Capítulos 20 - Risas

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Acompañé a las chicas a las puertas del palacio, uno de los choferes las iría a dejar en una de las camionetas. Hyejoo le estaba dando ordenes al chófer, así que estaba lejos de mi y por suerte cuando mi teléfono empezó a vibrar, ella no vio quien era.

No había hablado con John en algunos días, casi desde su partida, en mi defensa yo no contestaba mensajes seguido.

Me di media vuelta y entre al palacio, conteste la llamada mientras caminaba hacia mi habitación. No quería que alguien escuchara, menos que cierta pelinegra notará esto.

Llamada:

- Su majestad, tanto tiempo.

- Hola a ti también.

- Perdóname, estoy desesperado por tu ausencia, ¿pasó algo?

- Nada en específico, estoy ocupada entre la universidad y cosas de princesas.

- ¿No puedes hablarme de esas cosas?

- No por llamada, ni por mensaje, es riesgoso.

- Cierto, lamento molestarte entonces. Solo quería saber cómo estabas, me preocupe.

- Estoy bien, ¿tu que tal has estado?

- Bien, las clases son algo estresantes. Quisiera regresar a Galés y estar contigo.

- Hablando de, habrá un festival dentro de poco, quisiera invitarte.

- ¿En serio? Será magnífico, mándame los detalles por mensaje.

- Lo haré cuando terminemos de hablar, aún no hemos hablado del partido de tenis de hace dos días, ¿viste lo reñido que estuvo?

~🗡️👑~

Hay personas que sacan la peor versión de uno, luego hay otras que sacan lo mejor. John hacía sacar mi mejor lado, siempre sonriendo, el era tan perfecto y eso me encantaba. El me tenía encantada, con una llamada pudo revivir todo lo que sentía por el, que aunque no hubiera pasado tanto tiempo desde su partida, por algunos motivos los tuve en tercer plano.

Cuando terminamos de hablar iba a llamar a Jiwoo, quería contarle unas cosas y extrañaba su voz, aunque me mandará a diario audios de 5 minutos. Antes de presionar el botón de llamada, escuché el llamado a mi puerta, así que lo apague y me acerque a la puerta.

- ¿Si?

- Su majestad, las reinas desean verla ahora mismo en su oficina.

- Está bien, gracias.

Abrí la puerta y empecé a caminar piso abajo, al llegar anunciaron mi entrada y pude pasar.

Mis madres estaban con Hyejoo en los sillones riendo, se me hizo una escena muy familiar y cómoda. Me senté al lado de mi escolta, Irene me extendió una copa de vino la cual tome, mientras que Seulgi le servía a Hyejoo.

- Queríamos hablar con ustedes.   -ambas nos volteamos a ver.-

- Claro, díganos.  -La pelinegra se acomodo mejor en su asiento.-

- ¿Qué está pasando entre ambas?

Sude frío con su pregunta, incluso mis manos comenzaron a temblar. Yo había puesto llave a su habitación y lo de los otros besos solo sabía Jiwoo... No tiene lógica.

- ¿A qué te refieres mamá?

- Irene y yo notamos que últimamente entre ustedes hay cierta tensión.

Si, ahora sí creo que nos van a matar.

- ¿Podrían ser más específicas?  -Hyejoo hablo fierme, sin titubear y eso realmente lo admire.-

- Nos han comentado que cada vez son más frecuentes sus peleas, así que queríamos saber porque. Siempre se han llevado bien y es raro que ahora no se puedan ni ver a la cara.  -Irene se sentó al lado mío y Seulgi al lado de Hyejoo.- Todo tiene una solución hablando.

- Ahhh, a eso te referías.  -rei nerviosa.- no pasa nada, son cosas de la edad.

- Chae tiene razón. Ya saben cómo es ella, terca y necia, es difícil tratarla, más cuando siempre llega la contraria.

- ¿Perdón?  -la Vi a los ojos.- ¿cómo me llamaste?

- Ven, no es nada serio, solo son peleas superficiales de unas casi adultas.

- Bueno, espero no tener que preocuparnos más, nos encanta que ustedes estén juntas. Incluso, el otro día veíamos como se fueron en sus yeguas a dar un paseo, ese tipo de cosas no se ven todos los días.  - Irene nos sonrió.-

- Sus sonrisas ese día nos recordaron cuando ambas eramos jóvenes, antes de ser reinas y de casarnos. Fueron sonrisas puras y honestas, no se ve todos los días.  - Seulgi le devolvió la sonrisa.-

- Amo lo enamoradas que están, espero algún día poder llegar a sentir eso por alguien.  -Admire a ambas, su historia de amor era deslumbrante y yo amaba escucharla.-

- Ustedes amaran a alguien así y se darán cuanta cuando vean su sonrisa y que nadie las hace reír de esa forma.

Una mirada me bastó para interpretar lo que me quiso decir Hyejoo, así que al salir de su oficina ambas nos fuimos al siguiente nivel, dónde acudimos a mi habitación. Ni si quiera queríamos tener algo sexual, solo queríamos respirar el aroma de la otra.

Ambas estábamos solas, es normal entre amigas ayudarse ¿No?

- ¿No crees que alguien sospechara que apestas mucho a mi últimamente?

- Sería lo normal. Estoy contigo siempre, y soy el único alfa que pueda estar a tu lado sin chaperon, no sería de alarmarse. Además a quien no le gusta tu olor tan poco común.

- ¿Nunca he has topado a alguna Omega con este aroma?

- No, eres la única. Dulce de leche es lo más poco común que e olido, ¿y tú?

- Sería difícil decidirlo, quizás a lo salado del mar. -Hyejoo soltó una risa.- te lo juro, en mi viaje a Tailandia había un alfa que olía a lo salado del mar.

- ¿Lo estás llamando pescado?

- N-no exactamente.

- Eres única, Park Chaewon.

- Ya lo sé, que esperabas de mi.  -volvio a reír.- es raro escucharte reir así conmigo, es reconfortante.

- Bueno, quizás deba hacerlo más seguido entonces.

- ¿Por qué ahora ya nos podemos llevar mejor?   -la Vi a los ojos.- No ha pasado mucho de mi regreso y estamos mejor que nunca.

- Ni yo lo sé, es raro. Pero tampoco le quiero buscar cinco patas al asunto, mucho sobre pensar eso quizás nos lleve a pelear de nuevo.

- Tienes razón, mejor dejemos ese tema.  -asintio.-  Hoy es luna llena, ¿querés verla conmigo?

- Claro que si, te quiero destrozas buscando constelaciones de nuevo.

- ¡Solo fue una vez!

- Pueden ser dos.  -ambas reímos.-

Entre Espadas y Coronas //Hyewon//G!P//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora