Lazos perversos

Tercera trompeta: El circo

Nota autora: Escuchen el OST, para más sabor
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¿Son esas manos buscando algo, o son sólo un signo de dolor?
James Sunderland, Silent Hill 2

Una gran estrella brillaba en los cielos como burla ante los argentinos que yacían nerviosos ante una simple canción de niños que resonaba por toda la ciudad, Reus no dejaba de tararearla, aunque al mismo tiempo se frustraba — Carajo... lo que me faltaba, esa canción no saldrá tan pronto de mi cabeza... — susurró para sí mismo mientras se cruzaba de brazos, ignorante de la mente ansiosa de Lionel Messi.

Aquella estrella que brillaba con fuerza en toda la ciudad, la nombraron amargura.

El resto de la sesión no fue un gran avance y es que aquel grupo no había estado activo desde la muerte de Santiago Giménez, todos sentían la presión de los medios y de los superiores, pero ¿Cómo perseguir a algo intangible?  Y después de tanto tiempo, aquella estrella se quedó brindando un momento de calor a todos y fue la ocasión perfecta para una noche donde Reus llevaría a los pequeños al circo junto con Lionel Messi quién se mostraba absortó de todo ese ambiente e ignoraba los mensajes de sus dos amigos.

No olvidaba la cara de preocupación de Rodrigo ni la de Scaloni, incomodos al escuchar esa maldita canción y terminó aceptado al percatarse de aquella emoción del pequeño Guillermo, quién se aferraba a él rogándole que los acompañara.

— ¡Sean bienvenidos todos al gran circo Arca de Noé! — aquellas bocinas retumbaban por todo el lugar, amortiguando los pensamientos de Lionel quién no soltaba a Reus en todo el camino y escuchaba las risas de los tres pequeños.

Esta ciudad está llena de monstruos, ¿Cómo puedes sentarte ahí y comer pizza?

Lionel Messi miraba a Guillermo sentando junto a él con esa expresión de enojo tan notorio y soltó un largo suspiro para luego sonreír, quería disimular que era nuevamente molestado por ese antiguo amor quién al parecer lo estaba juzgando y prefirió seguir cenando con los pequeños antes de ingresar a función.

La puerta que despierta en la oscuridad, abriéndose en pesadillas

Para ese momento las puertas del gran circo habría y por una extraña razón Lionel sentía su corazón latir con desespero ante esa maldita frase y es que fantasma de Guillermo estaba pegado a él, riéndose de todo el momento solo para torturar al argentino que se preguntaba sobre que rayos quería decirle en realidad Guillermo.

La verdad sólo se puede aprender marchando hacia adelante

— ¡Y bienvenidos todos a nuestra primera función en esta nueva ciudad! — expresó con emoción aquel hombre que vestía un traje color negro, parte de rostro estaba cubierto por una máscara blanca que tenía una gota azul de lado derecho y solamente tenía descubierto sus labios, detrás de él salían corriendo algunos gatos naranjas que se iban acercando a todos los espectadores que no dudaban en acariciar con emoción y cariño, excepto Lionel Messi que empezaba a sudar por miedo.

Creo que realmente no me importa si es peligroso o no. Voy a disfrutar esta función de cualquier manera, años sin traerme, pulga.

— Mi nombre es Serika y les doy la más calidad bienvenida, donde los sueños junto con sus pesadillas se vuelven realidad — expresó con una gran sonrisa mientras hacía una leve reverencia — Espero que nuestra función les agrade y con esto damos inicio... — y todas las luces se apagaron por completo abruptamente.

Y en ese momento enfocaron a tres acróbatas en los cielos sonrientes, realizando exhibiciones en ese gran espectáculo circense, girando en los cielos o saltando de un lado a otro con aquellos lazos de colores y todos los pequeños infantes aplaudían emocionados al ver esa gran águila volar por los cielos. Reus apretó por emoción la mano del argentino quién solo estaba en silencio, no se mostraba sorprendido o emocionado ya que su mente regreso en esos momentos donde su infancia convivía con algunos jóvenes acróbatas junto con Guillermo.