Momentos egoístas de paz

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Escondidos en su cueva

Los conejos desde ayer

Asomados al boquete

No hacen más que ver llover.

Pues mientras siga lloviendo

No pueden salir a correr

— Esa canción define perfectamente toda esta situación ¿No lo cree, señor?

— Por favor. Te daré todo lo que desees, déjame ir... — rogó aquel sujetó al borde del llanto, sostenía un cuchillo con un filo perfecto.

— Puedo conseguir lo que quiera bajo mis propios medios. Ahora, si no quieres que uno de tus hijos pierda el ojo, deber cortar un pedazo tu carne. —

El sujeto cerró los ojos y con sus manos temblorosas llevó aquella arma hasta su mano izquierda mientras imploraba por su vida, ni siquiera podía ver el rostro de su captor — ¿Por qué haces esto? — preguntó con la respiración agitada.

— Tengo que ofrecer carne para cumplir con mi objetivo — respondió sin una pizca de remordimiento y su paciencia se acababa, que se levantó de su silla para poder marcar a un número — Asesina al niño — ordenó.

— ¡ESPERA! ¡ESPERA! POR FAVOR, POR FAVOR... — gritó con desesperó la victima que, sin dudar más, se cortó dos dedos de su mano izquierda y el captor empezó a reír al ver la sangre caer al sueldo — No les hagas daños a mis niños... por favor — rogó nuevamente entre lágrimas.

— Tu lengua... córtala. — ordenó el captor. El sujeto parpadeo varias veces mientras buscaba regular su respiración y sentía un ardor en la herida, el olor de su propia sangre le asqueaba y sus labios temblaban. ¿Cortar su lengua? Tragó saliva en más de una ocasión. Empezaba a creer que una parte de su razón estaba perdida y nunca seria visto, su vida pendía de un hilo tan fino como el de una telaraña — ¿En verdad deseas ver morir a tus pequeños? Eso debiste pensar antes de estafar a tantas familias pobres, incriminabas a inocentes para dejar salir a los demonios a seguir esparciendo su maldad y destruyendo a los ángeles que Dios abandono — dijo con enojo el captor.

Sin decir nada más sostuvo la mandíbula de aquel abogado que imploraba por su vida e hizo que sacara su lengua que no dudó en cortar con tanta lentitud que disfrutaba el llanto de aquel sujeto, no se detuvo ahí.

Cortó todos los dedos de sus manos.

Le perforó un ojo

Echó gasolina al cuerpo y solo escuchaba como gritaba con fuerza donde apostaba que esas cuerdas vocales se habían destruido.

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14 de diciembre del 2023, Colonia Los Reyes. Hora: 11:00pm

Sexo masculino

Causa de muerte: Cuerpo totalmente incendiado y mutilado.

Nombre de la víctima: Desconocido

País de origen: Según sus documentos, mexicano.

Profesión: Abogado.

Sus dos hijos fueron encontrados sanos y salvos dentro de una tienda, quien lo encontró fue una cajera.

Rodrigo de Paul soltó un largo suspiro al finalizar la lectura del informe. Tenía sueño, hambre y quería simplemente dejarse caer en su cama, pero al parecer estos asesinos no conocían el sueño para su mala fortuna.

— Oswaldo Sanchez. Abogado de varios narcotraficantes y estaba bajo investigación policial por lavado de dinero, fraude por seguros de diversos tipos, tenia su propio negocio. Es lo único que tenemos — explicó Messi.

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