Cuando despertaste, te diste cuenta de que ya no estabas más en el bosque, estabas en una pequeña habitación con mucha iluminación de el sol, eso te traía malos recuerdos.
Agarraste la sábana con la que estabas tapada, te hiciste bolita y te cubriste toda.
Comenzaste a temblar y a medio llorar y ya casi te ponías a rezar.Se comenzaron a escuchar pasos. Tu corazón latía con fuerza por el miedo que tenías, te asómaste un poco aún envuelta en la sábana y alguien entro.
Te hiciste bolita y te cubriste toda, tenías miedo.
De la nada, alguien quitó la sábana de tu rostro y te dijo con una voz suave...
───Pequeña...¿Estás bien?
Te asustaste, luego luego te alejaste, no querías ni que te tocaran.
───Lo siento...no quería asustarte...¿Te duelen mucho tus heridas de tu rostro?───Dijo con voz suave.
Te negaste con la cabeza.
Te dolían, pero no querías hablar.───Ya veo...Soy Mitsuri Kanroji, estás en la mansión mariposa pequeña, no tengas miedo. Estamos para ayudar, no para lastimar. ¿Puedes confiar en mí? Prometo no hacerte daño, has sufrido demasiado.───Decia mientras se ponía de rodillas frente a ti y te miraba con una expresión de tristeza mientras extendía sus brazos hacia ti.
Lo pensaste un segundo, te intentaste calmar y te quitaste la sábana de encima aunque aún estabas temblando.
───Pequeña...¿Puedo abrazarte?───Pregunto.
Tenías pánico, no querías que te tocará.
Mitsuri tomo suavemente tu mano y comenzaste a temblar más, cuando la acaricio suavemente...te tranquilizaste, su toque fue muy suave y delicado... Lentamente se acercó a ti y te abrazo, comenzó a acariciar suavemente tu cabeza.
Tú estabas llorando no te gusto que te tocaran pero el cariño de esa mujer te calmo.
Lentamente te puso en su regazo como si fueras alguien aún menor y comenzó a tratar con cariño. Dejaste de llorar y lentamente te abrazarte a aquella mujer.
───Lo siento pequeña....no merecías todo lo que pasó, prometo que cuidaremos.───Decia abrazándote con fuerza mientras comenzaba a llorar un poco.
No dijiste nada, solo te aferraste a ella.
───¿Tienes hambre, verdad?Te ves demasiado delgada...estás muy sucia, tienes heridas. Me preguntó que te paso....
La regresaste a ver, abriste un poco la boca para intentar decir algo pero solo salió un:
───S-si....
───¿Si? ¿Tienes hambre? Ay ..tu voz es muy tierna...., apenas te conozco y ya estaba pensando que eras mi hija... No te preocupes, ¡Comeremos algo rico!
Dijo eso para después levantarte en sus brazos sosteniendo te como un bebé.
Salieron de la habitación, ver aún más luz te asustó y escondiste tu rostro en su clavícula y cuello.
───¿Te lastima la luz? Ya veo...estás asustada. Tranquila, iremos por comida, ¿Estás de acuerdo?
Asentiste con la cabeza como respuesta.