Capitulo 47

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Sinb quería gritar "SI", quería saltar, llegar a las nubes y gritar a viva voz "SI QUIERO", pero el problema era que la voz no le salía. Yerin, su Yerin, la mujer de su sueños, su bestia, la persona que le enseña a amar cada día como si fuera el último, estaba en una rodilla, con un hermoso y costoso anillo en la mano, proponiéndole matrimonio y lo único que Sinb podía hacer era absorber todo el amor de la mirada de la pelinegra . Trató de contestar, pero simplemente no se escuchaba sonido alguno, de repente sintió como el cuerpo se le debilitaba y las piernas empezaban a fallarle.

Gracias a Dios unos brazos la sostuvieron. Yerin se había parado y la tenía abrazada por la cintura - Hey – le puso una mano en la frente – Te tengo cariño. Tranquila no te voy a soltar – Sinb también era de tez clara, no tanto como Yerin, pero claramente, la pelinegra , pudo ver como caía aun más el color de su chica – Ven, nos vamos a arrodillar juntas ¿Si? – Yerin apoyó sus dos rodillas sobre la alfombra y sostuvo a su novia con ella. Cuando la fotógrafa se sintió a salvo dejó de hacer fuerza y no se opuso a que Yerin la sostuviera - ¿Te sientes muy mal amor? – Yerin besó su frente.

- Si – salió como un susurró pero finalmente lo dijo.

- ¡Dios! ¿ALGUIEN PUEDE LLAMAR UNA AMB...?

Sinb le tapó la boca con su mano - Que si me quiero casar contigo – la rubia se estaba recuperando

- ¿Qué dijiste? ¿Estás bien o estás delirando? – Yerin todavía seguía pensando que se sentía mal.

Sinb rió por la pregunta de su novia - ¡SI ME QUIERO CASA CONTIGO! – por fin la voz le salía como quería.

Yerin le agarró la cara y ambas miradas se encontraron – Prometo que te voy a hacer la mujer más feliz del mundo – le dijo

- Como es que ya lo soy entonces – le contestó Sinb - ¡Quiero mi anillo! – jugueteó

Yerin volvió a abrir la cajita y sacó la joya para colocársela suavemente sobre el dedo de su novia – Te amo – agregó.

- Menos mal, porque yo a ti te amo aun más – y la pelinegra  cerró su propuesta con un beso. Aunque aún se podía escuchar los aplausos y gritos de sus amigos y conocidos, ambas mujeres se besaban al ritmo del latido de sus dos corazones.

- Mami se quiere tragar a mamá como una boba  – fue el comentario de Eunbi que hizo separar a sus madres.

- Tengo que evitar que se siga juntando con Jihyo – comentó la pelinegra mientras ayudaba a su novia a levantarse.

- ¿Ya podemos felicitarlas? – Eunha llevaba un buen rato aguantándose las ganas de saltar a abrazar a sus amigas.

Después de abrazar a sus amigos, Sinb llegó a la tablet que sostenía Yuju  - ¡Mamá! ¡Papá! ...¡ESTOY COMPROMETIDA! – gritó.

- Lo sabemos cariño – habló su padre – tu madre estuvo llorando desde que Yerin se comunicó con nosotros para pedirnos permiso – contó el hombre.

- ¿Les pidió permiso? – Sinb se dio vuelta para ver como las compañeras de equipo de Yerin la estaban tirando para arriba para luego agarrarla.

- A mi también me pidió permiso – comentó Eunbi

- Y a nosotras – Esta fue Eunha  – Cuando llegó a casa a las siete de la mañana, Sowonnie casi la mata, pero cuando nos dijo para que era se largó a llorar – agregó.

- ¡NO LLORE! – Se defendió la Abogada – Es la alergia por los pelos del gato alias vaca que me pone así – se excusó.

-¡MUY LINDO TODO, MUY EMOCIONANTE, PERO QUIERO A MIS JUGADORAS EN MEDIA HORA EN LA CANCHA! - Al parecer todavía había un entrenamiento pendiente – TENEMOS UN CAMPEONATO QUE GANAR – presionó la coach

Cuando, donde y Como diga el amor- SINRIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora