Capítulo 23: Maletas

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Frente a la TV, mientras disfrutaban de la compañía del otro, Cry y Yeri se abrazaron con ternura y eso bastó para que sintieran un golpe de realidad. No pudieron evitar pensar en lo que sucedería después y si todos sus planes saldrían tal como ellos querían.

- Yeri...

- ¿Sí?

- ¿Has pensado hasta dónde quieres que llegue todo ésto?

La pelirroja lo miró y se perdió en el azul de sus ojos.

- ¿Como que hasta donde?

- Sí... ¿Cuánto tiempo quieres me quede a tu lado?

- Todo el tiempo posible, por supuesto.

- Todo el tiempo es posible... Sólo tienes que decirme cuánto.

Yeri dejó de abrazarlo y se sentó un momento para analizarlo.

- Quiero estar contigo todo el tiempo posible, eso es todo.

- Esa no es una respuesta clara.

- ¿Tú puedes decirme cuánto tiempo quieres que esté contigo?

Cry se inmutó.

Estaba pidiéndole algo que ni siquiera él podía decir con certeza, pero aún así quería saber la respuesta. ¿Estaría ella dispuesta a estar toda su vida junto a él? Porque sólo así todo valdría la pena.

- No puedes, ¿verdad? No sabemos lo que pasará. Quiero estar contigo mientras todo esté bien.

- ¿Y cuando no lo esté? ¿Vamos a separarnos cuando algo salga mal? Porque seguramente algo saldrá mal y si es así, no vale la pena estar juntos aquí y ahora.

Yeri se levantó molesta y recogió su cabello para intentando calmarse y respirar profundo.

- ¿Me estás diciendo que no debería de estar aquí?

- No. Me encanta que estés aquí, conmigo, pero nada tiene sentido si va a terminar cuando todo se ponga difícil. Lo que hemos pasado no será nada comparado con lo que viene.

- Lo hemos hecho bien hasta ahora, podemos seguir haciéndolo pero, entiende que yo no tengo la seguridad de que ésto va a funcionar.

- ¿Piensas que no va a funcionar?

- ¿Por qué me preguntas a mí?

- Porque me interesa saber lo que piensas.

- ¿Y crees que yo no me pregunto qué es lo que piensas tú? - Los ojos de Yeri se cristalizaron. - ¿Para quién crees que es más difícil todo ésto? Tú tienes a la tonta que da todo por amor y yo tengo al chico atractivo que todas quieren tener. - Su voz se quebró pero comtinuó hablando. - ¿Crees que puedo estar segura de lo que pasará en el futuro? No tengo ni puta idea y ni siquiera quiero pensarlo porque cuando lo pienso, sé que vas a encontrar a alguien mejor, te vas a cansar de mí y te vas a ir como todos los demás, porque eso es lo que hacen todos, porque al final sólo soy alguien desechable.

Por dentro, deseó que el español la desmintiera y corriera a abrazarla, pero él sólo se quedó mirándola sin saber qué decir. Y entonces dejó caer las lágrimas que había tratado de contener.

- Tú tampoco puedes responder a esa pregunta, ¿no es así? Tú tampoco sabes cuánto tiempo pasarás conmigo porque tampoco estás seguro de nada. Y... ODIO que la gente a la que amo nunca esté segura de lo que quieren conmigo, es una mierda, pero tampoco puedo obligarte a nada, así que... Así que tú tampoco me obligues a ilusionarme con un futuro color rosa, porque no quiero hacerlo, si lo hago, cuando te vayas... Yo no voy a poder seguir con mi vida. Ya no voy a poder.

CRYMUA | Tomatitos y otras formas de encontrar a tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora