Materializando las decisiones

23 10 13
                                    


La mano de Christopher está temblando, algo dentro de sí no parece estar de acuerdo con su decisión. Busca nuevamente el contacto de Eric, necesita marcarle inmediatamente para no dar vuelta atrás. En su primer intento, se alegra de que no le conteste, una vez que le diga el plan, se convertirá en algo real.

Se arma de valor y le envía un mensaje que dice: "Me quedaré en casa unos meses, por favor gestiona lo necesario para dar los avisos correspondientes". La calma dura unos segundos. Inmediatamente, recibe una llamada.

—Christopher, ¿qué demonios es ese mensaje?

—Es exactamente lo que dice, Eric, no me presentaré un par de meses.

—Perfecto, díctame, por favor, ¿cómo quieres que ponga en el correo? "Estimados colegas: el general Christopher no podrá presentarse por los siguientes tres meses porque su esposa colapsó y se irá unos meses a internarse en las montañas. Todos los planes se posponen hasta nuevo aviso. Copio a los grupos enemigos para que se den por enterados, se avisará cuando la mujer de mi amigo alinee emociones y pensamientos. Saludos cordiales".

—¿Cómo sabes que Louise se quiere internar, Eric?

—Ya me lo había contado antes, le dije que tenía todo nuestro apoyo, que estaba pasando por mucho —dice Eric dándose cuenta de haberse equivocado.

—¿Le dijiste que no me dijera?

—Le dije que tratara de calmarse. Estaba muy alterada y sabía cómo te pondrías de saber que no estaba bien. Christopher, simplemente no puedo hacer lo que me pides, ni siquiera existe un protocolo para saber qué demonios hacer en caso de tu ausencia.

—Nunca he pedido un favor. Debo hacerlo, es lo correcto.

—No se trata de eso, Christopher. Debemos aceptar que hay cosas más importantes que otras. Por favor, sé que tu familia es muy importante para ti, pero...

—¡Eric, ellas también dependen de mí!

—A mí parecer, ellas ya han crecido sin ti. Ellas saben quién eres Christopher, y están orgullosas de ti

—Se nota que no has estado en casa. Pam me dice Christopher. Louise me pide que las cuide por tres meses.

—¿Cómo que tres meses, Christopher? ¡Esa mujer te está chantajeando, si se va quizás es lo mejor para ti y para las niñas!

—¿Desde cuándo tú y Louise se llevan tan mal?

—Hemos tenido discusiones... —Eric se da cuenta de que sigue delatándose—. Pero el punto aquí es que no puedes ausentarte tanto tiempo, sabes lo irracional que es eso, tú no eres cualquier...

—Por primera vez las elegiré a ellas. Si voy a convertirme en un recuerdo en sus vidas quiero que sea uno memorable para que así puedan entender mejor por qué lo hice. Después de ellas, solo me queda esto. No quiero más negativas, Eric, simplemente hazlo suceder —Christopher cuelga el teléfono.

Sabe que tendrá problemas, pero el que tiene aquí en casa lo aterra más, no sabe cómo ser padre de sus propias hijas.

<<Vaya que la has cagado a lo grande, esto es absurdo, Maquiavelo te daría una bofetada>>.

<<Interpreta tu papel, sé el hombre del que tu esposa está enamorado>>.

Las mujeres del héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora