›[Fin del juego]‹

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Momentos antes...








—Residencia Williams, Honolulu—










—Distribuye bien al grupo de la zona sur. No quiero inconvenientes como ayer —ordenaba Danny.

—Sí, señor. No volverá a pasar —respondió.

—Ya me han dicho eso muchas veces —dijo molesto antes de sacudirle la mano para que se fuera.

"Todos son unos inútiles, vividores y traicioneros", pensaba mientras se recostaba en su silla. "Incluso Steve..."

Los momentos de su anterior pelea hace dos días volvieron a su memoria molestándolo aún más.

—No, él no. Él solo estaba haciendo lo que le ordenaba —suspiraba—. Aún así, continuamos después de devolverme el dinero...

"¿Será que él también se sintió diferente? No... Él es correcto... No podría sentir nada por una basura como yo".

—Danno, tengo hambre —dijo la pequeña Grace con su conejo en brazos haciendo que el otro se levantara.

—Entonces, tenemos que ir a preparar unos deliciosos spaghettis con queso para ti y unas verduras frescas para el señor Wallace.

—¡Señor! —Se escuchaba antes de que se abriera la puerta—. ¡Señor, la mansión ha sido comprometida! —Llegó uno de sus hombres completamente afligido.

—Es Adam, señor —dijo otro llegando de igual forma—. Está atacándonos.

—Hijo de perra —gruñó escuchando el alboroto afuera y yendo a revisar las cámaras en su computadora.

—¿Danno? —Lo llamó un poco asustada refugiándose en las piernas del mayor.

—Todo estará bien, cielo. —Le acarició el cabello con una leve sonrisa antes de ver a sus hombres—. Llévensela.

—Pero, Danno...

Entonces, una bomba en la entrada cortó sus palabras e hizo temblar toda la mansión.

—¡Llévense a mi hija ahora! —Exclamó a sus hombres.

—¡Espera! ¡Danno! —Gritó asustada cuando los dos hombres se la llevaron.

—Este baile es de dos, imbécil —murmuró abriendo su arcenal secreto detrás del estante de los regalos de su hermano del cual tomó varias armas dispuesto a morir protegiendo lo que era suyo.




~...~






—¡Esperen! ¡No dejen a mi papá solo! —Decía la pequeña desesperada.

—Tranquila, nena. Él puede cuidarse sol...

Las palabras murieron junto con el hombre que la cargaba cuando recibió un balazo por la espalda. La pequeña Grace cayó a un lado de él con su pie atrapado debajo del hombre mientras el otro intentó defenderse pero también recibió un disparo en la cabeza.

Grace miraba con horror lo que les pasaba a ambos hombres antes de liberarse y huir de los disparos que buscaban darle a ella. De tanto correr entre pasillos, volviendo a la oficina de su padre donde ya no estaba. Por lo que tomó el teléfono y marcó el número que estaba anotado en un libreta con un nombre.

—¿Steve?

—¿Grace? ¿Cómo obtuviste mi número?

—Danno lo tenía en su escritorio —susurraba asustándose más por el alboroto—. Tengo miedo, Steve. Todos se mueven de un lado a otro, asustados.

El Trato - Fanfic McDannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora