Despertaste, estabas realmente feliz por aprender más.
Te levantaste de tu futón y fuiste a pedir permiso a Mitsuri para ver si te dejaban ducharte y ella por suerte tuya te dijo que si.
Te dieron una toalla limpia y corriste al baño.
Te duchaste y regresaste a tu habitación, regresaste a ver el espejo por un segundo y te regreso la imagen de aquel señor abusando de ti y tu inocencia.
-Uhm...
Te quitaste la toalla y miraste tu cuerpo ahora descubierto, quedándote desnuda en el espejo.
Comenzaste a sentir dolor de cabeza.-Mi cuerpo....Mngh...-Desearia no haber nacido. ¿Si no nacía mi mamá seguiria viva?. Mamá .... Lo siento tanto.
Seguiste mirando tu cuerpo, te diste cuenta de varias cosas en ti que nunca habías notado.
Tu piel, la forma de tu cuerpo, tu estómago, tus muslos.-¿Porque me veo así? N-no .....
Te vestiste rápido y intentaste ignorar las imágenes que acabas de ver de tu cuerpo.
-Me siento extraña.... Jamás había morado mi cuerpo. Aún soy una niña, no debo pensar mucho en eso.....
Te saliste de tu habitación y fuiste con Shinobu.
-Señora Shinobu, ¡estoy lista para seguir aprendiendo!.-Sonreiste.
-Claro que si pequeña...?
-Ah, ¿yo nunca les dije mi nombre?.-Te veías confundida.
Asintió con la cabeza. Llegó Mitsuri de la nada.
-¡Buenos días peque!, ¿Lista para seguir aprendiendo?.-Sonrio.
-¡Claro que si, señora Mitsuri!.-Sonreiste.
-Ah, pero antes que nada les diré mi nombre.
-Cierto, ¿Cómo te llamas?.-Pregunto Mitsuri.
-Bueno, yo soy _____, un gusto.-Sonreiste.
-Ahhh, pensé que te llamabas estrella. La otra vez Muichiro te dijo así.
-Nop, el me dice así.-Tus labios formaron una sonrisa, pero sin mostrar los dientes.
-Uhm ..... Es muy raro. Muichiro no llama a nadie por un "apodo". Mucho menos si tiene que ver con las constelaciones. Eso le recuerda a su pasado.-Dijo Mitsuri
-¿Enserio? Y .....¿Tokito tiene amigos?.-Preguntaste con curiosidad.
-Mmm, el nos llama compañeros.-Dijo Shinobu.
-Hmm, bueno.
-¡¿Ya podemos empezar?!-Preguntaste, parecidas desesperada.
-AH, SI, LO SIENTO.-Dijo Mitsuri.
Te reíste y todas fueron a el lugar para que te enseñaran.
-Entonces, esto es una herida abierta.-Preguntaste señalando la página de un libro.
-Asi es, valla _____, aprendes muy rápido.
-Gracias. Es que no me interesan mucho otras cosas, las que si las recuerdo fácilmente.-Sonreiste
-Bueno, continuemos.-Exclamo Shinobu.
Así continuaron un buen rato, aprendiste muchas cosas. Que eran las heridas menores, profundas y aún abiertas.
Quemaduras, pinchazos, y hasta dolores.En pocas palabras, aprendiste mucho.
Acabaron, le pediste algo a Shinobu antes de que se fuera.
-¡Señora Shinobu!.-Dijiste jalando su haori.
-¿Uh?. Claro, dime pequeña.-Sonrio.
-¿Me puede regalar el libro? Me interesa aprender algo más un poco sola. ¿Si me lo puede dar?.
-Claro.-Dijo entregando te el libro en las manos.
-Yupiiii.-Respondiste tomándolo en tus manos.
Corriste a tu habitación, te encerraste y tiraste el piso al suelo, te sentaste en el suelo cerca de tu futón, tomaste el libro y seguiste leyendo.
Pasaron las horas, el día otra vez termino. Te quedaste dormida en el suelo en una posición que te hacía ver cómo si estuvieras muerta o algo por el estilo.
La madruga llegó y esta vez te levantaste de golpe y te mareas te, callendote al suelo.
-Auch, ya debe ser hora, otra vez saldré.
Te levantaste y fuiste a ver si la puerta tenía seguro, si lo tenía. Abriste la ventana y te subiste, saliendo te en el proceso.
Cómo ya era de costumbre, te caiste, pero fue diferente, esta vez te rodaste ya que el pasto estaba algo inclinado.
Cuando paraste de rodar, escuchaste risas.
-JAJAJA, TE VES CHISTOSA.-Era Muichiro.
Te levantaste y fuiste hacia el.
-silencio, esta vez me cai peor.
-Si, y también te quedaste dormida. Estaba por ir a tu ventana a buscarte.
-Lo siento, me quedé leyendo un libro.
-¿De?.
-Para curar, quiero ser de ayuda. También por eso quiero entrenar.
-Ah, cierto, para eso estamos aquí. Lo olvide.
-Bueno..
-Primero, se te va a romper ese vestido, segunda. Será difícil que toques una katana ahora así que... Traje una espaldita de madera, aunque es más grande que tú, enana.
-¿Enana? Osea si, soy pequeña pero cuando crezca te voy a alcanzar.
-Ya lo veremos, pequeña.
-Bueno.......
Paso un buen tiempo, te enseño a como coger una katana, aunque está era de madera.