Capitulo 40

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Su reloj de pulsera marcaba las cinco de la madrugada y en la oscuridad de la noche ya comenzaba a sentirse la cercana presencia del amanecer. A esas alturas, Chris había perdido la cuenta de las tazas de café que había bebido y de los interrogatorios que había hecho. La mayoría de los detenidos de aquella fiesta eran solo infelices con dinero y aburrimiento a partes iguales. Al menos entre los que él entrevistó, nadie tenía información realmente sustancial que aportar.

Sin embargo, eso a Chris no podía importarle menos. Mentiría si dijera que su prioridad era desbaratar aquella red de narcotráfico. Solo había hecho lo que le dijeron, usando el mal humor que ya tenía consigo para salirse con la suya en cada interrogatorio y destruir la moral de cada uno de los infelices detenidos que tuvieron la suerte de sentarse del otro lado de su mesa.

Desde las cinco le habían dicho que ya estaba todo cubierto. Los de narcóticos se encargarían de los detenidos más importantes, así que, por esa noche, ya habían terminado.

Mientras caminaba hacia su oficina, bajando desde sus codos las mangas de su chaqueta, se cruzó nuevamente con su superior en el pasillo. El hombre lucía como si fueran las diez de la mañana y Chris tuvo que reconocer que, para su edad, realmente tenía una resistencia temible cuando se trataba de trabajo.

—Bang... —este sujetó su hombro, llamando su atención— ¿Ya te vas?

—Sí —Chris contestó con un asentimiento vago—, los de Narcóticos dijeron que ya había sido suficiente ayuda.

—Bien. Aprovecha y lleva a tu chico a casa. No hay necesidad de dejarlo aquí más tiempo.

Chris se extrañó, estaba consciente de que cuando decía "su chico" se refería a Jisung, así que no pudo evitar mostrar su interés.

—¿Qué sucedió con él? No me siento cómodo haciendo mi trabajo si hay aspectos de su historial delictivo que no me dejan manejar.

El rostro de su jefe se iluminó con una sonrisa satisfecha.

—Pues, no creo que debas preocuparte. Ese chico puede parecer una escoria irritante pero ha sabido demostrar su valía y limpiar su imagen.

—¿A qué se refiere?

—El informante de Narcóticos... el que ha estado buscando información y pasándola a la policía es él. Desde su condena pasada, sus condenas fueron rebajadas con la condición de que apoyara la investigación y lo ha estado haciendo de maravilla, incluso si sus oficiales de libertad condicional se esforzaban en hacer su trabajo, entorpeciendo el suyo. —Ese último comentario fue sazonado con un movimiento de sus cejas, cómplice.

—¿Qué...? Pero... ¿Cómo? —Chris se extrañó visiblemente, algo como eso carecía de sentido— ¿Me estás diciendo que Jisung... mi Jisung, es un informante de la División de Narcóticos?

—Exactamente. Ya con esto, su deuda ha quedado saldada. Aunque todavía hay que esperar a que concluya la investigación, estamos claros de que nada hubiera sido posible sin su información. Así que no seas duro con él, ¿sí? El chico es casi un héroe. Llévalo a casa, debe estar exhausto, se merece un buen descanso.

Chris se quedo inmóvil por unos segundos, aun procesando lo que su superior le acababa de decir, tratando de incorporar esa información a la que ya tenía. Si realmente era así, había muchas cosas que había asumido erróneamente sobre Jisung.

Eso le hizo sentir cierto alivio. Aun enredado en la sorpresa y la incredulidad, no pudo evitar sentir cómo un peso se aligeraba en él.

—Maldito loco... —sonrió, finalmente negando con su cabeza, dispuesto a dirigirse a buscar sus cosas.

Opium - Changjin/HyunbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora