Cap 5: Cuándo nadie ve, yo te veo los músculos

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Shely

–Asi qué...¿Que te pareció mi amigo?

Mi concentración se mantuvo en lo que mis manos hacían, ignorandolo por completo.

–Atractivo ¿No?

Terminé de limpiar la última de mis armas, comenzando a armarla con cuidado, apretando algunas partes más de lo necesario.

–Supe que salieron a “fumar” cómodamente los dos solos. Veo que te cayó mejor de lo que pensé.

Uno de mis ojos hizo un click molesto, me contuve de no golpearlo con la culata del arma.

–Creo que hasta hiciste sentir celosa a Sonia, bueno, no es para menos...con semejante cuerpo hasta me sentiría-

Roger se cayó la boca cuándo lo apunté con el arma directo en la cabeza. Había terminado de armarla más rápido que las otras.

Me tenía harta de tanto escucharlo.

Desde que llegamos de esa disco hace varios dias no paraba de mencionarlo haciendo sus bromas insoportables e irritantes.

–No lo repetiré de nuevo, Roger. Cierra de una vez la boca.

Alzó las manos en señal de paz.

–Ya, ya, pero si solo bromeaba. Hoy estás de un muy mal humor.

–No quiero volver a escucharte en lo que reste del día, es más, si es posible no me trates más nunca es tu patética vida.

Roger desvió la mirada aburrido.

–Solo será por hoy, no te prometo nada...¿Vas a dejar de apuntarme?

–Podria considerar matarte de una vez.

Justo en ese momento nuestro comunicador sonó al mismo tiempo. Era un mensaje de la base informando que estaban atacando una parte de la ciudad y debíamos asistir a prestar ayuda. Un fastidio.

–Creo que tú petición de no hablarte no podré cumplirla.

Me guardé el arma en el cinturón de mala gana. Al menos me podría desquitar golpeando algo el día de hoy.

–¿Vamos juntos?

Pero yo desaparecí enseguida y en un parpadeo ya me encontraba en la zona afectada. Habían varios edificios agrietados, derrumbados o con varios escombros. Adelante aprecié algunos robots en el aire, su forma ya las conocía. Desde hace varios meses esos robots han aparecido de la nada, tienen una particular o más bien ridícula forma de huevo, a pesar de poseer tecnología avanzada son muy fáciles de vencer...lo cuál es lo más extraño.

Escuché una fuerte explosión dónde una parte de algún edificio se estaba derrumbando y en eso varias personas con niños corrían. Me adelanté con mi súper velocidad hasta tomarlos a todos entre mis brazos y sacarlos de ahí, por poco quedan aplastados como mosquitos.

–¡Muchas gracias señorita! –una niña me abrazó las piernas. Me tense en el momento sin saber que decirle pero no era capaz de apartarla de mí, es muy pequeña y se ve delicada.

–¡Lili ya deja de molestar y aléjate!

Pero como siempre, las personas me odian. Me tiene son cuidado pero al menos podrían ser un poco más agradecidos. Su madre y los demás se llevaron a los niños mientras me observaban de reojo entre susurros y palabras que decidí ignorar.

No los culpo después de todo, solo recuerdan a una chica hace varios años destruyendo y asesinando sin razón alguna, o al menos para ellos. Ya me he acostumbrado a que me miren mal.

En tu mirada rubí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora