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12| candy.

¿cual era la posibilidad de poder tener una mínima interacción con un profesor?

mínima, ¿cierto?

oh bueno, en casos diferentes para las personas de mala suerte quizá si era posible, como por ejemplo: Kim Seonwoo.
el rey de la mala suerte.

quien se cayó estúpidamente en frente de un profesor condenadamente sexy y hot desde su punto de vista, pero ese no era en punto clave ahora mismo.

sus mejillas estaban rojas a nivel mundial y ni siquiera se le pasaba por la cabeza abrir los ojos, no, para nada, sino que al contrario, con el pasar de los segundos mas fuerte cerraba los ojos y su cabello estaba todo desparramado por toda su cara. lo cual lo hacía ver un poco mas ridículo.

—¿Qué está haciendo?

pregunto con su voz grave, estaba cien por ciento seguro que estaba conteniendo una gran risa.

—Eh... Estoy limpiando el suelo.

—¿Con los ojos cerrados? Lo dudo.

—Sí. ¿Por qué? He visto que es mas rápido limpiar el suelo con los ojos cerrados. ¿Sabe por qué?

—¿Por qué?

podía sentir como sus pasos se sentían cada vez mas cerca de él.

ni él mismo se creía la estupidez que acababa de decir.

—Porque así le haces creer a tu subconsciente que esta el suelo reluciente y poder irte aun mas rápido.

—¿Ah sí? Pero las chicas de la limpieza acaban de limpiar todos los pisos, Kim. Asumiendo que ya el día se está acabando, tendría que estar en su casa ya.

—Es cierto.

espeto de prisa, abriendo los ojos encontrándose con los ojos feroces del mayor en toda su cara, su boca entre abierta por el aire que tomaba de ella y como su pecho subía y bajaba un poco rápido, trago duro dejando de lado sus pensamientos sucios.

—Yo.. Esto.. Debo irme.

se apresuró en levantarse y tomo su celular del suelo tratando de salir del salón, sin embargo lo tomo de la correa y con mínima fuerza que ejerció hizo que se haga para atrás, chocando contra su cuerpo bruscamente. Sunoo agradeció el hecho de que la mochila les haga distancia, porque de lo contrario no estaría seguro de que sería de él ahora mismo.

—¿A dónde va con tanta prisa?

—A casa, ¿no es obvio? Que usted viva solo no significa que yo también lo haga, profesor. Tengo una casa que mantener, no lo puedo dejar solo.

balbuceó bruscamente, se mordió el labio inferior fuerte al escuchar la estúpida excusa que tiró y entonces sintió como su corazón se detuvo en seco al escuchar la risa ronca que sintió contra su oreja.

—No sabía que ahora las casas no podían vivir solas sin sus dueños. Vamos Kim, deje de poner excusas para escapar de mí, se ve patético haciéndolo.

susurró lo último solo para ellos dos.

—Entonces déjeme ir.

𝙔𝙤𝙪𝙧 𝙙𝙖𝙢𝙣 𝙥𝙪𝙥𝙥𝙚𝙩. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora