Simplemente no podíamos expresar nuestra felicidad, ambos queríamos esto, este nuevo cambio, ambos queríamos empezar esta nueva vida.
Me jalo de la cadera y me miro con ojos suplicantes.
─Déjame besarte. Déjame conocerte.─Se veía muy sumiso.
Mis labios se curvaron en una suave sonrisa y asentí suavemente.
Él pasó un mechón de mi cabello rosado detrás de mi oreja y acarició suavemente mi mejilla.
Su toque demostraba amor y sinceridad, aunque también un poco de necesidad y deseo...Me acercó más a sí mismo y me besó. Yo como de costumbre deslice mis manos desde su pecho hasta llegar a sus hombros y posar las suavemente sobre sí.
Su mano en mi mejilla se fue a mis caderas y enterró sus dedos entre mi piel de forma posesiva.
Me comenzaba a sonrojar otra vez...
En medio del beso, acarició mis caderas y sentí su lengua en mi labio inferior, pidiendo acceso para entrar en mi boca.
No me quedo de otra, después de todo, es Muichiro, ¿No? Ni quién se resista a mi novio...Separé mis labios y de inmediato unió su lengua en mi boca, explorando la, haciéndome gemir y derretirme bajo ese apasionado beso.
Sus manos seguían sujetándome de manera posesiva, me ponía algo nerviosa, pero... El hizo que el sentimiento de nerviosismo se sintiera placentero a su lado, sólo a su lado.
Lo abracé, después de todo, es lo que quería hacer desde el inicio.
De la nada, mi estómago comenzó a gruñir con fuerza, lo que hizo que ambos nos soprendieramos y separaramos de nuestro apasionado beso, creando un casi visible rastro de saliva salir de nuestros labios.
Colocó suavemente una mano encima de mi estómago y junto su frente con la mía, susurrando me mientras acariciaba mi estómago.
─¿Tienes hambre? ¿Qué se te antoja?.
No dudé ni lo pensé dos veces, respondí con una voz un tanto infantil:
─Pan de azúcar con mostaza.─Sonreí después de decir mi antojo.
─... ─Quedó algo muy confundido.─Vaya, ese o esa pequeña está volviendo loca a su madre.─Dijo con un tono burlón y besó mi mejilla.
─Y eso que aún ni se nota, ¿Te imaginas? Pero enserio... Que rico...
Se me hacia agua la boca de solo pensarlo.
Parecía asqueroso para los demás, para mi era un manjar exquisito.Olvidamos todo lo que hacíamos hace un momento, se levantó y me tomó la mano para levantarme también y caminamos a la cocina donde encontramos...
─L-lo olvidé...
─N-no importa... Yo lo limpiaré.
Mi vómito seguía planteado en el suelo de la cocina.
Me asquee.
Muichiro se encargó de limpiarlo mientras yo... Pues... Corrí hacia afuera y volví a repetir lo de la cocina, me dio mucho asco y eso que era mío.
Minutos después de eso, Muichiro cumplió mi extravagante antojo y decidimos salir a caminar un poco, yo estaba cansada y ligeramente enferma, pero cuando el lo notó me dio una medicina que me hizo sentir mejor.
Muichiro me dijo que se iba a duchar a lo que le dije:
─"Te espero fuera"
Con una sonrisa, lo que él no sabía, es que yo andaba de chistosita....