Capitulo 15

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—¿No deberías... no sé... decir algo antes? -Changbin enredó sus dedos en el cabello de Hyunjin, su voz era apenas un suave susurro mientras hablaba entre jadeos.

Hyunjin no le contestó, solo siguió besando su cuello mientras apretaba sus muslos por encima de la tela del pantalón. Habían ido a parar a una oficina vacía en el Departamento de personal. Y, si bien Changbin había demostrado tener todas las intenciones de solo devolverle su camisa, Hyunjin no esperó a que se concretara el pequeño juego. Solo se abalanzó sobre él, empujándolo contra uno de los escritorios, resultando en lo que ahora ambos hacían.

—¿En serio estás tan necesitado después de lo de anoche? -preguntó Changbin, curioso.

—Solo quiero más. -Hyunjin gruñó contra su piel, saboreándolo, ligeramente extasiado en la forma en la que su olor y el de Changbin estaban combinados sobre la piel contraria. Los botones de la camisa que el castaño traía puesta cedían uno a uno bajo sus dedos, necesitando más de esa sensación-. Fue demasiado bueno.

—Me alegra saber eso. -Changbin agarró sus cabellos con más fuerza, apartándolo bruscamente. Sonrió al escuchar un gemido de dolor provenir de los labios de Hyunjin-. Pero no puedes actuar como un animal en celo aquí. Alguien podría entrar.

—Nadie deambula por aquí a esta hora. -protestó el pelinegro, sin oponerse al agarre de Changbin.

—Todo es posible.

—¿No querías que te follara contra la pared? Eso me dijiste. -Hyunjin relamió sus labios, ansioso por tener contacto con la piel de Changbin una vez más.

—Sí... -Se acercó a él, sus labios a solo milímetros de los contrarios-. Pero éste no es el lugar indicado. Además... ¿Qué te hace pensar que solo puedes venir y follarme cuando quieras?
Hyunjin lo miró, perplejo.

—No es eso... yo...

—No tienes que llevarme a cenar y comprarme flores, Hwang. Pero tampoco es dónde y cuándo tú digas. Si quieres esto, vas a tener que ceder un poco de control.

—¿A qué te refieres?

—¿Quieres tener sexo de nuevo? Y no una... sino varias veces. Repetir lo de anoche, hacer cosas nuevas. -Changbin deslizó la mano que estaba en el cabello de Hyunjin hasta rozar su cuello bajando entonces por el frente, suavemente recorriendo el pecho contrario por encima de la tela de su uniforme. Se detuvo en su abdomen, alzando la vista para mirarlo a los ojos.

—Supongo que sí.

—¿Supones?

—Sí quiero.

—Bien. -Changbin elevó una de sus comisuras-. Entonces vas a tener que aprender a que las cosas también se hacen cuándo, dónde y cómo yo diga.
Hyunjin asintió.

—De acuerdo... -En sus labios también se dibujó una sonrisa traviesa-. Aunque eres realmente una caja de sorpresas. Tienes tantas aristas. Anoche eras más...

—¿Sumiso? ¿Tierno? -Interrumpió Changbin, con una sonrisa sugerente.

—Puede ser.

—Soy Seo Changbin, bebé. Puedo ser cualquier cosa, hacer cualquier cosa. Solo has visto la punta del iceberg.

A Hyunjin le gustó esa actitud confiada, no sonaba creída o alardosa, sonaba genuina y le gustaba que Changbin tuviera esa confianza en sí mismo. Era refrescante a su manera.

—Entonces quiero ver más.

—Pero éste no es el lugar. Ya te dije.

—¿Entonces por qué me trajiste aquí? — Hyunjin apretó sus muslos, acercándose de nuevo a él-. Ni siquiera trajiste la camisa que ibas a usar cuando me devolvieras la mía. Podías haber ido a un baño, a tu propia oficina. Había infinitas probabilidades, así que ¿Por qué traerme aquí? ¿O solo querías darme toda esa charla? -Movió sus manos, subiendo por aquellos carnosos muslos hasta envolver sus caderas y tirar de él más cerca, pegándolo a su cuerpo-. Mi teoría es que, querías saber qué pensaba, qué planeaba hacer y dejar claro que no eres una puta o algo así. Sin embargo, de todos modos quieres que hagamos algo. No creas que no se nota como tú también lo deseas

Opium - Changjin/HyunbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora