El Trato - Fanfic McDanno

›[Mele Kalikimaka]‹

Dedicatoria a:

MagnusPollaGrande

—Departamento de Policía de Honolulu—

El atentado había salido en las noticias tanto de la isla como del continente. Reservándose algunos detalles, la prensa pasaba la gran noticia de cómo la policía había intervenido en el enfrentamiento entre las dos mafias hasta destruirse.

El departamento era un caos. No tenían uno, sino dos traidores a los cuales investigar. Sin embargo, para el equipo ahora resultaba más difícil su trabajo. Dejando de lado a Kaleo, les era muy duro tener que tomar a Steve como un sospechoso y rata dentro de su equipo.

Con la placa de Steve en la mano, Kono esperaba sentada en la oficina de su primo en espera de que todo el equipo entrara.

—¿Han obtenido algo? —Preguntó Chin cuando ya todos estaban reunidos.

—Nada. Si están vivos, parecen no haber dejado rastro —comentaba Jerry tecleando.

—En su casa tampoco se encontró nada. Solo el testimonio de Mary de las dos veces en que se quedó a dormir ahí sin saber quién era —comentó revisando sus apuntes.

—Y con la mansión Williams destruida, no hay mucho que podamos hacer —agregó Jerry—. Hay una probabilidad del 50-50 de que estén vivos como que estén muertos.

—Pobre Mary. No debió ser una noticia fácil de digerir —suspiró Chin antes de ver a su prima.

—¿Kono?

La mencionada volvió a verlo luego de estar perdida en sus pensamientos desde que entraron.

—Lo siento. ¿Me perdí de algo?

—Si no querías estar aquí, te podías haber quedado en casa —dijo comprendiendo a la chica. Había sido amiga de Steve desde antes que él por lo que entendía que se sintiera mal, además de su encuentro cercano con la muerte.

—Estoy bien —dijo un poco seria.

—Con las conexiones que tenía Williams, es posible que ya hayan salido de la isla —continuó Jenna.

—Es una posibilidad —retomó Chin—. Recuperación y rescate aún no ha dicho nada, por lo que es muy pronto para llegar a una conclusión.

—¿Tan difícil le era pedirnos ayuda? —Soltó Kono aún frustrada.

—La desesperación a veces no te deja ver las cosas claras, Kono —decía poniéndose en los pies de su compañero.

—Por eso no dijo a quién le debía el dinero —continuó—. Por eso andaba tan nervioso. Él... no quiso involucrarnos.

—O talvez solo lo hizo para protegerse él mismo. —Jenna no lo conocía tanto, por lo que se mantenía neutra en cualquier posibilidad.

—No. Steve siempre ponía el bienestar de los demás antes que el suyo. Eso lo orilló a enredarse con ese hombre y nos dejó fuera a nosotros para protegernos. Eso jamás lo voy a dudar.

—Yo tampoco, y eso hace que esto sea más difícil —suspiró Chin con los brazos cruzados.

—No lo sé, pero yo me iré a inteligencia. Ustedes están locos. Casi me muero más de una vez este mes —se quejó Jenna.

—¿Y me vas a dejar solita? —Dijo Kono.

—Al menos allá no moriré de un tiro... o de estrés.