Rápidamente Yerin se levantó del suelo y corrió a socorrer a Sinb, quien se había llevado la peor parte del cruce.
— Oye ¿estás bien? Déjame ayudarte – dijo la pelinegra acercándose a la rubia.
Sinb todavía no caía en lo que le había pasado, levantó la cabeza y ... — ¿TU? ¿TU? ¿OTRA VEZ TÚ? ¿ACASO ME ESTAS SIGUIENDO? ¿ME QUIERES RAPTAR Y PEDIR DINERO CIERTO? ¡ESO ES LO QUE QUIERES VERDAD?! – Gritaba desde el suelo la rubia — no pudo continuar porque la mano de la basquetbolista le tapaba la boca.
— YA, YA, CALMATE, CALMATE – Yerin trataba de frenarla, pero era complicado porque Sinb no paraba de hacer gestos y de moverse.
— ¡AUCHHH ¡¿QUE HACES? ¡ME MORDISTE! AUCHH
— SI TU NO ME HUBIERAS TAPADO LA BOCA YO NO TE HUBIERA MORDIDO – se defendía Sinb
— SI TU NO HUBIERAS EMPEZADO A GRITAR COMO UNA DESQUISIADA YO NO TE HUBIERA TAPADO LA BOCA, además yo no te estoy siguiendo y ESCUCHAME BIEN, eres IN – SO –POR –TA –BLE.
—¿TE VAS A QUEDAR PARADA COMO TONTA O ME VAS A AYUDAR A LEVANTAR? – le reprochó Sinb girando los ojos mientras ignoraba lo que Yerin le dijo.
— A ver a ver, dame la mano
La rubia trató de darle la mano mientras se intentaba poner de pie.
— AUCHHH – Se queja Sinb quien volvió a caer al piso, pero esta vez de forma más suave.
Yerin trató de agarrarla – ¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien?
— ¿BIEN? BIEN NO ESTOY, PERO APARENTEMENTE NO LO ESTOY DESDE QUE ME CRUCE CONTIGO ESTA MAÑANA.
¿Quién me manda querer almorzar afuera? Podría estar tranquila en el departamento comiendo un delivery y mirando tele, pero no, no Yerin tuviste que salir a comer afuera y encontrarte con esta rubia y sus ojos intimidantes y esa levantadita de cejas que puede seducir a cualquiera. Pensaba Yerin, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por otro grito.
— DISCULPA ¿PIENSAS QUEDARTE MUCHO TIEMPO CON ESA CARA DE BOBA O VAS A IR A LLAMARME UN TAXI PARA QUE ME LLEVE? – le reclamaba Sinb mientras trataba de pararse, pero nuevamente sin éxito y con quejas de dolor – AUCHHH duele.
— A ver déjame mirarte el tobillo, te lo debes haber doblado— dijo Yerin mientras se agachaba y le agarraba el pie a la rubia.
— No deja, tú no eres médico ¿o sí? Porque mejor no haces algo útil y me buscas un taxi
Cansada de tanta protesta, Yerin tomó la cara a Sinb y la obligó a mirarla – MIRAME – la rubia encontró el rostro de Yerin – Bien, no te lo estoy pidiendo, te lo estoy diciendo, Voy a mirar tu pie y tú te vas a quedar calladita y tranquilita mientras yo lo haga ¿OK?
— Mmrmr – Sinb murmuraba algo inentendible.
— Dije ¿OK?
— OK — contestaba muy bajito de manera que Yerin apenas pudo escucharla.
Delicadamente la pelinegra agarró el pie de Sinb, le sacó la bota que traía puesta, luego la media muy suavemente para poder inspeccionar el pie.
— ¿Duele si hago esto? — preguntaba mientras le doblaba el pie hacia dentro
— NO — dijo rotundamente
— ¿Y esto? – movía el pie hacia afuera.
— AUUUUU DUELE, DUELE – esta vez sí le dolió.
— Mm sip te has torcido el pie. Pero no te preocupes, no es nada. Con un poco de hielo y unos antiinflamatorios estarás como nueva.
— No te preocupes me dices, y ¿cómo se supone que voy a caminar 3 cuadras hasta casa para ponerme el hielo y tus benditos antiinflamatorios?
— ¿3 cuadras dices? – Preguntaba Yerin pensativa.
— Si, ¿que acaso no oyes? 3 putas cuadras – contestaba Sinb mientras inspeccionaba su pie.
—Ven vamos – le dijo segura Yerin mientras se agachaba y trató de alzar a Sinb.
— ¿Qué? ¿VAMOS A DONDE?
— Yo te llevo cargando hasta tu casa – Yerin volvía a intentar alzar a Sinb que seguía poniendo resistencia.
— ¿ESTAS LOCA O QUE? Tu y yo no vamos a ningún lado. O por lo menos yo arriba tuyo no voy a ningún lado.
Yerin se cansó, 2 veces en el mismo día esta rubia la había desesperado.
— ¡YA BASTA! O TE DEJAS O TE DEJAS – le dijo mientras se agachaba y con mucha fuerza alzó a la rubia.
—BAJAME, BAJAME YA MISMO. TE LO EXIGO – Sinb trataba de librarse de Yerin, pero sin éxito porque la otra chica seguía caminando. –BAJAME, BAJAME – volvía a intentar.
— Mira PRINCESA no te voy a bajar, así que será mejor que colabores y me dejes hacer esto porque mientras más rápido lo haga más rápido podré librarme de ti.
— PERO – trataba de protestar nuevamente.
— PERO NADA, TE CALLAS QUE NO QUIERO ESCUCHARTE MÁS.
— PER – volvía a intentar.
— ¿Qué NO ENTIENDES QUE NO QUIERO ESCUCHARTE?
— ES QUE ESTAS YENDO PARA EL OTRO LADO – Esta vez Sinb se hizo escuchar.
Yerin pegó media vuelta y siguió caminando sin poder esconder su vergüenza – Bueno estas autorizada a hablar sólo y EXCLUSIVAMENTE para decirme como llegar a tu casa y punto.
— Bla bla bla bla — se burlaba Sinb por detrás del cuello de la pelinegra , ya que esta la había alzado como una novia entrando a la habitación en su noche de bodas.
— Te escuché ehh, hacer burla también es hablar y dije nada de hablar.
Y así fue. Tres cuadras en las que sólo Sinb le indicaba a Yerin por donde doblar y donde pararse, pero nada más que eso.
— Es aquí – Anunciaba la rubia. – ¿puedes bajarme?
— No. Abre que yo te llevo. Seguro vives en un piso alto y no te pienso dejar caminar ni un paso y SHHHH sin protesta. – Yerin se anticipó porque veía que la rubia abría la boca para decir algo.
Sinb sacó la llave electrónica de su bolso, abrió la puerta y le indicó a la pelinegra el piso en el que vive.
Yerin sin decir nada empezó a subir las escaleras hasta llegar a la puerta del departamento.
La rubia la miró para que la soltara sin animarse a decir nada, pero la deportista le hizo un gesto con la cabeza para que abriera la puerta. Petición a la que Sinb accedió fácilmente para impresión de la pelinegra .
Yerin se dirigió hacia el salón, vio un sofá y caminó hacía allí y muy suavemente dejó a Sinb sobre este.
— Mantén el pie en alto – le ordenó.
La rubia volvió a acceder para sorpresa de Yerin.
— Bien, ahora dime, ¿tienes algún anti inflamatorio?
Sinb negó con la cabeza.
— Uffff bueno, no importa. Por ahora te la arreglas con hielo y cuando puedas le dices a tu novio, esposo, amigo, amiga o quien sea que te traiga los medicamentos – le informó Yerin.
— ¿Novio dices? ¡Yo no teng... EUNSEO , EUNSEO , MADRE MIA, EUNSEO !
— Yo no me llamo Eunseo — le dijo Yerin media confundida por el arranque de la rubia.
— ¡NO ¡TU NO! EUNSEO MI NOVIA. ¡POR DIOS EUNSEO ME HE OLVIDADO DE ELLA! ¡ME ESTABA ESPERANDO!
En ese momento se abrió la puerta del departamento dejando ver a otra pelinegra muy bonita pero que tenía una cara que sacaba chispas. – SINB ¿DONDE MIERDA ESTABAS? LLEVO HORAS ESPERANDOTE – Eunseo miró a Yerin — ¿Y ESTA QUIÉN ES?
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Cuando, donde y Como diga el amor- SINRIN
FanfictionJung Yerin es una aclamada jugadora de básquet que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en Seul sin saber que un encontronazo con una rubia mandona le va a cambiar la vida. Esta historia NO me pertene...