Guardianes de la Galaxia... vol 4

Capítulo 7

[Nartrax]

Había pasado un día y no tenían indicios de los guardianes, los Kree se encontraban restaurando las armas que habían sido desmanteladas y en una celda bajo tierra aun se encontraban Rocket y Phyla.

La niña había despertado horas antes con el dolor punzante aun en un costado, supuso que el arma le había rozado solamente lo que era un alivio, pero al mismo tiempo necesitaba cuidados, de lo contrario la zona se podía infectar.

Rocket despertó con un dolor palpitante en la cabeza, entre abrió los ojos y su vista se encontraba borrosa, en eso escuchó a alguien llamandolo pero no distinguió de quien se trataba, entre cerró los ojos una vez mas y trató de concentrarse, hasta que poco a poco la voz se volvió mas clara.

-Rocket!

-Phyla?

-Sii

-Que pasó? Preguntó el mapache frotando su rostro con cansancio.

-Estamos atrapados! Nos atraparon y nos metieron aquí.  Respondió la niña asustada.

-Okay, tranquila, he escapado de muchas prisiones antes, esta no será la excepción.

-Rocket y si capturan a los demás?

-No, hey! eso no pasará, no son tan estúpidos como para dejarse atrapar. Puedes usar tus poderes?

-No puedo, el dolor no me deja concentrarme.

-Mierda, tienes razón, estas herida. Es muy grave?

-Creo que no pero duele mucho.

-Okay, okay. Dejame pensar un segundo, debe haber una manera de salir...

-Ellos vinieron hace un rato, están arreglando las armas, si lo hacen y...

-No lo harán, ellos seguramente tratarán de restaurar los cables de conexión pero no saben que su verdadero problema son las baterias anulax, deje abiertas las tapas del cableado pero el de las baterías no, no sabrán que falta algo, y aunque lo descubran yo se las robé todas.

Phyla respiró aliviada. -Espera, pero donde las pusiste?

-En mi mochila. Respondió Rocket con obviedad.

-Y tu mochila donde esta ahora?

-Warlock, él se la llevó cuando fue a buscar a Kraglin y Cosmo.

Habían pasado un par de horas cuando luego de dar vueltas en la celda hasta donde las cadenas se lo permitían, Rocket ideó un plan, de su traje sacó un pequeño tubo metalico y lo introdujo en la cerradura de su pata izquierda, apenas esta hizo click, él sonrió.

-Saldremos de aquí. Afirmó el mapache.

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[Tierra]

La mañana siguiente al cumpleaños de Eli había llegado, Peter a primera hora se levantó y organizó los papeles que la madre Sara le había solicitado.

A decir verdad le había costado meses reunirlos cuando recién llegó a Missouri, era casi como si él no existiera, no tenía actas de nacimiento, o identificación, no había historial de estudios despues del 5° Grado, carnet de conducir, nada.

Pero ahora que tenía todo listo se sentía en paz, guardó todo en una carpeta y se alistó para salir,  se despidió de sus abuelos y condujo hacia el orfanato.

Unos 40 minutos después estaba llegando, apenas entró, se encontró con unos cuantos niños a los que saludó alegremente, caminó por el pasillo principal y llegó a la oficina de la madre Sara, quien ya lo esperaba, conversaron un poco y ella revisó con cuidado los documentos.

-Están todos en orden. Tendré que enviar a alguien a tu hogar para que evalúe el lugar donde vivirá la niña y después se harán evaluaciones psicológicas.

-Claro, el proceso llevará tiempo?

-Una semana.

-Oh es más pronto de lo que supuse, tengo que arreglar una habitación para ella y hacer compras, Dios.

La madre Sara rió ante eso. -Tomatelo con calma... Por que no vas a verla ahora? Debe estar en el jardín.

Peter asintió y le agradeció. -Solo estaré un rato, tengo un asunto que arreglar mas tarde.

-Algo de que preocuparse? Preguntó ella.

-No en realidad, me reencontraré con unos viejos compañeros, solo que no estoy seguro de si estoy realmente listo para verlos o no.

-Creo que enfrentar el pasado es importante para poder avanzar.

-Si... tiene razón.

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Un par de horas después, Peter conducía hacía el cementerio donde se encontraba su madre, el dia era agradable, estaba soleado.

Apenas bajó del auto, tomo las flores que se encontraban en el asiento de atrás, caminó por el largo sendero de piedra y giró a la derecha, unos metros adelante se encontraba ella. Con cuidado sacó las flores viejas del recipiente sobre la tumba y colocó las nuevas.

-Hola mamá. Habló por primera vez. -Tengo noticias... vas a ser abuela. Peter rió ante eso y sus ojos se volvieron acuosos, aún no podía creer que eso fuera verdad. -Sabes, te he contado sobre Eloise, mi princesa cumplió ayer 4 años, está tan grande, creo que creció unos 2 centimetros entre ayer y hoy... Peter se sentó en el césped a su lado y sus ojos se fijaron en el bosque. -Yo, en realidad estoy aterrado, solo quiero ser un buen padre, como debería hacerlo si nunca tuve una figura paterna hasta que Yondu llegó? Y no es que fuera un gran ejemplo... espero hacerlo bien mamá, la amo, la amo mas que a nada. Y te extraño mucho, si estuvieras aquí se que la consentirías, le contrarías historias y probablemente le hornearías galletas todo el tiempo... aunque a veces las quemabas. Una risita se escapó de él y suspiró. -Y... si Gam, cariño, donde quiera que estés me escuchas, también te extraño. Quill estuvo a punto de decir te amo pero una sensación agridulce se apoderó de él y no se sintió bien pronunciar las palabra, por supuesto que aún la amaba, pero algo le decía que ya no estaba bien simplemente decirlo como si ella estuviera ahí, con él.

Entonces se levantó y tragó saliva fijando de nuevo sus ojos en el espeso bosque que comenzaba a unos metros de él.

-Bien... hagamos esto entonces. Tomó las flores viejas, caminó unos pasos hacía un contenedor de basura y las tiró. Entonces sacó su pequeño holopad y comenzó a teclear hasta que un punto rojo se apoderó del mapa en la pantalla.

El bosque le pareció un lugar pacífico cuando llegó a St Charles aquella vez, parecía en paz y eso le ayudó a calmar su ansiedad de reencontrarse con su abuelo. Justo ahora, entre mas se adentraba y se acercaba al punto rojo mas aumentaban sus nervios.

Luego de un rato estando por llegar a la mitad del camino su celular sonó sacandolo de sus pensamientos. Rápidamente buscó entre sus bolsillos del pantalón hasta encontrarlo y descubrió que era una llamada de Miriam.

-Hola?

-Peter!

La mujer no se escuchaba bien, ¿acaso estaba sollozando?

-Abuela, que ocurre?

-Es Jasson! Estamos en el hospital, se desmayó y llamé a la ambulancia, llegaron pronto y nos trajeron aquí.

-Qué pasó? Que te dijo el médico?!

-Aun no recibo noticias, esperaba que pudieras venir.

-Por supuesto ahora voy! Y sin mas cortó la llamada. Miró hacía adelante procesando lo ocurrido, la llamada a sus amigos podía esperar, dio media vuelta y se marchó corriendo mientras los nervios comenzaban a invadirlo.