardado grababa un mensaje para la policía.

"GULA PLURES OCCIDIT QUAM GLADIUS"

Todo el fraccionamiento estaba repleto de agentes policiales y en esta ocasión solo acudieron los investigadores Reus y Messi. Que miraban con asombro el cadáver del médico y los llantos de la esposa resonaban con fuerza en todo el lugar, pero lo que más impactaba — Es que un viejo conocido es parte de la lista de muerte... — susurró sin pensar el argentino que Reus solo lo miró de reojo por unos segundos hasta que soltó un largo suspiro hasta que un oficial se acercó a ellos.

— No hay nada en las cámaras de seguridad de las casas cercanas, solo aparece como el cuerpo cae. El asesino sostuvo la cabeza para lanzarlo contra la ventana de la residencia... —

Reus frunció el ceño inaudito ante ello — ¿Cómo es posible eso? ¡No hubo ningún apagón ni nada! — expresó un enojado.

— Calma, por favor. Que nos envíen una copia directamente a la fiscalía para analizar y un informe detallado, revisen a detalle esos cabellos por si podemos descubrir alguna huella. La esposa será entrevistada en otro momento, ahora... no creo que quiera siquiera estar cerca de nosotros —

El oficial solo apuntó las ordenes para retirarse de ahí a la brevedad y Reus solo observaba a la esposa, llorar amargamente y luego miró al argentino que solo jugaba con sus manos nervioso provocándole una gran curiosidad — Tenemos que revisar la casa, es parte del protocolo — comentó e ignorando las quejas de su compañero caminó hasta Sandra de la Vega quién se quedó en silencio al reconocer a uno de ellos y no dudó en irse contra Lionel Messi que Reus tuvo que intervenir para proteger a su colega.