Gestos.

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Hoy, por primera vez he asistido a una misa y lo he hecho para observarlos y conocer y ampliar mi visión también. Asistieron 14, muchos en sus sillas de ruedas, otros con sus burritos y unos pocos caminando.

Los miraba ahí en la iglesia del hogar, sentados, repitiendo cada uno a su manera ya que no todos pueden comunicarse de la misma forma...

Nuevamente Valentina lagrimea, no puede dejar de ver rostros que no dejan de perder la esperanza del abandono y la soledad que les entregó su propio dios. Vé como hay unos murmurando una y otra vez, otros movían sus manos de acuerdo a la sinfonía, habían también los que articulaban las piernas y a la vez miraban el techo pidiendo, sálvame de la misericordia...

Valentina, ¿Qué tienes dentro tuyo que cada  uno de éstos sucesos  hacen que tus ojos se vuelvan acuosos?

No todos lograban terminar la misa, a pesar de que no era larga, sin embargo estaban ahí presentes para reescuchar que Jesucristo había sido apuñalado y que le perdonen sus pecados.

He comprendido algo significativo, el amor está en donde nosotros lo queramos encontrar; No tiene  porque ser un amor de compromiso, yo he encontrado un amor muy sincero y verdadero y son todos ellos, me entregan esperanza, aire, colores, armonía, paz, tranquilidad, felicidad, tristeza y por sobre todo me llenan de algo muy esencial e importante que es el conocimiento... Si no fuera por ellos no hubiera descubierto jamás que ellos son la chispa que necesitaba mi corazón para que aumentra mi felicidad.

Ellos no me dicen te quiero, me dicen te amo, y yo también los amo, porque son todos un bambú japonés. Llevan años cuidando de sus raíces pero prontamente saldrán a la luz grandes ramas de el.

No importa el momento de tú vida por él que estés transcurriendo, ni la edad que tengas, siempre puedes volverte un gran bambú japonés.

Soy Mística Y éste es mi desahogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora