Hyejoo se mantuvo en el palacio hasta el viernes, solo que estuvo entrenando a los escoltas de mis hermanas, no me molestaba que protegiera de ellas, pero odiaba que fuera tan egocéntrica. Siempre alardeando que es perfecta en todos los sentidos, que es la más fuerte y que nadie la vence. Por eso no la soporto, por eso y el hecho de que no puedo hacer nada sin ella.
En la noche saldría con John, iríamos a uno de los restaurantes más famosos del reino, a su petición. Así que me vesti algo elegante, no muy llamativo, pero lo suficiente como para causar sensación.
- Son Hyejoo, te llevo esperando 10 mijutos, que te crees. -la puerta de su habitación se abrió.-
- Listo, tenía que tomarme una ducha.
La ví de arriba para abajo, me causo curiosidad que está vez se fue por colores claros, lo cual jo era habitual. Tenía puesto un pantalón formal de color beige, un cinturón negro y algo pequeño que estaba al rededor de este, junto con una camisa blanca, y por último tenía un saco del mismo tono que la camisa. Su cabello estaba seco y esponjado, como si le hubiera pasado la secadora.
No dije nada y empecé a caminar, no negaría que se vestía bien, pero no significa que ella se vea bien en eso.
John me vería en el restaurante, sería algo muy formar y escandaloso que llegáramos en e mismo vehículo, además de comprometedor. Por lo mismo muchas veces me daba estrés salir del palacio, la presión de hace todo correcto y como los rumores de esparcian, no lo soportaba siempre. Y si a eso le sumamos la presencia de Hyejoo en toda la velada, simplemente se arruina la noche.
~🗡️👑~
La cena estuve mejor de lo que pensé, John había pedido una mesa escondida y alejada de las ventanas, así que sentía menos presión, aunque seguía la incomodidad que tanto Hyejoo como el resto del personal de seguridad, estuviera ahí.
- Hablo en serio, no puedo creer que no nos viéramos. -dejo sus cubiertos a un lado.-
- Ni yo, aunque también está el que yo no conocía a nadie más que a Jiwoo, ella era la de los contactos en esa fiesta.
- Lastima que no conectamos ese día.
- Sí, tienes razón. -me sonrió.- ¿Te gustó la comida?
- Estuvo muy bien, no había comido este platillo nunca. Tienes muy buen paladar.
- Lo sé, es de los mejores en el reino. -ambos reímos.- Quiero mostrarte lo mejor de mi reino, no es un lugar muy grande, pero sus encantos son únicos y sin duda alguna la comida es la mejor.
- Hablas muy bien de tu reino, apuesto a que serás una muy buena reina algún día.
- Eso espero. -me sentí un poco incómoda ante ese halago, no me gustaban.- ¿Nos vamos? Ya es tarde.
- De acuerdo.
- Ojalá no hayan muchos periodistas afuera.
- Si ese es el caso, te cuidare.
Me iba a tomar la mano por encima de la mesa, pero justo Hyejoo apareció en frente nuestra, tenía una mirada muy seria y estaba hablando por el intercomunicador. Una mano sostenía su intercomunicador de la oreja y con la otra tenía sujeta la empuñadura de su espada, como si estuviera lista para atacar.
- Se acabo el momento feliz. -hablo bastante seria.- están acercando la camioneta lo máximo que puedan, hay demasiados periodistas.
- ¿Qué-qué? -la ví un poco asustada.- ¿Cómo supieron?
- Sabes que siempre llamas la atención de la prensa cuando sales. -se quitó su saco.- póntelo, tienes un escote muy pronunciado, en un descuido pueden tomarte una muy mala fotografía.
- Mejor le prestó yo el mío. -John se iba a quitar su saco, pero Hyejoo me hizo una señal.- ¿Qué? ¿Esto también está prohibido?
- No exactamente, solo intento que no hablen mal mañana de su real majestad.
- ¿Ya nos podemos ir? -Le pregunté.-
- Sí, estaremos al rededor tuyo, procura quedarte detrás mío. Y tú, intentaremos que llegues bien a tu vehículo, pero no prometo nada. -le sonrió con hipocresía.-
Al estar en las gradas para bajar del restaurante me percaté de lo que dijo Hyejoo adentro. Habían muchos reporteros, y entre en un poco de pánico cuando empezaron a parpadear las luces indicando las fotografías. No sé si era bueno o malo que me las tomarán con el, pero sin duda estaría en algún titular mañana.
Me despedí como pude de John, luego de eso no solté el brazo de Hyejoo, aunque quise mantener una cara tranquila y agradable, me moría de miedo por dentro.
Hyejoo siempre estuvo consiente de mi pánico escénico y de mi pánico social cuando me rodeaban de esa forma, y no puedo hablar mal de ella cuando se trata de protegerme así que no lo haré, porque sin ella estoy segura que me hubiera puesto a llorar en medio de todos. Ella simplemente me tomo la mano y la coloco en su brazo, luego mientras los demás guardias nos rodeaban, me dirigió hasta la camioneta donde se subió al lado mío y dejo con llave las dos puertas, eso me calmo un poco.
- Deberías trabajar en tus fobias cuando esto será rutina para ti.
- Como si fuera tan fácil.
- Solo es cosa de valentía. -me le quede viendo.-
- Claramente a ti no se te es difícil, no seas insensata con el resto de personas que no somos tan perfectas como tú. Eres tan engreída a veces.
- ¿Por qué siempre me sacas de contexto? -Me volteo a ver.-
- Claro que se te es fácil decir que es cuestión se valentía, eres una alfa a la cual no le tiembla el pulso apuntar con una pistola. No eres una Omega.
- En ningún momento dije eso, Chaewon. ¿No has visto a Irene? Es una Omega a la cual no le tiembla el pulso apuntando con una pistola. A veces me sorprende que tuviera una hija tan cobarde.
- ¡¿A quién le dijiste cobarde?!
- Ya, deja de pelear, pareces una niña de seis.
- Eres una estúpida, Hyejoo.
A veces podíamos llegar a tener pelear muy fuertes, está no lo era, cuando realmente escalaban a otro tono era cuando ella también alzaba la voz.
Cuando llegamos me fui directo a mi habitación, no le quería ver más tiempo la cara de lo que ya se la había visto. Era nefasto que estuviera al lado mío.
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Entre Espadas y Coronas //Hyewon//G!P//
FanfictionChaewon odia que la vida las pusiera tan cerca, le molesta su existencia en su vida y como depende de ella para todo. Detesta verla todos los días, más cuando le sonríe con esos labios tan ¿Besables? Y esa sonrisa tan ¿perfecta? Pero, Chaewon miente...