──Me quedé sentada con las mantas cubriendo mi regazo desnudo al igual que Muichiro, quien se encontraba justo a mi lado de la misma manera.
Recosté mi cabeza en su hombro y gemí.
──¿Qué pasa si el embarazo sale mal?.──pregunté con un ligero tono nervioso mientras jugaba con mis dedos.
──No va a salir mal, amor. Tranquila── Dijo frotando suavemente tu espalda y colocando su mano encima de las tuyas.
Se acostó y me invitó a acostarme a su lado.
Acepté su invitación y fuí a su lado.
Él nos cubrió con las mantas hasta las caderas y me abrazó. Entrelazamos nuestras piernas por debajo de las mencionadas y quedamos abrazados.──¿Podemos hablar? Quiero que nuestro hijo tenga un lindo nombre. ¿Qué será?... ¿Un lindo niño? O... ¿Una linda niña?.
──Lo que sea, cariño. Sea un niño, sea una niña, lo amaremos mucho, ¿No es así? ──Dijo tomando una nueva posición, ahora acostado entre tus pechos acomodándose a su gusto y suspirando entre ellos.
──Tienes razón, pero, oye, ¿No los vas a compartir verdad?. ──Refiriendose a sus senos.
──Hmmp, faltan... No se, nueve meses.. Para que dejes de ser sólo mía, obviamente no te pienso compartir. ──Dijo acomodándose.
──Está bien... Pero sabes que no dejaré de ser tuya... Ni con el bebé.
──Aún así.
──Solté una risita y lo dejé estar entre mis pechos. ──Bueno... ¿Pensamos en los nombres?...
──¡Pensé en unos por si nuestra hija es niña!. Qué te parece... "Star".
──"¿Star?". Eso es por que te gustan las estrellas.
──Sí, es por eso. Aunque pensé en más por si ese no te convencía.
──" Kimito, Tsuki, Lily y Hanni".
──Lily... Me agrada Lily. Suena a qué sería una niña encantadora...
──¡Lily se queda!.
──¿Y si es niño? Yo lo pensé también.
──¿Qué tienes en mente cariño?.
──Yato, Dámian, y Yoichi. Yoichi por... Quererlo hacer en honor a tu hermano, amor.
──¿Es enserio?.──Dijo con una tenue sonrisa y un mirar melancólico pero feliz.──Estoy de acuerdo querida.──
──¡Oki Doki! Lily si es una hermosa niña y Yoichi si es un lindo varón!.
──Ahora, ya que sabemos qué nombres tendrá nuestro pequeño o pequeña, ya me recuperé. Última ronda y a dormir.──
──Tú me quieres dejar en silla de ruedas.
──No. Sólo quiero que te quedes quieta y me dejes recorrer el relieve de tu cuerpo.
──Muy romántico me saliste esta noche. De acuerdo.
La pareja se metió entre las sábanas y reanudaron su tercera ronda de amor esta noche, mostrando el cariño y deseo que se tenían mutuamente.
──¡Detente!... ¿Cómo tienes tanta energía un domingo por la mañana después de lo de anoche? Ni siquiera dormimos 4 horas.──Murmullo con una voz jadeante y con las manos en las rodillas.
──VAMOS AMOR, A MI ME DUELEN MÁS LAS PIERNAS DE TANTO EJERCICIO DE ANOCHE, ¡CORRE!.
──Padre Santo, y la Hashira soy yo.──Gimió y comenzó a correr con ella otra vez.