ATENA (Borrador) Todo por el poder (1)

Si possono vedere i denti del cavallo regalato

Cuando tomo mis cosas del casillero el estruendo de esté siendo cerrado demasiado fuerte me hace dar un pequeño salto en mi lugar.

-Iras hoy en casa de Nathan.

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Habra una fiesta, tómalo como compensación de lo de ayer.

-¿Quién crees que soy Demon? ¿Una fan? ¿Una admiradora?

-¿No lo eres?- me mira por debajo de sus gafas de sol negras a la nariz y su gorra.

-No, no lo soy, y si eres demasiado ciego para verlo, cómprate otras gafas y que está vez sean de contacto por favor. Te lo pediré cuando sea necesario.

-¿Qué te hace pensar que te lo daré cuando quieras?- pregunto con el ceño fruncido.

-¿No queremos que papá Demon se entere cierto?- le respondí con gran burla. Su mandíbula se apretó pero no dijo nada hiriente en todo caso, punto para mí.

-Te veo hoy a las 7, no llegues tarde.

-Eres sordo también, no voy a ir.

-Iras o le daras un amargo sentimiento a tu amiga de cancelar su sueño de ir a una de mis fiestas.

-Eres un- me corta.

-Cuidado, tal vez Nathan este muy contento de hacer dos sueños realidad a tu amiga, lo que no prometo es que el no se desaga de tu querida Mysie después.

-Maldito asqueroso.

-No decías eso de mi ayer pequeño demonio.

Su mano derecha se poso ligeramente en mi mandíbula estampando mi cuerpo en los casilleros. Su rostro ya no era burlón, volvió a su seriedad normal de siempre.

-No me hagas hacer cosas que no quiero piccolo diavolo, yo mismo haré que te arrepientas si intentas manipularme. Yo no soy el títere, soy el que mueve los hilos de toda la puta escuela. Y tú no eres la excepción.

-¿A no? y que te hace pensar que empezaré a hacer lo que tú digas Demon.

-Siempre puedo hacer que te arrodillés ante mí .Las personas no me usan yo las uso y si quiero las desechó el problema aquí es que aún no se que hacer contigo.

Reúno todas mis fuerzas y lo empujó lejos de mi. Sus manos se levantan en forma de rendición, cosa que parece imposible desde mi punto de vista.

Me da la espalda dirigiéndose a su clase. Miro al rededor y observó que no hay ni un alumno. Cuando checo mi reloj veo que ya voy díez minutos tarde. Un mensaje llega a mi celular y mi preocupación se vuelve a parecer en mi pecho.

[No puedo creerlo Nathan Kaliggna me invitó a su fiesta de cumpleaños,  por favor dime qué iremos, no puedo ir sin ti] Mysie.

Con un grito de desperacion y la tentación de arrancarme el cabello, aceleró mi paso a mi clase con un mal genio que ni siquiera un buen café me quitaría.

[Esta bien] Kyra.

Solo espero que los malditos de atena no me tengan una sorpresa preparada. Me a gustado el poco tiempo que me han dado para caminar segura por los pasillos.

Cuando pensé que podía tener en mi puño a Kyllian me lo torció y me guardo a mí en el de él. Maldita sea, y maldita su rostro con mandíbula marcada y estatura para bajar los platos de la cocina. Basta Kyra.

........

Ya estaba subiendo mis botas cuando el timbre de mi celular me indica qué Mysie está abajo. Tomi bolsa y cierro la puerta saludando a mi amiga una vez abajo.