Él ahora nombrado "Yuichiro" escuchó los sonidos provenientes de la habitación de los padres de los mellizos y se exaltó al darse cuenta de lo que estaban por hacer eso, descuidando a sus hijos.
El felino de manera inteligente corrió hacia la habitación y se interpuso entre ellos con un gruñido, mordiendo a Muichiro, quién se encontraba encima de ______.
──¡L-la puta!──Gruñó el ojos menta y se separó de su prometida.
──¡Y-YUICHIRO!──Te levantaste rápido al ver al felino dándole un ataque de arañazos a Muichiro por segunda vez en la mañana.
Ya que se separaron, tus mejillas se pusieron rojas, sabías que el gato era inteligente y sabía que estaban haciendo, descuidando a los mellizos, en cambio Muichiro estaba de brazos cruzados con arañazos desde el rostro hasta los tobillos. El gato estaba lamiendose las patas como todo descarado.
──Sabía lo que hacíamos....
──Ese gato me odia.
Te reiste a carcajadas, su rostro molesto con ese puchero y esa voz severa eran algo raro de ver y el por qué de su rostro era un gato, fue divertido.
──Lo siento... Es que...
──No importa... Luego terminaremos esto, no te preocupes.──Besó tu mejilla y nuevamente el gato interpuso y lo rasguño.
──¡YA ENTENDÍ, NO LA VOY A TOCAR!
──MEEEEOOW...──Movía la cola molesto.
Separaste al gato y lo regañaste por lo que hizo, este metió su cola entre sus patas y se quedó dormido en la esquina.
Tomaste a los mellizos, quienes se quedaron dormidos en el suelo y tú junto a Muichiro los vistieron. Al varón lo vistieron de un rosa oscuro y a la niña la vistieron de un vestidito celeste.
Tomaron sus cosas, mantas, pañales juguetes y otras en una mochila, tomaste a Lily y Muichiro a Yoichi, por suerte ambos dormían.
Una vez salieron Muichiro te ayudó con la mochila, la cual hacia una linda escena y a la vez graciosa. Tenía el rostro repleto de vanditas con una expresión levemente molesta mientras cargaba una mochila con... Eh...

──¡Mamá! ¿Te agarro ocupada?...
──¡Hola cariño! Nop, hacia algo de comer... ¿Quieren pasar? Los veo cansados y algo molestos... En este caso.. Muichiro.
──Luego te cuento...──Susurraste y pasaron.
Muichiro se sentó sobre el sofá y mesio suavemente a los bebés, ya que ahora cargaba con Lily en una pierna y Yoichi en la otra. Su enojo se disolvió al ver sus caritas dormidas y sus regordetas mejillas, mientras que tú fuiste a la cocina con tu madre a cocinar y platicar le el motivo de tu visita.
──Mamá, te quiero pedir un gran gran favor...──Cortabas la verdura.
──Claro, ¿Sucede algo?.
──Muichiro y yo queremos tener un tiempo a solas. Desde que nacieron nuestros hijos no hemos podido... Tener intimidad/privacidad.
──Ah.. ¿Irán de viaje a reconciliar su pasión?. ──Preguntó mezclando ingredientes.
──¡Exactamente! Quiero, bueno, queremos pedirte que cuides de los mellizos... Sólo será una semana.
──Claro, no tengo problema alguno. ¿Cuándo se iran?
──Hoy, en la noche.
──Ah- ¿Por eso Muichiro cargaba con la mochila azul de lazos rosados?
──Sí... Por eso mismo Jajaja.
──Hablando de eso, ¿Por qué estaba molesto y lleno de venditas?.
──Es que anoche encontramos un gato macho y hoy en la mañana amaneció debajo de nuestra cama. Estaba sucio y Muichiro lo decidió bañar, por lo que lo rasguño. Después de eso.... Es algo incómodo pero pues Muichiro y yo estábamos algo perdidos por... Besos... Y descuidamos a los niños, entonces mordió a Muichiro y lo rasguño del rostro, el pecho y los tobillos, a mi no me hizo nada de milagro, pero siempre lo hace cuando él se acerca a mi. A mi ni me rasguña.
──¿Es así? Puede que odie a Muichiro...
──Pero lo que no entiendo es por qué sólo a él y a mi y a los niños nos protege y no nos rasguña o muerde.
──No tengo idea de ello...
──Bueno... Puedes ir a nuestra casa si lo quieres ver mamá.
──Claro, ¿entonces me dejarán a los gemelos ahorita?
──¿Si puedo?.
──Sí.
Terminaron de cocinar, era algo realmente delicioso. Carne, verduras y jugo.
Los sentidos de Muichiro se activaron olfateo el delicioso aroma que venía de la comida.
──Eso es...──Dejó a los bebés acostados en el sofá cubiertos con una manta, depósito un besito en sus cabecitas y camino a la cocina con gran entusiasmo. ──¿Carne?
──Con verduras.
Se escuchó un gruñido.
──En la mañana no disfrute del todo mi desayuno.──Comentó con un brazo cubriendo su estómago.
──Adelante, estas en casa.
──¡LA AMO SEÑORA!.
──¿Y tú, hija? Come algo.
──No tengo mucha hambre... Además... Los bebés no están por tardar mucho en despertar. Son las 2.
──Sí, van a querer comer, despertaron en cualquier momento.──Dijo Muichiro sin dejar de comer ansioso.
A lo lejos se comenzaron a escuchar llantos.
──Sí, es la "Mamá" señal.
Yaneko comía, Muichiro comía, los mellizos comían, tú tenías cara de "Ayudenme, me están agarrando los pechos".
Tu mamá y Muichiro se veían entre dos tratando de contener las risas por la vista que tenían a un lado, ugh, ¿Por qué sus manos se aferran a tus pechos?.
Una vez todos terminaron de comer le dijiste a tu madre todo lo necesario para los bebés, horarios, comida, sueño, etc.
Muichiro tomó tu mano con una sonrisa y ambos salieron de dicha finca con una sonrisa. Se despidieron dándole un cálido beso a los bebés y moviendo la mano en señal de " Adiós ".
Mientras caminaban de regreso a su Ucha, Muichiro rompió el silencio entrelazando sus dedos con los tuyos y comenzando a hablar sin dejar de mirar al frente.
──Otra vez tú y yo cariño... No es que no me guste estar con los bebés, sino que... Quiero estar contigo.. Como antes.
──Cómo antes... Y, amor, ¿Adónde iremos?...
──Te llevaré al parque de Ueno...
──¿Enserio? Es... ¿Dónde hay pandas y árboles de cerezo?──Preguntaste con los ojos iluminados y con un toque de emoción en tu voz.
Soltó una pequeña risita. ──Te encantará, lo prometo.
Llegaron a su hogar, en lo que arreglaban todo el día se acabó y la noche llegó junto a la Luna para hacer una perfecta combinación.
Te sentías un poco preocupada por los gemelos, pero sabias que estaban en buenas manos.
Esperabas a que Muichiro saliera del baño sentada en la esquina con unas ideas un poco sucias... Recordase lo de la mañana e hizo que tu corazón se acelerará, después de todo también era algo que tu querías, pero no podías por los gemelos.
Decís diste tomar tú estás vez la iniciativa y caminas te a la puerta del baño hasta que Muichiro la abrió y salió con la toalla envuelta en la cintura y con el pecho y el cabello ligeramente húmedos.
Trataste saliva y lo miraste de arriba a abajo. Cuando te voltea ste tratando de alejarte el te abrazó por la cintura y te atrajo, bajó su cabeza a tu oído y susurró con una voz seductora medio ronca.
──Los niños no están.. ¿Lo recuerdas? Estamos solos tu y yo y lo de la mañana... No pudimos casi empezarlo....~
