Emer
–¿Es que a caso eres cocinero?
–No exactamente, pero amo la cocina en todo su esplendor.
–Para mí, el único esplendor es ver el reflejo de un arma al ser disparada en la oscuridad.
Comencé a reírme mientras continuaba mezclando los ingredientes en un tazón de metal.
Aún me encontraba en el departamento de Shely, hace un rato que desperté sin ella. Mi corazón se sintió algo vacío pero sabía que tenía que asistir al trabajo. Lo bueno era que, por despertar tarde, no pasó mucho para recibir una llamada de ella, que utilizaba el tiempo libre del almuerzo para charlar conmigo mediante una videollamada.
Muy romántica mi novia. Pero eso solo hace que la quiera más.
Lo malo fué, que al salir del cuarto me topé con Roger saliendo del cuarto de baño y Staisy sentada en el mueble muy cómoda mirando el televisor con una camisa manga larga mal abotonada que apenas le cubría las escandalosas bragas amarillas. Ambos llevaban un semblante horrible, seguro que anoche bebieron hasta el cansancio. Lo que me hizo preguntarme, en qué momento Rog salió de la casa sin darnos cuenta. Pero no es como que estuve atento a quien entraba y salía del apartamento, ejem, tenía otros asuntitos más primordiales.
Y lo otro...primero, me obligaron a cocinar antes de irme. Segundo, seguía sin parecerme el hecho de que se estuvieran acostando a escondidas. Si todos sabíamos perfectamente sobre los sentimientos de Kani. Mi pobre amiga quedará destruida cuándo se entere. No es como que yo vaya corriendo a contarle, pero...algún día se enterará, y si continúan siendo indiscretos, se formará un enrollo gigante. No quiero ni imaginarlo.
Al menos logré que ambos volvieran a la sala a ver películas y me dieran más privacidad para hablar con Shely.
–Siempre te gusta estar cocinando –dijo ella mientras negaba con la cabeza.
–Soy perfeccionista. Si quiero comer algo, voy y lo preparo yo mismo.
–Ugh, ¿Y qué estás haciendo exactamente?
–Pues ya casi está el Spaghetti con crema bechamel, pero ahora preparo un postre. El pay de arándanos es el favorito de Roger.
–No entiendo porqué lo tienes en tanta estima, es un idiota caprichoso calienta pelvis.
Arrugó la cara con asco y de nuevo sonreí.
–Igual es buen amigo, estuvo conmigo en buenos momentos de mi infancia.
–Seguro fué antes de quedarse sin cerebro.
Vacie la mezcla en el recipiente, comencé a cerrarlo con otra tapa de masa con harina. Casi estaba listo.
–¿Que tal estuvo tu mañana de trabajo?
Shely se quedó en silencio mirando otro punto fuera de la pantalla. Hizo una mueca.
–Aparte que me obligan a pasar tiempo con el niño novato, nada nuevo, más de lo que te conté.
–Me hubiera gustado verte golpearlo.
–¿Desde cuándo te agrada la violencia, Rose? –dijo elevando una ceja.
–Desde que noté lo atractiva que te vez golpeando cosas.
Si, me encantaba también decir cuántos piropos se me ocurrieran, y aunque ella nunca dijera nada, sé lo mucho que le gustan, me doy cuenta. Hasta podría apostar que estaba con las mejillas sonrojadas, de no ser por la cámara del comunicador que se encarga de ocultarlo. Es una pena.
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En tu mirada rubí
FanfictionUn universo diferente al que conocemos, con nuestros personajes favoritos de Sonic en géneros invertidos. Vivirán entre historias de romance, lucha y diversión donde la amistad pasará los límites acordados al amor. ¿Será Shely capaz de aceptar un nu...