Capitulo 22

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Changbin abrió la puerta de su departamento sin decir una palabra. Hyunjin había notado su silencio durante todo el viaje y se le hizo raro, sí, pero prefirió no opinar nada al respecto, especialmente porque tenía su propio y sutil mareo del cual permanecer pendiente. Por esa razón, siguió sin decir una palabra y solo entró detrás de Changbin, sacudiendo su propio cabello, ya un poco más sobrio que cuando salió del bar.

La situación se le hizo algo incómoda. Se suponía que tendría sexo con Changbin, pero francamente, no había recibido ninguna señal de parte del castaño. Ningún sutil coqueteo, ni siquiera una palabra. ¿Cómo podía tomar eso entonces? ¿El sexo seguía en pie? Hyunjin nunca había sido bueno entendiendo a los demás. Pensó que solo sería con las mujeres, que simplemente su mente no comprendía los debates humorales de las chicas, pero ahora que Changbin guardaba silencio de aquella forma extraña y enigmática, le dio la sensación de que tal vez fuera igual con un hombre.

—Bin... —llamó después de ver como el más bajo dejaba sus llaves sobre el aparador que había junto a la mesa y se dirigía hacia la cocina.

—¿Sí? —esa respuesta despreocupada hizo que todo fuera aún más enigmático.

—¿Sucede algo?

Changbin volvió a los pocos segundos con dos latas de cerveza, acercándose de nuevo a Hyunjin a la vez que le ofrecía una.

—Sí... sucede algo.

Hyunjin ciertamente no esperaba una respuesta directa, estaba listo para surfear en las evasivas, pero aquella recta de parte de Changbin lo había tomado por sorpresa.

—Ah... y... ¿Qué es?

Changbin abrió su lata, bebiendo un largo sorbo antes de enfrentar de nuevo la mirada del oficial.

—Sé que no es tu culpa... nunca aclaré ese pequeño detalle contigo después de todo, pero creo que debo hacerlo ahora —agarró bruscamente la camiseta de Hyunjin, acercándolo a él, tomándolo por sorpresa—. Cuando yo marco algo como mío, es única y exclusivamente mío. —Su voz fue poco más que un gruñido, bajo y siseante, uno que logró que una oleada de peligrosa excitación recorriera al más alto por completo.

Hyunjin no retrocedió, aun si Changbin tenía su puño envuelto en la tela de su camiseta, susurrándole tan cerca que pudiera ser incluso amenazante.

Claro, si no tuvieran el tipo de relación que tenían.

—¿Exactamente a qué te refieres? —Hyunjin falló al ocultar la diversión en su voz, cosa que pareció irritar aún más al castaño, quien contrajo más su brazo.

—No te hagas el tonto... ¿Te gustó que Felix te besara?

Hyunjin dejó salir una risa nasal apenas perceptible.

—¿Son celos acaso?

—No se llama "celos", hwang, se llama posesividad. Y créeme, soy jodidamente posesivo.

—No creo ser tuyo para que actúes así. —si bien decía eso, Hyunjin se sentía extrañamente complacido con eso. Changbin siendo posesivo con él le daba una sensación excitante y levemente peligrosa. Podía sentir la tensión de los músculos de Changbin, su respiración algo pesada y el tono agresivo pero sensual de su voz. Aquello era nuevo e incitante, y definitivamente lo estaba amando.

—Eres mío esta noche. Creo que eso quedó claro esta mañana. Me importa bien poco tener una relación, pero cuando marco algo, es mío.

—Entonces, ¿eso solo aplica a esta noche? Si Felix me besa de nuevo mañana, ¿no te importará?

—No juegues conmigo, Hwang —Changbin lo soltó con brusquedad, dejando su cerveza también junto al aparador a la vez que lo empujaba contra la pared, acercándose de nuevo para acorralarlo allí.

Opium - Changjin/HyunbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora