Capítulo 12: Seamos Únicos

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Pasados un par de días, Yeri logró completar sus pendientes y estaba feliz por ver muy pronto a Cry.

Dio pequeños saltos de felicidad cuando su mánager le autorizó viajar a Guadalajara y fue corriendo a decirle a su chico de ojos azules.

- ¿Puedo llegar mañana?

- ¿Mañana? ¿Mañana, mañana? - Cry se puso a temblar en cuanto leyó el mensaje.

- Sí, mañana.

Edward se emocionó de inmediato y fue corriendo a la habitación de huéspedes. No tenía cama extra pero seguro que podría conseguir algo si es que ella llegaba sola. No sería muy seguro para Yeri quedarse en un hotel si estaba sola, así que tenía que ofrecerle hospedaje y claro, estaba encantado de hacerlo, era cuestión de organizarlo todo.

- Sí puedes, puedes venir cuando quieras pero, ¿vienes sola?

- Voy con mi mejor amiga.

Adiós plan de hospedaje.

- Entiendo... ¿Ya tienen en dónde quedarse o...

- Ya, ya sabemos en dónde hospedarnos, no te preocupes.

- ¿Quieres que las recoja en el aeropuerto?

- No hace falta. Sólo dame tu dirección y yo llego.

- ¿Segura?

- Sí.

Yeri estaba tan emocionada, que no pensó demasiado en cómo se sentía Cry. El ojiazul claramente sentía que no estaba dando lo mejor de sí mismo para recibirla, y con ella rechazando su amabilidad, era aún peor.

Sintió que su pelirroja sólo estaba interesada en trabajo y sólo eso, es decir, no le emocionaba verlo o acercarse más a él, simplemente lo visitaría para la colaboración y eso era todo. ¿Es que acaso estaba haciendo algo mal? Pero claro, ¿en qué pensaba? Yeri siempre estuvo lejos de su alcance, siempre fue así, ella nunca le prestó atención especial,  lo trataba como a uno más, eso era todo.

Después de pensar cuidadosamente, se planteó el objetivo de hacerla verlo diferente. Si bien ella rechazaba su amabilidad, él haría lo posible por soprenderla de forma única. Compró sus galletas y bebidas favoritas, mandó a limpiar toda la casa y también, a lavar el auto.

- ¡Debiste tener cuidado! ¡Gustarle a un bandido retirado! ¡Sabe más por viejo, que por diablo¡ ¡Y te voy a querer como debe de ser! ¡El pedo es que te van a envidiar! ¡De lo vergas que te voy a tratar! - Cry andaba de un lado a otro bailando y cantando con la flexibilidad que lo caracteriza (tieso) y acomodando todo de manera que su casa luciera decente y no como la casa de un soltero recién salido de la adolescencia.

Estaba feliz, muy emocionado por la llegada de Yeri pero, sobre todo, estaba ansioso por mostrarle su mundo. Ese mundo que ella misma le había abierto hace varios años.

Un mensaje de su mejor amigo lo hizo salir de casa cuando había terminado de acomodar. Acordaron verse en el estudio para acompañarlo un rato y darle apoyo moral pero, mientras esperaba sentado en una silla a lado de su amigo, su corazón comenzó a latir fuertemente imaginando la llegada de Yeri.

- Estoy bien nervioso. - Dijo Pipe genuinamente en pánico, le aterraba pensar en el dolor que sentiría.

- Yo también.

- ¿Qué?

- ¿Qué?

- ¿Y tú por qué estás nervioso, pendejazo? Si al que le van a rebanar el cuello voy a ser yo.

CRYMUA | Tomatitos y otras formas de encontrar a tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora