Capítulo 14: Sentimientos

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Yeri esperó pacientemente en casa de Cry y pronto, su chico de ojos azules llegó.

- ¿Cómo se portó Happy?

- Muy bien, ¿verdad, Happy? Ya somos amigos.

- Me sorprende que te haya aceptado tan rápido, Happy no es de tener muchos amigos.

- Pero ya te dije que a mí los gatos me aman, y yo los amo a ellos. - Dijo mientras acariciaba la piel terciopelo del pequeño gato.

Cry se sentó junto a Yeri y también acarició a su mascota.

- ¿Qué querías decirme sobre la próxima colaboración? ¿Hice algo mal hoy?

- No, no, absolutamente nada, sólo... Quería hablar contigo para decirte que... La próxima vez me toca a mí viajar a Veracruz. Si estoy invitado, claro.

- Ay, kheee, claro que estás invitado. ¿Sólo eso ibas a decirme? Si ya hasta mis papás te invitaron, puedes ir cuando tú quieras.

- Sólo quería confirmar, por si acaso. - Cry sonrió y Yeri también.

- Ven, quiero una foto decente de ambos.

- Bueno, muy decente no va a salir porque ya es tarde, seguro que no nos vemos tan bien como en la tarde.

- Jajaja, bueno, igual no la voy a subir, no te preocupes.

Yeri sacó su cámara de fotos instantáneas y tomó una foto de ambos.

Por un momento, estuvieron conscientes de que se encontraban a solas, en el departamento de Cry a altas horas de la noche. Pero se sentía tan bien... Era como si eso fuera completamente normal.

- ¿Salió bien?

- Sí... Tiene que agitarse, creo, para que se vea.

- A ver. - Cry tomó la foto y la agitó un par de veces antes de verla.

- Salimos guapos.

- ¿Verdad que sí?

- ¿Y si tomas otra? Yo quiero ésta.

- Te la puedes quedar y después le sacamos una copia. No creo poder salir bien dos veces.

- ¿Segura?

- Claro, de mujer.

- Bueno, gracias. ¿Te apetece algo caliente? ¿Café, té?

- Eh... Con más cafeína en mi organismo no creo poder dormir. Mejor un té.

- Claro, ahora mismo lo preparo.

Cry fue a su cocina y Yeri lo siguió para verlo preparar el té. Todo estaba en silencio pero estaban tan en paz el uno con el otro que no les parecía incómodo.

- ¿No te sientes solo viviendo aquí sin nadie más?

- Un poco. Extraño a mis papás.

- Me pasaba lo mismo en ciudad de México... Por eso decidí volver a Veracruz. ¿Has pensado en volver a España?

- No. - Dijo francamente. ¿Cómo podía regresar a España si por fin la había encontrado a ella? La luz de su vida.

Tenerla frente a él era surrealista. Nunca pensó que pudiera llegar a Yeri, la veía tan lejana...

- ¿Te gusta tanto México?

- No es eso... Sí me gusta México pero... Me gustan más las personas que están aquí. - La miró directo a los ojos y la pelirroja se quedó sin palabras. - No quiero decir que no me agraden mis padres, sería perfecto que vivieran aquí conmigo pero, en España sólo los tengo a ellos. - Sacó un par de tazas y le dio la espalda a Yeri. Sintió que estaba revelando mucho con su mirada, así que eligió no mirarla más. - Aquí en México, tengo a mis amigos, personas que me apoyan y... Te tengo a ti.

CRYMUA | Tomatitos y otras formas de encontrar a tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora