Cuando, donde y Como diga el amor- SINRIN

Capitulo 84

Sojung  llevaba un largo rato llorando sobre los brazos de Sinb. Después de que Yerin interpretó el análisis de sangre que su sobrina traía, el leoncito no había parado de llorar y sus dos tías solo se limitaron a mirarse entre ellas y a tratar de calmarla. Cada vez que el llanto parecía cesar y Sinb trataba de sacar el tema del embarazo, lo único que alcanzaba a decir era "Mamáaa vaa a matarmee..." y el llanto volvía al mismo ritmo que antes o tal vez con más potencia. Mientras dejaban que Sojung se descargara, Yerin ya había hecho dormir a su nieta y la había acostado en la cunita vieja de Yeein, para después volver a unirse en la sala con su esposa y sobrina.

- Sojung ... por favor cariño – Pedía Sinb – Quiero que hablemos, pero si sigues llorando no se va a poder – insistía su tía – Se por lo que estás pasando, créeme que lo se – la castaña miró a su esposa y pudo leer todo tipos de sentimientos en sus ojos. Los ojos marrones que tanto enamoraban a Sinb cada día, eran una mezcla de tristeza por ver sufrir al leoncito de esa manera, impotencia por no poder hacer nada por ella y...y... ¿Felicidad? - ¡Dios mio! – Pensó Sinb - su mujer estaba feliz por el embarazo de su sobrina – Sinb examinaba el rostro de Yerin confirmando sus pensamientos - Su esposa era una adicta a los bebes y seguramente la cabeza de Yerin ya estaba pensando que animal le quedaba perfecto al niño o niña que Sojung  llevaba dentro de ella... – admitió para sus adentros - ¡Basta! Tengo que hablar con Yerin, no puede ser que se sigan agregando animales y yo no pueda usar esos apodos, esto se tiene que acabar ¡QUIERO PODER GRITAR UN PUTO NOMBRE DE UN PUTO ANIMAL SIN QUE ME LO PROHIBAN!...

- ¡Sinb! – Un grito de su mujer la sacó de sus pensamientos.

Cuando la castaña conectó cuerpo y mente, se encontró con dos ojos muy parecidos a los de Sowon mirándola desde sus brazos. Si bien Sojung  había parado de llorar, Sinb todavía podía ver lágrimas cayendo lentamente por sus pestañas.

- Cariño – Sinb le habló – Yo pasé por los mismo, y se exactamente como te sientes – le dijo – Y se que por sobre todas las cosas, te sientes sola y desesperada sin saber que hacer – aseguró mientras que con su dedo limpiaba una de las lágrimas que caía rezagada de las demás, la fotógrafa levantó sus cabeza y se encontró con la intensa mirada de su esposa encima de ella y con la misma dulzura que le había quitado la lágrima a su sobrina, pasó el pulgar suavemente por la mejilla de su mujer, porque sabía que en ese momento la mirada de Yerin no era de felicidad, sino más bien de preocupación con mezcla de deseo, deseo de haber estado junto a Sinb en ese momento, de haber estado con ella y haberla protegido y amado a las dos, a ella y a Eunbi.

- Entonces dime que tengo que hacer por favor – El leoncito se sentó derecha en el sillón – Dime que tengo que hacer, porque estoy muriéndome de miedo – confesó metiendo su cabeza entre sus manos y dejando que sus codos se apoyaran en sus piernas

- Sojung ... - intentó calmarla

- ¡TENGO DIECISIETE AÑOS! – Gritó golpeando la mesa y dejando ver su naturaleza felina – QUIERO SALIR, QUIERO JUNTARME CON MIS AMIGOS, QUIERO SER PORRISTA, QUIERO IR A LA UNIVERSIDAD... - volvían las lágrimas. Sinb la volvió a tomar entre sus brazos

- Y vas a poder hacerlo Sojung , te lo aseguro – la consoló Sinb – ¡Mírame a mi! – le dijo

- Mamá dice que antes de conocer a la tía Yennie tu eras una vieja amargada – Contó Sojung

Sinb giró los ojos, que raro, su mejor amiga diciendo esas cosas – Tu madre es una exagerada...

- Y que solo salías con modelos mamonas y huecas que no sabían donde poner sus manos para hacerte feliz – agregó

Sinb pudo sentir como crecía poco a poco el ego de su esposa, levantó la mirada nuevamente y pudo ver esa provocadora y orgullosa sonrisa en la cara de Yerin – Sojung ...