Capítulo 4

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[Nartrax]

-Estamos dentro. Avisó Rocket al resto del equipo. Ahora tenía que desmantelar cada arma.

Phyla corrió hacía la entrada y se encargó de vigilar que nadie se acercara, mientras tanto Rocket le indicó a Warlock como desactivarlas, no podían simplemente explotarlas asi como asi por que sería riesgoso.

Parecía que todo iba bien, hasta ahora no habían aparecido guardias, cuando de pronto el intercomunicador sonó.

-Apresurense! Pidió Kraglin mientras avanzaba con Cosmo por los pasillos del lugar, habían tratado de ser sigilosos para no ser tan obvios al ser una distracción pero una vez se toparon con al rededor de una docena de kree las cosas comenzaron a ponerse feas.

La docena que una vez hubo, de pronto se convirtió en 2 y luego en 3, Cosmo comenzaba a cansarse y Kraglin habia sido herido un par de veces.

-Bien, Kraglin! Salgan de ahí ahora mismo. Adam! Ve a ayudar, sacalos de ahí y vallan a la nave, Groot! Enciende los motores, tenemos que salir de aquí.

Luego de la confirmación de Groot por el intercomunicador todos se pusieron en marcha, Rocket, estaba por terminar con las armas, le faltaban 2 mas cuando Phyla gritó debido a un ataque desde atrás, alguien le había disparado a la guardiana mas pequeña y eso no se quedaría así, rápidamente Rocket se acercó a ella y vio al par de Kree que se acercaban corriendo, este apenas en un movimiento les disparó certeramente a ambos derribandolos ya sin vida.

-Vamos, sientate aquí, dame un segundo estoy por terminar. Pidió el mapache mientras la dejaba junto a él en el suelo, de inmediato desmanteló las armas restantes y se giró hacia la niña.

-Rocket... no me siento bien. Murmuró ella apretando su costado.

-Tranquila, te atenderemos en la nave, puedes levantarte? Phyla negó, comenzaba a sentirse somnolienta.

-Mierda, Kraglin! Adam! Siguen aquí!? Preguntó por el intercomunicador.

-Si cap! Estamos en la entrada, a punto de salir. Respondió rápidamente Kraglin.

-Necesito ayuda, Phyla esta herida.

Q-qué?! Preguntó de nuevo Kraglin aterrorizado.

-Ella no puede levantarse, necesito que alguien vuelva aquí y... De pronto alguien golpeó a Rocket con fuerza en la cabeza, lo que lo hizo rápidamente perder el conocimiento, lo último que escuchó fue el sonido de pasos fuertes llendo en su dirección... y de Phyla.

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[Tierra]

La mañana llegó y Peter se sintió aliviado al no tener síntoma alguno de gripe, por lo que rápidamente buscó ropa y corrió a tomar una ducha, regresó a la habitación y buscó en el armario una caja rosa que había envuelto hacía unos cuantos días, salió de la habitación con el regalo entre sus manos y lo dejó sobre la mesa del comedor antes de dirigirse a la cocina.

-Bueno!! Pareces bastante feliz hoy Pete. Mencionó su abuelo con voz alegre al verlo por primera vez en el día.

-Buen día abuelo! Respondió el joven Quill sacando el pastel del refrigerador.

-Y eso? Preguntó de vuelta Jason.

-Para Eli, hoy es su cumpleaños. Respondió Peter con una enorme sonrisa plantada en la cara.

-Oh, claro! Disculpa a tu viejo abuelo, mandale un saludo de mi parte a la pequeña.

-Por supuesto. Respondió su nieto mientras buscaba la vela en tre los cajones junto a la estufa.

-Estan en el gabinete de al lado cariño. Respondió Miriam entrando a la cocina, le señaló el cajón correcto y soltó una risita al verlo tan apresurado.

-Oh si, gracias abuela! Peter tomó la vela, una pequeña caja de fosforos, recogió el pastel de la isla en la cocina y caminó hacía la puerta maniobrando para tomar las llaves del auto, una vez subió todo regresó por el regalo, se despidió de sus abuelos y se fue directamente al orfanato.

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Apenas ingresó al lugar se dió cuenta de la hora que era, las 7:00 am, por la emoción y la prisa de ver a Eli nisiquiera se había detenido a ver la hora, la madre Sara le sonrió y lo dejó entrar al lugar, parecía ser que ya había niños despiertos rondando por ahí pero su pequeña no era una de ellos, en realidad si por ella fuera Peter sabía que podría dormir 10 horas mas y al despertar seguiría con sueño.

-Esta bien hijo, por que no dejas las cosas en el comedor y me acompañas a buscarla a su habitación, se que se pondrá feliz de verte apenas despierte. Peter asintió rápidamente y corrió al comedor.

Apenas abrieron la puerta de la habitación asignada que compartía Eloise con algunas compañeras vieron que esta se encontraba vacía a excepción por el pequeño bulto en una de las camas del fondo que se encontraba envuelto en una manta. Peter sonrió sin darse cuenta y su corazón se aceleró. Su pequeña era tan tierna.

En silencio se dirigió a la cama y se sentó con suavidad, le hechó un vistaso a la madre Sara que lo veía desde el marco de la puerta y esta le dió una dulce sonrisa que él le devolvió.

Con cuidado acarició su cabecita y la pequeña se removió en la cama sin intención de despertar aún, Peter se inclinó y besó su frente.

-Hey... despierta pequeña dormilona. Susurró cerca de su oído.

Eli se quejó y aun dormida se hizo bolita debajo de las cobijas, Peter rió ante eso.

-Ya amaneció bebé, despierta. Insistió el ex guardián tratando de quitarle los cabellos del rostro, en eso Eli se removió de nuevo y finalmente abrió los ojos, frunció el ceño un poco tratando de enfocar la vista y cuando finalmente posó sus ojos castaños sobre los verdes de Quill, saltó a sus brazos mientras él la envolvía calidamente contra su pecho en un dulce abrazo.

-Si viniste. Murmuró la pequeña con el rostro enterrado en su cuello.

-Como podría fallarle a mi princesa. Respondió Peter acunandola en sus brazos mientras frotaba suavemente una de sus manos por su cabecita acariciando su largo cabello rubio-rojizo, algo en común que tenía con Pete.

-Te extrañé mucho Peter. Confesó la niña con los ojos cristalizados por las lagrimas que se acumulaban bajo sus espesas pestañas.

-Y yo a ti... feliz cumpleaños mi estrellita brillante!!

-Es mi cumpleaños? Preguntó la niña sorprendida mientras llevaba sus manitas a la boca dramáticamente.

Peter rió y se levantó de la cama alzandola al aire. -Asi es bebé, feliz, feliz cuarto cumpleaños amor. La niña rió tiernamente mientras volvía a aferrarse a él en un abrazó y Peter besó incontables veces su cabecita.

Se giró para preguntarle algo a la madre Sara pero para entonces ella ya no estaba ahí.

-Sabes? Tengo un regalo para ti, por que no lo abres ahora y después vamos al comedor para que desayunes algo?

La niña asintió y Peter la lanzó juguetonamente en la cama, se giró al otro extremo de esta y tomó el obsequio envuelto en papel rosa que había dejado ahí, fue entonces que Eli con cuidado rasgó un extremo del papel y comenzó a desenvolverlo. Entonces una caja se dejó ver y Peter la ayudó a abrir cada extremo.

Estaba nervioso e inseguro de si había elegido bien.

Guardianes de la Galaxia... vol 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora