Capitulo 14

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—¿Ya terminaste con eso? -Minho estiró su cuello desde el sofá, posando su mirada en Jisung, quien volvía desde la terraza, su móvil en la mano, revisando algo distraídamente mientras caminaba.

—Sí, solo es mi nuevo oficial de condicional. Un poco exigente. Más de lo usual.

Jisung se dejó caer en el sofá junto a Minho. A pesar de la queja, su mirada lucía divertida, los vestigios de una sonrisa traviesa adornaban sus labios de forma un poco demasiado obvia.

—No parece molestarte mucho que digamos. -Lee alzó una de sus cejas a la vez que se inclinaba para tomar la lata de cerveza que Jisung le había ofrecido unos minutos antes.

—Bueno, digamos que es una pieza digna de conservar -Jisung amplió su sonrisa, apoyando su celular en su mentón-. Es de estos tipos rectos y dominantes, todo el día enfurruñado como si tuviera un palo metido en el culo. Pero de una forma interesante, su mirada... es como si quisiera castigarme por cada impertinencia que hago. Y no castigos serios, no. Un tipo como él parece preferir otro tipo de castigos.

—Cosa que a ti te disgusta muchísimo. -ironizó Minho, sonriendo también.

—Es que tienes que verlo -Jisung negó suavemente, como si aún no pudiera creerlo-. Tiene un pedazo de trasero descomunal.

Minho finalmente estalló en carcajadas, eso era tan propio de Jisung que le hubiera extrañado si no soltaba algún comentario así.

—Ya imaginaba que tenía que haber algo de eso por ahí. No te sueles interesar en anatomías planas.

—Solo digamos que quiero que me castigue un poco. No sería mala idea. Se ve muy sexy cuando está enojado.

—No deberías jugar con los policías -Hubo cierto reproche en el tono de voz de Minho-. Puede salir muy mal.

—Uy, si -Jisung puso una expresión escéptica-. Y justo me lo dices tú. Estoy seguro de que ya fuiste a ver a tu oficial bonito, incluso si no llevas ni una semana en la calle.

—Eso no tiene nada que ver. -Minho bebió de su cerveza, aliviando el nudo incómodo que ese comentario había formado en su garganta. Odiaba cuando Jisung usaba ese tema solo para recordarle lo dañina y jodida que era su relación con Felix.

—Sí tiene que ver, hablamos de la policía. Un día ese tipo va a meter tu trasero tras las rejas y no verás el sol hasta que tengas canas en el culo.

—Si será así, entonces es mejor disfrutarlo mientras, ¿no crees? -Minho se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

—¿Sabes qué? -Jisung apretó sus labios-.Te acabas de contradecir a ti mismo, pero tienes toda la razón. Es mejor disfrutar las cosas cuando se tienen delante.

—Exacto.

—No importa si después hay que soportar las consecuencias.

—Siempre que valga la pena. -Minho asintió.

—Por eso le dije al sargento Bang que mi amigo el ex convicto vino a verme a mi casa y está ahora compartiendo una cerveza conmigo mientras hablamos de los viejos tiempos.

—Exacto, hay que hacer las cosas así, sin... espera, ¿qué? -Minho cayó en la cuenta de lo que Jisung había hecho-. ¿Le dijiste a la policía que estaba aquí?

—¿Crees que se enoje? -Jisung sonreía, amplio-. Él fue tan específico con respecto a todo lo que podía hacer y a lo que no. Me dijo que no me pusiera en contacto con personas sospechosas ni potenciales delictivos porque de lo contrario se vería obligado a aumentar la vigilancia. -Su tono de voz sonaba emocionado, como si no estuviera hablando de un asunto tan serio como ése.

Opium - Changjin/HyunbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora