›[Buen chico]‹

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—Residencia Williams, Honolulu—












Esa vez no hubo juegos, no hubo toqueteos. Simplemente se lanzó contra Steve y lo devoró a besos desenfrenados mientras se quitaba la ropa y le ayudaba a él a quitársela también. Lo lanzó a la cama y se dejó caer sobre su virilidad arrancándole un gemido leve a ambos hombres.

—Suenas tan sexy cuando te dejas querer —jadeó mientras brincaba sobre a él.

Steve no podía evitar jadear gustoso por los movimientos del rubio. El no haber tenido relaciones con su novia por meses y la frecuencia con la que lo hacía con Danny, hacía que dejara de ser extraño a satisfactorio. Aunque no era muy diestro preparando al rubio, disfrutaba de la cálida entrada que lo recibía.

"Mierda, se siente bien", admitió en sus adentros.

Apretó las caderas de Danny y, en un ágil movimiento, lo colocó debajo de él sin salir de su trasero para proseguir las estocadas con mayor intensidad. Danny terminó gimiendo aún más fuerte abriendo más las piernas para sentir la gran longitud de su amante. Podía sentir su próstata siendo golpeada a tal grado que se corrió junto a un gemido ahogado.

Steve seguía moviéndose buscando su propia liberación golpeando más lento y después más fuerte. Danny no hacía más que retorcerse de placer enredando sus dedos entre las sábanas.

—¿Estás inspirado, McGarrett? —Gimió antes de arquear la espalda por lo bien que se sentía continuar con el acto estando aún sensible.

—Ya cállate —gruñó jadeante acercando su cara a la del otro para enredar sus lenguas en un beso rudo y salvaje.

Danny mordió el labio inferior de Steve provocando que finalmente llegara al esperado orgasmo. Se quedó en aquella posición un rato recuperando el aire hasta que decidió salir y dejarse caer en la cama con una leve sonrisa.

—Vaya, es la primera vez que veo que sonríes después de uno de nuestros encuentros —comentó sarcástico—. ¿O es algo diferente lo que te tiene feliz?

—Mi hermana despertó —dijo sin bajar la sonrisa. Danny lo observó en silencio unos segundos.

—Entonces sí lo entiendes —decía sirviéndose un poco de tequila que siempre mantenía al lado.

—¿El qué?

—El valor de un hermano. —Se bebió su trago de golpe antes de sentarse sobre él.

—¿A qué viene eso? —Preguntó el moreno.

Se quedó en silencio unos segundos antes de volverse a servir más tequila.

—No es nada. —Dejó el vaso en el mueble para subirse de nuevo sobre el moreno—. ¿Seguimos?

La pregunta quedó sin contestar ya que Danny comenzó a besar su cuello al mismo tiempo que le dejaba chupetones y se frotaba sobre su entrepierna. Steve llevó sus manos a los glúteos del contrario para gozar más del momento.

—Oye, ¿qué tal la redada de hoy? —Preguntó sonando casual pero sacando a Steve del trance lujurioso en el que estaba.

—¿Qué?

—Sé que estuviste en una de las dos redadas a mis laboratorios hoy —continuó hablando mientras subía su lengua a la oreja del otro y sus dedos se deslizaba suavemente por su cuello.

—Yo...

No le dejó continuar pues le había tomado el cuello con cierta fuerza, lo cual puso alerta a Steve.

—¿Me lo vas a negar, McGarrett? —Preguntó sosteniéndolo del cuello y continuando sus roces.

—N-no... —decía sin poder concentrarse por los movimientos del rubio y lo tenso que se había puesto el ambiente.

El Trato - Fanfic McDannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora