Cap 23: ¡Dos pulgadas!

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Realmente lo pensé bastante pero decidí introducir un contenido +21 bien detallado porque me encanta que mis fic lo lleven. Así que si no te gusta...pues tienes que leerlo igual jsjsjs xq si te saltas el Cap no vas a entender un brócoli. Lo que si puedes saltarte son las letras contrarias.

¡Recuerden votar y comentar!

Saludos aquí desde mi reposo de tres semanas porque me encuentro con un yeso hasta la rodilla :D la vida me trata de las patadas.

Lindo día 🖤❤️

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Shely


–¿Puede darnos los últimos detalles que recuerda antes del accidente?

Emer y yo compartimos una mirada vergonzosa. Sus mejillas se tiñeron de rojo y lo escuché tragar pesado.

–C-creo que no...me siento bien –lo observé molesta– ¡Voy a vomitar!

Y dicho esto salió disparado hasta estar detrás de un árbol. Cómo si de verdad hubiera sufrido una borrachera tan grande. Lo cuál es mentira.

–¿Y usted señorita?

Respiré profundo. Claro, el caballero sale corriendo y es la dama la que se debe hacer cargo de todo.

–¿Qué es exactamente lo que quiere que le diga? –me crucé de brazos. El hombre, quien en realidad era joven. Palideció un momento tras darse cuenta con quién hablaba.

–U-usted es...Shely, la asesina, la forma de vida perfecta...

¿De verdad?

Puse los ojos en blanco, no puedo creer que la gente tan estúpida lo recuerde. Jamás se fijan en las cosas buenas, como cuándo me hice cargo de varios enemigos o ayudé al Team Sonia a salvar el mundo o la ciudad. Son unos desagradecidos.

Pero que piensen lo que quieran.

–¡Lo siento mucho! No sabía que se trataba de usted...solo quiero saber, ¿Dónde se encontraba antes de darse cuenta de la situación?

–Estaba en la habitación.

–¿Junto con el joven Rose? –el tipo levantó una ceja. ¿Así que quiere más datos para su investigación?

Bien. Veamos hasta donde llega su curiosidad.

–Si.

Él escribió en una libreta pequeña, asintiendo con la cabeza.

–¿Y por qué si él joven Rose es el anfitrión de la casa, fué uno de los primeros en irse a dormir?

–Estaba muy borracho.

–¿Y usted no?

–Una bala no me hace ningún daño ¿Cree que una simple bebida alcohólica si?

El joven volvió asentir y escribió de nuevo sobre el pedazo de papel.

–Dijo que se encontraban despiertos, ¿Que era lo que estaban haciendo, con exactitud?

Quise golpearlo, pero me contuve. En vez de eso, jugué un poco con su... profesionalismo.

Caminé dos pasos, para estar más cerca de él. Y sonreí con picardía. Aún llevaba puesto el abrigo de Emer. Me lo quité sobre la cabeza, quedando solo con la blusa estrecha de Silvia. Dónde mis senos quedaban muy apretados y sobresalientes debido al no llevar sujetador. Recogí mis púas y mis manos fueron a posar sobre las caderas.

En tu mirada rubí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora