Entre Espadas y Coronas //Hyewon//G!P//

Capítulo 18 - Mares

No me dijo nada, no me saludo, ni si quiera un buena suerte en tus clases hoy. Nada. Incluso espere una mirada, pero con sus lentes se sol no se podía notar, detestaba esos lentes.

No sé sentó en la mesa con sus amigas y conmigo, no apareció y nadie la mencionó, aunque ví que Jungeun se la pasó en su teléfono y que Jinsol entendía el motivo así que se me hizo extraño. Yo ya no tenía más clases luego de almuerzo y sé que Hyejoo tampoco, ya que me había mandado su horario.

- Jungeun, ¿podemos hablar un momento?   -me vio y luego vio a mi amiga rubia, la cual se adelantó.-

- Claro, dime.

- Quería saber si Hyejoo te dijo algo. Ella me contó que eran mejores amigas junto con Sooyoung, así que asumo que sabes mucho de ella.  -asintió.- ¿Tu sabes que le pasó en el abdomen?

- Chaewon, con todo el respeto que te debes como una autoridad mayor, debo de decir que no te metas. Esos jueguitos de te beso, me besas, me tocas, te tocó, deben parar.

- ¿Ella... Te contó?

- Tu lo dijiste, es mi mejor amiga. Sé mejor que nadie que la puedes lastimar, así que no te metas cuando ella no te interesa de otra formar. Mejor ve con tu noviecito y le pides a el los besos y las cogidas.    -Empezó a caminar, pero unos pasos después regreso.-  Solo para aclarar, ¿Lo que dije no hará que me mandes guardias al rato para meterme en un sótano?

- No, nada por el estilo.

- De acuerdo. Princesa heredera.  -me dió una reverencia y luego se fue junto con su novia, la cual la esperaba en el final del patio.-

Las palabras de Jungeun me hicieron pensar en demasiadas cosas. Mientras estaba en el carro me mantuve viéndola, ella decidió que manejaría y mi guardia fuera adelante con ella, así que iba sola atrás.

Yo no tenía el juego que decía Jungeun, ni si quiera era un juego, simplemente pasaba, ninguna lo provocaba, solo pasaba. Y yo no podía hacer nada al respecto, además de dejar que sus brazos tan calientes me abrazaran y sus labios tan perfectos me besaran. No me podía resistir a Son Hyejoo.

Al llegar al palacio ella fue la primera en bajar, quería seguirla, pero lo mejor sería ir directo a mi había a cambiar mi ropa y terminar mis proyectos que ayer fueron interrumpidos. Además de que tenía que pensar en las cosas para el festival.

~🗡️👑~

Estaba siendo más complicado de lo que pensé, tuve que ver videos de años anteriores para poder ver cómo hacerlo. Si bien el festival es todos los años, yo no había estado los últimos casi 5 años, además de que nunca los planeo, así que es complicado.

Me llevaron la cena a la biblioteca y no salí hasta que tuve una idea de lo que quería y mis tareas ya fueran terminadas. Once de la noche y yo ya iba al fin a mi habitación, o ese era el objetivo.

La habitación de Hyejoo quedaba al lado, era inevitable querer tocar la puerta, pero no lo hice, me retuve y fuí a la mía. Me puse pijama y luego salí al balcón, quería ver si estaba ahí, lo cual supuse al ver la luz encendida.

Solté un suspiro antes de salir de mi habitación y tocar las puertas de al lado.

- ¿Sí?   -abrió ma puerta, ella también estaba en pijama.-

- ¿Podemos hablar?

- No se de qué tenemos que hablar.

- Hablemos, por favor.  -ella soltó un suspiro y me dejó espacio para pasar.-  Hyejoo, no me gusta estar así contigo.

- Nada hubiera pasado su tocaras la puerta.

- Y reconozco ese error, solo que estaba enojada. Te había visto con Sooyoung abajo y... Siempre tienes que estar coqueteando con la primera que se te cruza.

- ¿Y eso a ti qué?

- Me molesta, me molesta que después de besarme andes queriendo besar a mi hermana. Me molesta que después de meterme los dedos, quieras meterse los a una guardia.   -Ella se me quedó viendo.-

- ¿Y qué esperas? ¿Qué cada vez que tenga necesidades te busque?

- No exactamente, solo que, ¿por qué tienes que ir con las demás junto después de mi? Eso me hace sentir mal.  -me senté en su cama.- Pero eso no era a lo que venía. Sí a disculparme, pero no era mi objetivo.

- ¿Entonces que haces aquí?

Tomo asiento a mi lado, tenía puesta una camisa grande, la Vi a los ojos y toque abajo de su pecho, para no ser el tacto tan directo, no sabía si le dolía.

- ¿Qué es esto?

- No es nada.

- Hyejoo hablo en serio, ¿mis madres saben?

- Sí, ellas fueron a las segundas en enterarse.

- ¿Qué es?

Ella dudo un poco, pero después de unos segundos se quitó su camisa y puse ver una gasa, de la cual salían rayos negros con amarillo y verde.

- Si te lo cuento quizás ya no me veas tan valiente como antes.

- Yo siempre te veré así, créeme.

- No le vayas a contar a nadie, ni a Jiwoo.

- Sabes que no lo haré.  -ella soltó un suspiro.-

- Hace casi dos años tus madres recibieron una invitación para mí, la cual me convocaba a un campamento para jóvenes con habilidades en combate y en armas, siempre desde el lado legal y de responsabilidad hacia su país o reino.

- Irene me contó un poco.

- Me imaginé, me dijo que habías mandado "felicitaciones", lo cual no creí.  -Solte una pequeña risa.-

- Yo le dije que esperaba que te fuera bien, no unas felicitaciones.  -ahora ella sonrió.- Pero sigue.

- Bueno, la cosa es que fueron dos meses donde probamos muchas cosas. Combate a mano libre, combate con espadas, esgrima e incluso tiro al arco. Quedé en primer lugar en 5 categorías y gané enemigos por eso. A tal punto que había un alfa que quedó en segundo en esas mismas categorías, no pensé que me fuera a afectar, yo solo quería demostrar el honor y lo buenos que son los profesores en el reino, nadamás... No sé que pasó por su cabeza, pero el día antes de que terminara todo, me citó afuera de la cancha y yo pensé que era para dejar todo atrás, pero no, me apuñaló.

Su mirada estaba en la cama, pero pude notar que tenía lágrimas en sus ojos, las mismas que estaba intentando retener, como si yo la fuera a criticar. Le tome la mano y acaricie con mi pulgar está, ella me sonrió y soltó un suspiro antes de continuar.

- Me intente defender, pero el no sacó el cuchillo de mi abdomen y empecé a sentir un ardor... Sentía que me estaba quemando, entonces no me pude defender. Caí sobre mis rodillas, e-el se empezó a reír, y aunque sabía que no debía de quitar el cuchillo para no desangrarme, su risa me causó mucho enojo así que me lo quite y lo chave en su pierna. El grito se dolor, los entrenadores salieron, pero el intento escapar y a mí me agarraron un principio pensando que era la mala, hasta que vieron que me estaba desangrando, pero además de eso, que no solo tenía el rojo de la sangre, sino un amarillo verdoso. Me apuñalo con veneno.